Pos-Haya: recomiendan restablecer relaciones diplomáticas con Chile tras 56 años

En miras a una eventual negociación por el tema marítimo -además para afianzar lazos comerciales y culturales entre los dos países- conviene restituir a mediano plazo las relaciones con Chile, coinciden especialistas.

En la Corte de La Haya, la exposición de alegatos de Bolivia en marzo pasado. ABI

El restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Chile, después de 56 años, se perfila como una estrategia boliviana en la etapa pos-Haya, independientemente del fallo de la CIJ. En miras a una negociación por el tema marítimo -y a los lazos culturales y comerciales que unen a los dos países- conviene restituir a mediano plazo las relaciones diplomáticas boliviano-chilenas, coinciden expertos.En 1962, Bolivia rompió oficialmente relaciones diplomáticas con Chile a causa del desvío de las aguas del río Lauca que determinaron unilateralmente las autoridades del vecino país. Antes, hubo tensiones por la invasión chilena de 1879, la Guerra del Pacífico y la pérdida boliviana del Litoral; no obstante no hubo un quiebre diplomático entre los dos países.Han pasado 55 años de aquel hito histórico y en el interín se produjeron varios intentos de restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Bolivia y Chile. El más importante de ellos, durante el siglo pasado, fue el denominado Abrazo de Charaña.“El 8 de febrero de 1975 se reunieron en la localidad fronteriza de Charaña los presidentes de facto Hugo Banzer y Augusto Pinochet y tomaron dos decisiones importantes: la primera era reanudar las relaciones diplomáticas que habían estado interrumpidas ya por 13 años desde que Chile decidió desviar las aguas del río Lauca”, recordó el excanciller Javier Murillo de la Rocha.La segunda decisión era la búsqueda de soluciones al enclaustramiento marítimo boliviano. No obstante, todo queda -una vez más- en promesa. En marzo de 1978, el país reafirma el rompimiento de relaciones con Chile. “Bolivia se había sentido agredida en su buena fe por la negativa de Chile a negociar el tema marítimo pese a su compromiso de 1975”, puntualizó Murillo.“Una piedra en el camino”Con el fallo que emita hoy la CIJ se abrirá una nueva etapa diplomática para Bolivia y Chile. En el horizonte se vislumbra un acercamiento diplomático, opinó el exministro de Defensa y excónsul de Bolivia en Chile, Walker San Miguel.En su experiencia, “ese tema ha quedado como una piedra en el camino porque la fluidez de las relaciones diplomáticas siempre es un plus”, aseguró San Miguel en entrevista con Página Siete. Un Consulado General -explicó- no tiene ni los recursos ni el personal que tendría una embajada boliviana en Chile.“Parte de la construcción de la voluntad política de los Estados en un mediano plazo sería restablecer las relaciones diplomáticas; máximo si se va a dialogar ya en base a un fallo de la Corte Internacional de Justicia. Lo más adecuado es restablecerlas. Incluso es posible que la Corte hasta se anime a exhortar a ello”, sostuvo San Miguel quien en su calidad de Cónsul protagonizó, junto al chileno Jorge Bunster, los diálogos secretos en los que se buscó una solución al diferendo marítimo antes de la presentación de la demanda.“Hacia la diplomacia resilente”“El restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Chile brindaría a Bolivia mejores condiciones para la negociación del tema marítimo que es el norte de un escenario pos-Haya. La mejor opción para Bolivia es apuntar a la diplomacia resilente”, definió el analista Ludwig Valverde Botello, presidente del Colegio Departamental de Politólogos de La Paz.La resiliencia se define como la capacidad que tiene una persona o un grupo de recuperarse frente a la adversidad para seguir proyectando hacia el futuro; en ese sentido ya “hay que curar las viejas heridas de guerra y seguir adelante como país”, sostuvo Valverde. Ese es el objetivo de la diplomacia resilente “a la que hay que apuntar”.Para el politólogo hay, detrás de la estrategia boliviana pos-Haya, una larga historia con raíces precolombinas que une a los dos países vecinos. Y, por si fuera poco, hay también una relación económico empresarial que, independientemente del diferendo marítimo, se consolida.“Chile necesita a Bolivia en términos empresariales, económicos, comerciales y turísticos. Varias ciudades chilenas fronterizas viven de los recursos que llevan los bolivianos. Hay además, una larga historia cultural del gran pueblo aymara que no conoce fronteras y por ello hay tanta influencia boliviana, en el folklore por ejemplo, en el norte chileno”, expuso.Valverde destacó que hay una conciencia práctica de desarrollo de los pueblos. “Hay muchos proyectos como el Corredor Bioceánico entre otros que apuntan al desarrollo de Bolivia y Chile. Conviene, pues, en miras a una eventual negociación por el tema marítimo refrescar la mirada y restablecer relaciones con Chile”, aseguró.Las estrategias posibles“El restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Chile y comenzar un acercamiento directo con Perú parece natural e imprescindible para tener una estrategia completa en busca del acceso soberano al Océano Pacífico para Bolivia. Al margen de la demanda marítima que existe en la Corte Internacional de Justicia de La Haya, corresponde generar las condiciones, en un tiempo prudencial, para reanudar las relaciones oficiales con el vecino país”, expuso el jurista William Herrera.La vía diplomática así como cualquier gestión internacional, que enriquezca y consolide la causa boliviana debe acompañar a la demanda jurídica, recalcó el analista Herrera en su columna del diario Los Tiempos.Para el excanciller Javier Murillo cabe esperar el fallo que emita hoy la Corte de La Haya para determinar las acciones a seguir, entre ellas un posible restablecimiento de relaciones diplomáticas con Chile.“Hay que analizar escenarios y decidir con el fallo que dé la Corte. Esas son determinaciones de alto nivel; pues quien conduce una estrategia diplomática es el Presidente, mientras que el Canciller se encarga sólo de planificar y ejecutar esas determinaciones”, puntualizó Murillo.En una reciente entrevista con Página Siete, el secretario general de la Dirección Estratégica de Reivindicación Marítima (Diremar), Emerson Calderón Guzmán, dijo que el país está listo para el fallo que emitirá hoy la CIJ.“Bolivia tiene una estrategia que la implementa en todo el transcurso de los últimos años y también ha previsto todos los escenarios que se van a suscitar después de que la Corte emita el fallo. Estamos totalmente confiados en que este camino, que se va a suscitar después del fallo, se va a allanar para que susciten las condiciones más importantes para una negociación fructífera para ambos países”, sostuvo.Altas y bajas diplomáticas pero sin relaciones desde 1962Después de la ruptura de relaciones diplomáticas de Bolivia con Chile -en 1962, a causa del desvió unilateral chileno de las aguas del río Lauca- hubo un proceso de negociación a mediados de los 70 que alcanzó su sima con el Abrazo de Charaña, entre los dictadores Banzer y Pinochet.Según El libro del Mar, a mediados de la década de 1970, ese proceso de negociación entre Bolivia y Chile que apuntaba a un acceso soberano al océano Pacífico se inició el 8 de febrero de 1975 con la firma de una Declaración Conjunta, en la localidad boliviana fronteriza de Charaña, entre los presidentes de Bolivia, general Hugo Banzer, y de Chile, el general Augusto Pinochet.Ese acuerdo obligaba a ambos Estados a “buscar fórmulas de solución a los asuntos vitales que ambos países confrontan, como el relativo a la situación de mediterraneidad que afecta a Bolivia, dentro de recíprocas conveniencias y atendiendo a las aspiraciones de los pueblos boliviano y chileno”.Para cumplir este propósito, ambos países acordaron la reanudación de relaciones diplomáticas. Chile propuso a Bolivia, el 19 de diciembre de 1975, la cesión de una costa marítima soberana, ubicada entre el casco norte de la ciudad de Arica hasta la Línea de la Concordia, unida al territorio boliviano por una franja territorial, igualmente soberana. Sin embargo, en contra de sus compromisos previos, Chile introdujo nuevas condiciones, entre ellas el canje de territorios. Ante esa situación, en marzo de 1978, Bolivia no tuvo más alternativa que romper relaciones diplomáticas.En este siglo hubo acercamientos -que alcanzaron un punto alto con la Agenda de los 13 Puntos- y alejamientos diplomáticos. Hoy, la CIJ dará su fallo a la demanda interpuesta por Bolivia en 2013; después de que La Haya se declare competente para el tema en 2015.El camino a La HayaEl Gobierno boliviano recurrió a La Haya después de que Chile frenó las negociaciones bilaterales por un acceso soberano al mar pese a los ofrecimientos que realizó.2011El 23 de marzo, Evo dijo: “La lucha de 132 años por nuestra reivindicación marítima ahora debe acudir ante los tribunales y organismos internacionales, demandando una salida libre y soberana al océano Pacífico”.2013 El 24 de abril Bolivia presenta ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya la demanda contra Chile por una salida al Pacífico. El agente Rodríguez Veltzé y el entonces canciller Choquehuanca lideraron la representación.2014 El 15 de abril, Bolivia presenta su memoria de más de 200 páginas ante la CIJ. El 15 de julio, Chile impugna la competencia de La Haya para conocer la demanda boliviana.



2015 Del 4 al 8 de mayo, Bolivia y Chile exponen sus alegatos orales. Por amplia mayoría, el 24 de septiembre la CIJ rechaza la impugnación de Chile y se declara competente para el juicio.2016 El 6 de junio, Chile demanda a Bolivia en La Haya por una controversia sobre el uso de las aguas del río fronterizo Silala. Bolivia había anunciado en marzo que acusaría a Chile ante la CIJ por uso indebido del caudal.

2018 En marzo, concluyen los argumentos orales de Bolivia y Chile ante la Corte de La Haya. Hoy, 1 de octubre, a las 9:00, la CIJ leerá su sentencia sobre la demanda marítima boliviana.Página Siete / La Paz