María Creuza, la musa e intérprete de Vinicius de Moraes y de la ‘Bossa nova’ toda

La reconocida cantante brasileña recorrió su carrera y proyectos junto a Infobae Cultura: Vinicius, las emblemáticas presentaciones en ‘La Fusa’, la poesía, Bolsonaro y sus próximas presentaciones, entre otros temas

Baiana da gema, como se dice en portugués, bahiana pura nacida en ese mismo estado del Brasil que dio a Caetano Veloso, Maria Bethania, Gal Costa, Joao Gilbero y Daniela Mercury entre cientos y  cientos de artistas.  Ella sigue siendo considerada la musa y la intérprete preferida del gran .

María Creuza canta con la misma pasión de siempre. «El éxito es marca con una canción. Que la gente sepa que ahí estás vos», le dice a Infobae Cultura.  Cuenta su encuentro con Vinicus («Vinicus fue todo. Es todo», dice), su recorrida por el mundo con la Bossa Nova y el futuro. Porque María no para de pensar en lo que vendrá, en todo lo mucho que tiene que interpretar. Aquí, la charla completa.



Empezamos diciendo que no es verdad que hablás portuñol, hablás argentino muy bien.

— Ah, muito obrigado.

Adoramos o teu español

— Ah que bom, bom. Sabe que yo cuando fui a otros lugares, que viajo mucho vos sabés, estuvimos en Madrid haciendo una entrevista como ésta y el periodista dijo: «Que acento porteño que tiene usted». Muchas gracias, es un elogio.

Claro que sí. María, hoy la música popular de Brasil, la samba, qué es en el 2018.

— Bueno, la música de Brasil es una música muy llena de varios, varios detalles y varias influencias ¿no? La samba brasilera depende de dónde estés, en qué capital estás, porque en Bahía se escucha una samba de raíz, una samba que se llama de rota como se dice allá, y una samba de Río de Janeiro es otra cosa, es una samba más, digamos que es más para turistas, porque tiene una cosa muy especial para atrapar al turista, con esos tambores extraordinarios que tiene ¿no? Y entonces todas las influencias, la música de Brasil tiene esa gracia y esa alegría, esa fuerza de cadencia, entonces todo eso atrapa. Por eso mucha gente dice: «ah, yo escucho música en Río es una cosa, escucho en Bahía es otra.» Y realmente es.

Y en San Pablo otra.

— Y en San Pablo otra. Es increíble. Por eso es una miscelánea, digamos así, de influencia y de contrastes ¿no? Que nos enriquece por supuesto porque nos da ese placer para un intérprete de tener varias oportunidades de mostrar cómo se puede cantar una samba, cómo se puede cantar bossa nova como es mi caso y en fin.Y yo estoy encantada con los talentos extraordinarios que están apareciendo cada vez más en Brasil. Y hay que aprovechar todo eso porque hoy en día con tanta importancia de todos ustedes que tienen medios de comunicación es muy lindo saber que están abriendo puertas. En el tiempo que yo empecé las puertas eran un poco más restrictas digamos así ¿no?

Pero ustedes fueron los que no solo abrieron las puertas al Brasil sino al mundo.

— Sí, la verdad que sí, la verdad que sí.

La bossa…

— Claro. Sin falsa modestia yo llegué cuando Vinicius ya era, Vinicius de Moraes estamos hablando nada menos, yo llegué cuando la bossa nova ya era la bossa nova. Bueno, yo llegué en los años 70 y Vinicius ya tenía toda esa fama y esa belleza de que… Tom Jobim, Joao Gilberto, ya estaban como los maestros de ese movimiento extraordinario que cambió el retrato de Brasil. Pero yo puedo decir que cuando me define Vinicius como su intérprete o que me invita a viajar por primera vez fuera de Brasil fue la gran oportunidad de definirme de que yo realmente quería seguir ese camino.

María Creuza

María Creuza

Claro.

— Y entonces que lindo que fue a través de la música, que yo de alguna manera ya cantaba pero no era mi idea cuando vivía en San Salvador de Bahía.

Visto desde afuera como un extranjero la impresión que hay es que Brasil respeta mucho a sus artistas. Yo creo que si hay algo muy rico en el Brasil es que se los respeta mucho, hay como una devoción, se los escucha. ¿Es así?

— Es así, es así. Es así. Ahora, por eso de tener tantos artistas hay un mediatismo también ¿no? Hay que cuidarse que no se te olviden también. Porque hay modas. Como en todos lados ¿no?

Sí claro.

— La verdad que sí. Pero de todas maneras hay un respeto. La gente hoy en día está más informada de la trayectoria de uno, eso es bueno, buenísimo, como yo acabo de decir por los medios que tenemos informáticos hoy que viajan por el mundo rápidamente. Eso por un lado ayuda muchísimo ¿no? Sin duda que la música que por ejemplo me definió, que me dio el camino a seguir es justamente la música que se escucha en todos lados, que yo tengo una experiencia de llegar y encontrar un colega, por ejemplo, Alejandro Sanz que canta con Roberto Carlos y hay un tema que es muy bossa nova, y ellos mismos me hablan, como Julio Iglesias y tantos otros que conocemos de tantas idas y venidas, que escucharon mucho mi disco. Y eso es muy lindo porque como que están buscando esta esencia, la cadencia, esa rica melodía por ejemplo de los temas de Jobim, el propio Joao Gilberto, todo eso fue una escuela.

Claro.

— Que lindo que somos una escuela.

Nada menos.

— Que bárbaro.

Qué es el éxito María.

— Uh, el éxito, no es palpable, se siente pero de una forma rarísima ¿no? Por lo menos yo siento el éxito como que yo llego a un lugar y dicen yo te escuché cantar tal cosa. Ese es el éxito, marcar a través de un tema. Que cosa más linda y más fuerte. En mi caso que yo estoy cantando en portugués, que lindo idioma que es el portugués, entonces llegar ahí y que la gente me escuche es éxito. Llenar un teatro es éxito. Viajar tanto, que yo no quiero perder nunca esa vida gitana, es éxito. Ahora sentir como te dije, no es palpar, es una cosa así inconmensurable.

¿Te dabas cuenta cuando empezaste con Vinicius?

— No, ya te digo no.

No, vos te subías y cantabas.

— Mira, yo llegaba, cantaba, era una piba, una pendeja como se dice acá.

(Risas) Muy bien.

— Y estaba fascinada. Todo para mí era totalmente nuevo. Y de la mano de un maestro de la importancia de Vinicius de Moraes era como tocar el cielo como decimos nosotros ¿no? Y la forma como me recibieron ahí en la Fusa, en ese café concert, era todo nuevo, para mí era una cosa chica y cálida, que la gente participaba como nunca y yo no podía creer que me estaba entendiendo.

Hay grabaciones de la Fusa hermosas, hermosas.

— Hermosas, sí.

Y suena distinto.

— Sí, es verdad. Yo digo siempre que fue un momento lindo y mágico de Vinicius eligiendo ese repertorio y comentando con Toquinho cómo pretendía que fuera ese momento. Cómo aceptó grabar ese momento. Nos transfirió a un estudio aquí en Buenos Aires claro y lograr ese momento ahí con el público, con los vasitos de whisky que había que tener ¿no?

Vinicius es whisky.

— Vinicius es whisky, claro que sí. El perro embotellado.

— (Risas) ¿Cuánto de mito hay? Bueno, él mismo lo contaba que él cuando hacía un concierto tomaba en serio.

— Pero en serio, en serio. Inclusive cuando lo conocí, que tuvo un problema que ustedes ya saben la historia de los matrimonios de Vinicius de Moraes, fueron nueve, y yo lo conocí cuando estaba por la sexta, y antes de la séptima fue a vivir a mi casa porque quería esconderse del periodismo allá en Río. Y yo me acuerdo muchísimo que empezamos a pedir bebida porque él despertaba y quería: «María, ¿vamos a tomar algo?» En el desayuno y tal tomaba su tostadita y no sé qué, pasaban dos horas ya quería tomar algo.

Claro.

— A la larga eso fue minando su salud, pero en ese momento para él era vivir. Aprovechar y vivir cada segundo como nunca más.

Claro.

— En el tema tomar ¿no?

¿Es verdad que la vida, después de cantar tanto, mirar tanto y escuchar a los poetas, la tristeza no tiene fin y la felicidad sí?

— Y sí porque son momentos, y él escribió eso perfecto. Es una paradoja pero es verdad ¿no? «Tristeza não tem fim. Felicidade sim. A felicidade é como a pluma. Que o vento vai levando pelo are.» Esa simbología de todo que pasa rápido es lo que pensaba Vinicius de la felicidad, son momentos.

Recién lo mencionaste y hasta hace nada y ahora seguís cerca de Toquinho. Contame aquel encuentro con Toquinho.

— Ah, el encuentro con Toquinho fue fantástico porque Toquinho vino a sustituir al hijo de Dorival Caymmi, que es otro ícono de la música bahiana ¿no?

Claro.

— Y Dori, el hijo de Dorival, estaba contratado para hacer la temporada en Punta del Este. Justamente en el comienzo de La Fusa. Y Vinicius hablando con Dori, un problema también sentimental que tenía Dori tuvo que volver a Río, porque su mujer le amenazaba también con abandonarlo porque estaba viajando mucho tiempo, entonces él volvió a Río. Y Vinicius desesperado empezó a llamar a Sao Paulo porque tenía conocidos, inclusive un gran guitarrista que se llamaba Paulino Guera fue quien indicó a Toquinho, «No, acaba de llegar un joven que toca muy bien la guitarra, que estaba viviendo en Italia, y pienso que va a servirte Vinicius.» «Bueno, por favor decile que venga, yo mando el pasaje», no sé qué, no sé cuánto, Toquinho apareció.

Aparece ahí. Qué eran, los 70.

— Los 70, exactamente. Yo digo siempre que fue una simbiosis total ¿no? Los tres. Las voces se casaron, Vinicius era una especie de papá, de mestre, de maestro, y nosotros encantados ¿no? Bebiendo todo, literalmente.

— (Risas)

— Vinicius me cargaba, me decía: «Cómo puede ser Mariazhina», ya con esa intimidad linda que tenía de hacer los nombres más diminutivos, «Mariazhina, tú tienes que beber algo así bueno, whisky con hielo.» «No Vinicius, no me gusta.» «Vos ponele algo», «¿Qué?» «Y qué sé yo, jugo de naranja.» «Pero así puro, puro no. Al final uno se acostumbra».

Uno aprende.

— Uno aprende, uno aprende. Y Toquinho tuvo la gran suerte, yo digo siempre que también fue obra del destino, ser el último coautor con Vinicius ¿no? Porque vivió los últimos 10 años de la vida de Vinicius componiendo con él. Y claro, una persona que deja su legado de la forma tan fuerte que dejó este poeta compositor es para hablar toda la vida de ese hombre, de la obra, de todo lo que significa, para nosotros dos definir carreras, no solamente la nuestra, la nuestra se marcó porque estuvimos los tres juntos ¿no? Pero él definió la carrera de mucha gente, de cantantes, de compositores. Hablando con el propio Caetano Veloso, que en una época fue para un lado de la música brasilera totalmente diferente, a la tropicalia y a no sé qué, quería ser moderno.

Claro, el tropicalismo.

— El tropicalismo, claro. Pero después él reconocía.

Volvió.

— Volvió.

Volvió a casa.

— Volvió a casa. Y digo yo, mi base es bossa nova. Y me escuchaba cantar en Bahía y decía. Eramos colegas inclusive en un curso de teatro en Bahía ¿no? Que como yo ya conté quería ser actriz y al final eso me sirvió.

Claro, claro que sí. A propósito de Caetano hoy lo estoy viendo muy activo a partir de la llegada de Bolsonaro a la Presidencia, muchos artistas. ¿Cómo vivís vos esto que está pasando en el Brasil?

— Bueno, estamos todos pendientes de esta situación rarísima. Una decepción extraordinaria con todo lo que pasó con Lula y Dilma y todo eso. Nosotros estamos como intentando renacer de todo el problema que tuvimos ¿no? Es un problema mundial, es un problema que… Pero en Brasil se nota más. De éste lado de América es un desastre lo que sucedió en Brasil, un gran país. Pero por eso mismo la gente se pierde, los políticos se pierden por el exceso de poder. Y entonces para nosotros fue un exceso de poder que dio margen a destruir un ídolo como Lula por ejemplo. Y entonces yo veo que la reacción de Brasil ahora es como ¿ah sí? Te voy a matar, te voy a destruir, pero nos voy a destruir primero a nosotros. Por eso eligieron otra persona que no tenía nada que ver con la…

Sí, con la tradición política.

— Con la tradición política de Brasil ¿no? Es como una especie de reacción de bronca digamos así.

Claro, claro.

— Y eso para nosotros, por ejemplo todo el mundo hoy la mujer que quiere ser la mujer influencia de un país, de todo, desde Dilma empezaron a caer esos ídolos, esos íconos, y entonces no hay vuelta atrás. Por eso mismo hay una especie de break con ese ilustre Bolsonaro.

Esta grieta que… Porque vos sos una argentina, nosotros te creemos argentina. ¿Cómo vivís el momento? Porque también entre los artistas se vive un momento de tensión y demás.

— Sí claro, pero yo no me siento mucho porque como yo soy visitante, soy medio argentina, yo observo, yo observo mucho, no tengo ningún partido ni nada. Admiro el esfuerzo de quien está en el poder, que está en el gobierno, porque inclusive ya me nombraron huésped de honor y yo tengo que agradecer por supuesto, es una…

Distinción hermosa.

— Una distinción maravillosa. Pero yo observo muchísimo porque lo que se refleja en Brasil se refleja aquí. Y hay un problema sociopolítico extraordinario. De todo, de pobreza, de los chicos, en fin, de estos dos países ¿no? Entonces mi bandera, digamos así, es de alguna manera tratar de ayudar con mi canto, de acercarme, de juntarme, porque hoy cuanto más nos juntamos mejor.

Sin la menor duda.— La fuerza es más grande ¿no?

Total.

— Entonces todo esto nos ayuda. Digamos que buscar optimismo como dice Vinicius, que yo siempre tengo que citar a este gran poeta, que dice: «Más que nunca preciso cantar.» Cantar y alegrar una ciudad, que linda forma de arte ¿no?

Claro que sí.

— Que linda manifestación. En un momento que estás muy preocupado con algo y escuchás una linda canción y que te lleva a un estado de espíritu optimista digamos así. Y eso es lo mejor.

Sin dudas. ¿Cómo escuchás música, sos de Spotify o…?

— No, no, yo escucho muchas cosas pero yo con mi computadora. Tuve que acostumbrarme, me pongo los auriculares y escucho mucho, escucho todo tipo de música que yo pueda, inclusive me divierte mucho porque hay cosas que yo pensaba que nunca me iban a gustar y me está gustando todo.

¿Por ejemplo?

— Cualquier manifestación. Rockeros por ejemplo. Hay cosas que digo cómo puede ser ¿no? Las chicas que cantan esa música ahora de Brasil por ejemplo que es más paródico como se dice, también me gusta. O sea, yo soy eclética, eso para mí me abre la cabeza ¿no? Como intérprete.

Claro, obviamente.

— Me enriquece.

¿Y de los nuevos poetas?

— Ah, yo soy más de leer eh.

¿Sí?

— Claro, escucho música y leo. Pero soy una lectora voraz.

¿Y qué lees?

— Leo de todo, leo novelas, biografías, de todo, de todo. Ahora estoy leyendo, cómo se llama, Adolfo Bioy Casares, un cuentito lindo que me lleva a un autor argentino. Me gustaban las cosas que escribía Borges por ejemplo. Ahora otra vez empecé a leer todos los libros de Vinicius, los cuentos de Vinicius, los sonetos, todo eso. Me ayuda mucho ¿no? A revivir eso. Los escritores, Affonso Romano de Sant’Anna me gusta mucho, el brasilero, Nélida Piñón.

Gran admiración tengo por ella.

— Es muy amiga mía.

Y a quien tuve la suerte de entrevistar, es una enorme escritora.

— Bueno, es maravillosa. Y realmente son gente que te enriquece tu dialecto digamos así.

Qué es Bahía, qué es Salvador de Bahía para vos.

— Bahía para mí es mi gran influencia, mi cuna, mi seña de identidad digamos. Porque cuando yo empecé a cantar en ese programa que me dieron, era un premio, yo cantaba música de influencia africana, cantaba un tema que se llamaba (0:18:49.1), que ni me acuerdo más la letra, y era un retrato de África. Ese color que tiene Bahía no lo tiene otro lugar.

¿Crees en Dios?

— Creo, claro que sí.

Bahía para mí fue una cosa muy impactante porque es la verdadera mezcla de las tradiciones africanas y de las tradiciones cristianas sin pelearse.

— Sí, sin pelearse, eso es lo más lindo que le puede suceder a una persona. En Bahía se respeta, la Iglesia Católica está par a par con Candomblé y la Iglesia tiene significación con Candomblé, y eso nos enriquece. Es una maravilla, poder estar en una iglesia católica por ejemplo, en una misa que hoy se pueda hacer esto. Hay una apertura que empezó en Bahía. Cuando escuchás tambores dentro de la iglesia es como dicen piel de gallina ¿no?

Sí. El que nunca vio lo que pasa en la iglesia de Bonfim el 2 de febrero, es algo maravilloso.

— Claro, claro. Yo tengo en mi celular la tapa las cintitas de Nuestro Señor de Bonfim. Sí, una foto ahí para acordarme de ese momento, es una iglesia top de allí que es la más conocida y tiene toda una historia, la fiesta de Bahía, no hay otro lugar, y todo eso, es mi identidad, desde que nací. Entonces la fiesta se respeta, las tradiciones ¿no? Vestir blanco los viernes, todo eso. Los bahianos te cuentan eso con una naturalidad impresionante porque es su vida, es su cotidiano.

Contame qué vas a hacer, cómo vienen los shows.

— Bueno, yo ya terminé una parte que fue justamente aquí en Buenos Aires en el Auditorio de Belgrano que es un teatro maravilloso. Ahora ya voy a seguir para Rosario, después tengo Banfield y también tengo el día 24 en San Isidro.

En San Isidro.

— En San Isidro. Y voy a hacer la costa, que es la cosa más bonita en el verano que yo esté por aquí. Yo me voy a dedicar a estar cantando para ustedes en la costa.

Qué lindo.

— A partir de Mar del Plata buscame (risas)

Ponemos María Creuza y va a estar.

— ¿Dónde está María Creuza? Busquemos.

Vas a estar por ese lado.

— Sí. Porque estoy haciendo eso para la gente, estoy haciendo un racconto muy, muy cariñoso de los 60 años de la bossa nova. Para Vinicius. No solamente es cantar al poeta más grande como volver a mi historia ¿no? Esta curiosidad que yo veo que hay en los jóvenes que están apareciendo en mis recitales. Eso me interesa muchísimo. Saber mi historia, saber qué es esa música que está haciendo esta mujer. Qué está cantando. ¿Son clásicos de la música brasilera? Y yo tengo también mi proyecto de hacer el año que viene cosas de otros coautores que yo acostumbro decir que fueron herederos de Vinicius, que son herederos de Vinicius, el propio Caetano, de mi generación todos estamos ahí felices y contentos y fuertes tratando de ayudarnos mutuamente. Un Djavan por ejemplo, Djavan que es un gran compositor, yo canto inclusive en el show un tema de él que se llama «Meu bem querer» que es muy lindo. Y tengo ya mis preferencias que yo quiero invitar inclusive, abrir ese abanico como se dice en portugués, leque, para invitar compositores también de acá que yo pienso que me gustaría hacer una especie de homenaje ¿no? Yo de alguna manera quería abrazar más y más. Yo ya intenté, ya hice shows con Amelita Baltar por ejemplo que es una tanguera de toda la vida, mi querida amiga, y Astor Piazzola que es un referente extraordinario de la música de ustedes. Los tangos más antiguos yo quiero cantar «El día que me quieras» que es un himno. Entonces todo eso para decir gracias Argentina, estoy aquí tratando de hacer lo mejor que yo pueda ¿entiendes?

Claro. Que bueno.

— Eso es lo que más me gratifica por todo, por estar aquí.

Qué sentís cuando decís saravá Vinicius.

— Opa, yo vuelvo en el tiempo. Él decía mucho «saravá». Es un saludo, como que estoy pidiendo protección, sarava. A tu ángel de la guarda quiere decir saraváa.

Bueno, con el mayor de los respetos y para agradecerte saravá María.

— Gracias.

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Fuente: infobae.com