Un policía peruano muere en operativo para capturar a delincuente boliviano

El suboficial Carlos Aguilar Calva falleció al enfrentarse al boliviano, identificado como Arlin Suárez Aguanari, de 21 años y conocido con el alias de «El Chivo», en una operación realizada en la región amazónica de Madre de Dios, fronteriza con Bolivia y Brasil, señaló el Ministerio del Interior de Perú.La Policía de Perú realizaba el operativo en la región amazónica de Madre de DiosEFE.- Un suboficial de la Policía Nacional de Perú (PNP) murió este miércoles durante una operación realizada para capturar al presunto cabecilla de una organización criminal boliviana, informó hoy un comunicado oficial.El suboficial Carlos Aguilar Calva falleció al enfrentarse al boliviano, identificado como Arlin Suárez Aguanari, de 21 años y conocido con el alias de «El Chivo», en una operación realizada en la región amazónica de Madre de Dios, fronteriza con Bolivia y Brasil, señaló el Ministerio del Interior (Mininter).Según la información oficial, el presunto delincuente estaba escondido en una vivienda del centro poblado menor de Alerta, en la provincia de Tahuamanu, a unos 120 kilómetros de la ciudad de Puerto Maldonado.Ante lo extenso y agreste de la zona, los agentes se dividieron en tres grupos operativos y el que integraba Aguilar logró alcanzar al presunto cabecilla cuando intentaba huir hacia la carretera Interoceánica en una moto lineal, detalló el Mininter.El suboficial enfrentó a «El Chivo» y le disparó e hirió con su arma de fuego cuando este lo atacó con un cuchillo y le produjo una grave herida en el abdomen.Ambos heridos fueron trasladados al hospital de Santa Rosa, en Puerto Maldonado, en cuya sala de cuidados intensivos murió el agente.»El suboficial Aguilar Calva perdió la vida en búsqueda de la paz y la tranquilidad. Su sacrificio permitió la captura de un presunto delincuente y su nombre quedará grabado en nuestras memorias.Acciones como la suya enaltecen a los integrantes de la institución policial«, señaló el ministro del Interior, Mauro Medina.EL DEBER