TIPNIS bajo presión petrolera: YPFB cuenta con áreas sobrepuestas y otras que cercan

El Cedib en un mapa actualizado alerta que el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure de Bolivia (TIPNIS) no sólo presenta áreas petroleras sobrepuestas al área protegida, sino también que el territorio indígena se encuentra rodeado de áreas reservadas destinadas a la exploración hidrocarburífera.

parques_0 TIPNIS. Foto: Lidema

La Paz, 18 agosto (ANF).- La presión petrolera asedia al Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), que de acuerdo a información mapeada por el Centro de Documentación e Información Bolivia (Cedib), no sólo presenta áreas sobrepuestas que fueron concesionadas a la actividad hidrocarburífera, sino también reservadas a YPFB para posteriores actividades de exploración y explotación.
En un análisis más detallado por el Cedib, se observa al área Río Hondo, con contrato petrolero vigente entre YPFB y Petrobras Bolivia S.A y Total E&P Bolivia que se encuentra sobrepuesta al TIPNIS, situado entre los departamentos de Cochabamba y Beni. El contrato suscrito fue homologado el 28 de octubre de 2006, donde Petrobras fue designado operador.
Las áreas denominadas Sécure Z19 y Sécure Z20 están reservadas a YPFB con un contrato devuelto a Petroandina SAM. Ambas atraviesan el TIPNIS y se extienden más allá de los límites del territorio indígena.
Las áreas Santa Catalina Z19 y Santa Catalina Z20 están reservadas a YPFB, y aunque no se encuentran al interior del TIPNIS están a escasos kilómetros. Fueron creadas por el decreto supremo 1203 del 18 de abril de 2012, peto todavía no cuentan con contrato vigente.
El área San Ignacio también se encuentra reservado a la estatal petrolera y fue creada por el DS 2549 del 14 de octubre de 2015. Se encuentra cercando al territorio indígena.
Al otro extremo, el área reservada a YPFB, Litoral, fue creada por el DS 1203 del 18 de abril de 2012 y se encuentra muy cerca del TIPNIS.
“Lo real es que el TIPNIS tiene un importancia ecológica y cultural fundamental. Existe una serie de estudios que demuestran que cumple funciones ambientales vitales para la vida, no solo de quienes habitan allá, sino de otros centros urbanos, como Cochabamba, cuyo régimen hidrológico es beneficiado por los fenómenos eco – climáticos del TIPNIS”, afirma el investigador del Cedib, Jorge Campanini.
En este contexto, señala que arriesgar este equilibrio por los impactos de la carretera y el complejo de caminos, aeropuertos y otras obras de infraestructura, que posibilita la Ley 969 con la que se levanta la intangibilidad del TIPNIS “supone arriesgar la vida y cultura de quienes viven en el parque y obviamente a todos los que se benefician de su influencia”.
Antecedentes 
 
De acuerdo al dossier sobre el TIPNIS disponible por el Cedib, este territorio indígena y parque nacional se ha constituido siempre un área de interés petrolero y forma parte de las zonas previstas a efectos de la ampliación de la frontera hidrocarburífera que impulsa el Estado boliviano.
En la década de los 90, anteriores gestiones de gobierno entregaron derechos a empresas petroleras sobre áreas dentro del parque; en 1994 el gobierno de ese entonces, firmó un contrato con Repsol entregándole una superficie de 1,337.210 hectáreas en el bloque Sécure que se encuentra superpuesto al territorio Indígena Chimán, al TIPNIS, al Área de Protección de la cuenca Eva Eva-Mosetenes, al Territorio Multiétnico TIM y al Bosque Permanente de Producción Chimanes.
Repsol realizó dos fases de exploración sísmica pero tuvo que enfrentar una férrea oposición de la población tanto indígena como de los productores de coca del Chapare. Finalmente la empresa paralizó sus operaciones y devolvió el área.
En el año 1998 se entregó a Pan Andean el Bloque Chapare que comprende una porción del TIPNIS, pero la empresa no llegó a realizar actividades en él. Sin embargo, la suspensión de actividades petroleras dentro del TIPNIS puede no durar por mucho tiempo, ya que el gobierno está decidido a la ampliación de producción petrolera en áreas no tradicionales en las que se contempla al TIPNIS.
A partir del año 2010, YPFB recibió 723 mil hectáreas más dentro del parque para realizar actividades hidrocarburíferas y actualmente, sobre casi un tercio del total del territorio indígena y parque nacional ya se han otorgado derechos petroleros a empresas a través de contratos y/o convenios de estudio, los que han sido entregados sin que el Estado boliviano cumpla con la obligación constitucional de obtener el consentimiento libre, previo e informado de los pueblos indígenas.
No solo el TIPNIS está incluido en los planes gubernamentales de ampliación de la frontera petrolera, alerta el Cedib, pues existen otras áreas y territorios que han sido incluidos dentro de las áreas reservadas para que YPFB realice actividades hidrocarburíferas a través de convenios de estudio y contratos con empresas privadas extranjeras.
Una de las dificultades con que cuenta la política estatal de expansión de las actividades petroleras, es la no existencia en muchas de las nuevas áreas de la infraestructura que garantice a las empresas socias la exportación y éstas, concentradas e interesadas en nuestros hidrocarburos para exportarlos como materia prima, pujan permanentemente para que sea el Estado boliviano el que, de una u otra forma, asuma las inversiones necesarias para emprendimientos nuevos, en especial aquellas requeridas para la exploración y la ejecución de la infraestructura de acceso a los mercados internacionales.
Resulta en ese marco, obvia la importancia que la carretera por el TIPNIS tiene para que el gobierno concrete su política de hidrocarburos y aunque por sí misma es insuficiente ciente para garantizar la exportación que interesa a las transnacionales, si es importante para ellas como primer paso en la ejecución de la compleja infraestructura que esa exportación precisa.