Un estudio revela que usar probióticos podría no ser tan bueno como suponíamos

Foto: Los probióticos podrían no ser tan buenos como suponíamos (iStock)Los probióticos podrían no ser tan buenos como suponíamos (iStock)

Hasta ahora, se pensaba que los probióticos eran bacterias ‘amigas’ que se encuentran en los alimentos fermentados y ayudan a activar nuestro sistema inmune. Sin embargo, un estudio israelí revela que la ingesta de este tipo de alimentos no está exenta de riesgos, por lo que su toma como refuerzo después de haberse medicado con antibióticos no sería una buena idea.

El doble estudio publicado por la revista médica Cell intenta descubrir por un lado cómo se comporta un cuerpo sano ante la colonización de las bacterias y, por otro, cómo ayudan estas bacterias a las personas a recuperarse después de haber tomado antibióticos.El primer estudio demuestra que las personas que toman probióticos pueden dividirse en dos grupos: hay bacterias que colonizan el intestino de algunas personas, pero hay otro grupo en el que el microbioma las expulsa y no pueden colonizar. Los científicos creen que pueden predecir a cuál de los grupos pertenecerá cada persona con analíticas previas a la ingesta.Los investigadores aseguran que las ‘bacterias buenas’ son muy dependientes de cada individuo, por lo que no está garantizada su eficacia. Por tanto, no todas las personas pueden beneficiarse de comprar un probiótico en el supermercado, está demostrado que “es un dato empíricamente erróneo”.

El peligro de los antibióticos

El segundo estudio quería descubrir el papel que juegan los probióticos en las personas después de que éstas tomen antibióticos. El director del estudio, Eran Elinav, explicaba al diario australiano ABC que “es habitual en todo el mundo ingerir probióticos cuando se están tomando antibióticos para prevenir posibles infecciones”.



Alimentos ricos en probióticos. (iStock)
Alimentos ricos en probióticos. (iStock)

Sin embargo, el científico asegura que los resultados no respaldan esta afirmación. El estudio demuestra que las personas que toman probióticos con antibióticos tardan mucho más en volver a tener una flora intestinal como la que tenían antes de comenzar la medicación. En cambio, aquellos que tomaron bacterias sacadas de su cuerpo con anterioridad a la ingesta de los antibióticos, recuperaron su flora habitual en apenas unos días.Además, los investigadores también aseguran que las muestras de heces que se utilizan para las muestras son un indicador muy pobre de lo que sucede en el intestino y no sirven para conocer lo que pasa en el interior de nuestro cuerpo.No está claro aún cómo ayudarán estos resultados a la práctica clínica, pero sí es importante saber que los alimentos y complementos probióticos no son todo lo bueno que pensábamos para nuestro organismo.Fuente: elconfidencial.com