Investigación revela millonarias pérdidas en 11 empresas estatales de Bolivia entre 2007 y 2016

Entre 2007 y 2016, once empresas del Estado tuvieron una pérdida total de mil novecientos sesenta y seis millones de bolivianos.

Investigación revela millonarias pérdidas en 11 empresas estatales entre 2007 y 2016

Entre 2007 y 2016, once empresas del Estado tuvieron una pérdida total de mil novecientos sesenta y seis millones de bolivianos, según un estudio de los emprendimientos empresariales del Proceso de Cambio, realizado por Julio Linares Calderón, investigador del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla).El trabajo, que fue publicado en la revista “Más ruido que nueces”, concluye que ese dinero fue dinero mal utilizado y que hubiera servido para palear muchas de las necesidades en el ámbito social de nuestro país.

En criterio del investigador, los resultados que muestran las empresas analizadas dan la razón a los prejuicios sobre la existencia de las empresas públicas, pues muestran constantes y repetidos fracasos.“Esto se debe a que las recetas de antes son las mismas de ahora”, dice.



Las once empresas analizadas son:· Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos.· Empresa Estatal de Transporte por Cable: Mi Teleférico.· Empresa Pública Quipus.· Empresa Pública Nacional Estratégica Lácteos de Bolivia.· Agencia Boliviana Espacial.· Empresa Azucarera San Buenaventura.· Empresa Estatal Boliviana de Turismo.· Empresa Pública Nacional Textil.· Empresa de Construcciones del Ejército.· Empresa Pública Nacional Estratégica Cartones de Bolivia.· Empresa Siderúrgica del Mutún.Linares escribe que “se sabe que hay que tener mucho cuidado al hacer conclusiones sobre los Estados Financieros de las empresas públicas, pues algunas de éstas tienen objetivos cualitativos de gestión, que sobre todo se dirigen a cumplir algún servicio necesario para el cumplimiento de las metas de desarrollo, más que el de lograr utilidades para reinversión”.

Sin embargo —prosigue— la suma de datos de estas once empresas —entre 2007 y 2016— refleja que los ingresos de operación cubren apenas 70% de los gastos de operación ejecutados.
“Por ello, estos últimos tuvieron que ser cubiertos por otro tipo de recursos (préstamos, transferencias y aportes del Gobierno Central), que no es más que subsidio a la administración de estas empresas”, agrega.
Establece que “la creación, impulso y consolidación de las empresas estatales en Bolivia, como parte del proceso integral de cambio de la estructura económica del país, ha logrado sus principales aciertos financieros solo en las empresas que poseen características monopólicas y/o que explotan recursos naturales, situación muy similar a los años previos a la nueva era democrática (1982), en los que la apuesta también se dirigía a la estatización de las empresas”.
Por otro lado, el investigador opina que “ninguno de los recursos de capital o mano de obra pasa por filtros competitivos, pues no se contratan a los mejores profesionales, sino que se recompensa la dependencia y fidelidad de los partidarios. Tampoco las empresas reciben financiamiento sobre la base de un proyecto o resultados (rentabilidad), pues políticamente tienen los recursos garantizados, lo que genera pereza, ineficacia e ineficiencia en el trabajo diario”.
“La pregunta que debemos hacernos es si la decisión de crear empresas estatales, que resulta bastante costoso para el Estado y la ciudadanía, sería la más coherente, tomando en cuenta que los recursos usados en estos emprendimientos podrían invertirse en áreas tan necesarias como Salud o Educación”, asevera.
GOBIERNO
El 27 de noviembre de 2011, el vicepresidente del Estado Plurinacional, Alvaro García Linera en una entrevista realizada en el programa El Pueblo es Noticia de Bolivia TV y Patria Nueva aseguró “Las empresas del Estado generan mucho dinero, y que bien que sea así. No queremos que esos recursos se vayan a manos de privados, extranjeros, sino se queden en manos de los bolivianos y bolivianas”.
Sobre la generación de fuentes de empleo, en la misma entrevista, García Linera aseveró: “las empresas no están fundamentalmente para generar empleo, están principalmente para generar ganancias para el Estado, y con ellas construir escuelas, carreteras, hospitales, mejorar los salarios de salud, de educación”
El segundo mandatario acotó “Las empresas del Estado no son fuentes de empleo masivo, no pueden ser. Ese sería un gran error, porque son primordialmente una fuente de generación de recursos económicos para nuestro país”.