Batallas que vienen

Humberto Vacaflor Ganam

Con la ayuda de la policía, convertida en la “guardia bolivariana”, el gobierno del cocalero Evo Morales apenas sobrevivió a la protesta del 6 de diciembre pero quizá ese fuerza no le sirva de nada para enfrentar las batallas que se avecinan.

Una es la crisis económica, por ahora negada a pesar de todas las evidencias, y la otra es el frente externo hostil, conformado por Brasil, Argentina y Chile, de donde llegan mensajes muy duros para las exportaciones de droga boliviana.



El presupuesto 2019 es la evidencia de que el gobierno admite la crisis aunque sabe que debe ocultarla, por la campaña.

Dice Mauricio Ríos García: “anuncian una reducción del déficit público hasta en 6,98%, un precio del barril de petróleo inferior al de 2018 (en $50), y menores volúmenes de exportación de gas, también anuncian mayores ingresos tributarios que son 3,6% mayores que en 2018, entre otras cosas para incrementar el subsidio a hidrocarburos de $3.330 a $4.345. ¿Tiene esto algún sentido realmente? Esto es un mamarracho y no puede significar más que mayores impuestos.”

La Fundación Jubileo recuerda las hazañas de este gobierno en el manejo de la economía: “los primeros ocho años (2006-2013) fueron de un superávit fiscal acumulado de 14,5% respecto al PIB, y los siguientes seis años (2014-2019) un déficit fiscal acumulado de 40,0% respecto al PIB, es decir (que) en seis años desahorramos todo los acumulado en ocho años y adicionalmente gastamos más acumuladamente un 25,5% respecto al PIB.”

Es que, según José Luis Parada, “la vicepresidencia recibió el proyecto de PGE el 27 de octubre y lo ocultó hasta el viernes 24 de noviembre, cuando lo entregó al parlamento para que sea aprobado sin tiempo para revisarlo y sin tener la ejecución de Empresas Públicas, Ministerios y Empresas Descentralizadas de 2017. Son las que se gastan más del 70% del Presupuesto.” ¿Es esto gobernar?, pregunta Siglo 21.

Y la otra batalla, del cerco anticocaína conformado por tres países vecinos. Ante las primeras medidas de Argentina, para usar el ejército en el control de la frontera, Evo Morales dijo que se trataba de “amedrentar” a Bolivia, aunque en realidad sería al Chapare. Una triple alianza antidroga.

Lo que muestra que la verdadera batalla que se está dando en Bolivia es la que enfrente a la economía legal y a la ilegal. La propuesta de Evo Morales, de que todo el país adopte la economía ilegal, ha dividido al país.

Fuente: Vacaflor.obolog.com