Palacio de Evo, un monumento al poder y la ostentación



Anuario 2018. Es el edificio más alto de la ciudad de La Paz y costó 34,4 millones de dólares. En el piso 24 el presidente Evo Morales tiene una suite para su descanso.





Un sábado de agosto de este año, una mujer que rondaba los 60 años se acercó desafiante al único soldado que custodiaba el ingreso de la Casa Grande del Pueblo y le preguntó: “¿Este es el ‘Palacio de Evo?’”. El guardia se quedó mudo. Ella dio un paso más hacia él, respiró hondo, le plantó los ojos e insistió esta vez con más energía: “¿Este es el ‘Palacio de Evo?’”.

Otra vez silencio. “Sí señora, este es el ‘Palacio de Evo’”, intervino el periodista, que en ese momento conversaba con el soldado. “Gracias, señor”, contestó la mujer  y se alejó del lugar, mirando de reojo al uniformado, que no atinaba a decir nada.

Hasta entonces, el Gobierno ya había armado una gran polémica contra quienes llamaban “ Palacio de Evo” al edificio más alto –y probablemente más lujoso y caro– de la ciudad de La Paz, que tiene una altura de 120 metros, y que costó 34,4 millones de dólares.

El denominativo de “Palacio de Evo” tomó fuerza desde que se conocieran detalles del edificio, especialmente de los cuatro pisos que serían ocupados casi exclusivamente por el presidente Evo Morales:  la suite presidencial (piso 24), el despacho presidencial (piso 23), la terminal área (piso 25) y el helipuerto (piso 26).

Pero fue la suite presidencial la que concentró gran parte de las críticas. Y es que está construida en 1.068 metros cuadrados e incluye sauna, jacuzzi y sala de masajes, gimnasio, vestidor, recibidor y otros ambientes, además de un ascensor de uso exclusivo del Primer Mandatario, según los planos publicados por Página Siete en mayo de este año.

Sólo el dormitorio del Presidente, que mide 61 m2, equivale al tamaño a una vivienda social estándar en el país, comparó el periodista Raúl Peñaranda.

Inauguración  de la Casa Grande del Pueblo, en agosto.

En el piso de abajo, que también es de uso casi exclusivo del Presidente, está su despacho, que cuenta con dos oficinas, tres salas de reuniones y otros ambientes, además de un “estar íntimo” para Evo Morales.

El piso 25, encima de la Suite, está la terminal aérea, donde Evo  cuenta con una sala privada. Este piso está destinado a atender sus viajes en helicóptero.

Desde la inauguración de la Casa Grande del Pueblo, el presidente tiene dos residencias: la de San Jorge y la suite presidencial, aunque ésta sólo es usada para descansar, según el ministro de Defensa, Javier Zavaleta.

Ningún presidente de Latinoamérica cuenta con dos residencias oficiales. Muchos de ellos viven en casonas o residencias antiguas, como es el caso de los presidentes de Puerto Rico y Ecuador, y hasta en viviendas propias, como el presidente de Chile, Sebastián Piñera.

El caso más llamativo sobre el uso de una residencia presidencial es el del expresidente uruguayo José Pepe Mujica, que durante su mandato vendió la casona que era la residencia presidencial,  en la zona exclusiva Punta del Este. Y él continuó su vida en su casa y su chacra.

Desde los órganos Ejecutivo y Legislativo, de mayoría oficialista, surgieron variadas explicaciones para justificar esta costosa construcción. “El Palacio de Gobierno (el llamado Palacio Quemado) se lo construyó con la lógica de que sea un palacio colonial, frío, excluyente, racista, clasista; y la visión y la perspectiva con la que se ha construido la ‘Casa del Pueblo’ es todo lo contrario”, afirmó la ministra de Comunicación, Gisela López.

“Dejamos atrás el Palacio colonialista, desde el que tantos gobiernos le dieron la espalda al pueblo”, escribió Morales.

Y los diputados del MAS vieron esta monumental construcción como “una señal de progreso”.

Y respecto a la suite presidencial, el vicepresidente Álvaro García Linera dijo que se trata de “un cuarto con una camita. Yo he visto el cuarto del Presidente, su oficina, su despacho personal. He medido el cuarto del Presidente, he visto un lugar donde va a haber una camita para el Presidente y cuando esté todo vamos a entrar a ver y ahí van a poder evaluar si es una suite, si es un pahuichi, si es  una gigantesca mansión”, dijo García Linera el 28 de junio. Sin embargo, hasta ahora la prensa no pudo ingresar a la suite presidencial.

Las primeras críticas

En principio, al proyecto de este edificio le llovieron las críticas porque su construcción fue proyectada sobre una casa patrimonial, en el casco viejo, donde abundan las casonas coloniales. Es por eso que la norma municipal prohíbe edificaciones de este tipo.

Pero el Gobierno “le metió nomás”, gracias a la mayoría parlamentaria, que aprobó una ley para sortear esa prohibición. 

Estos edificios (incluido el nuevo edificio de la Asamblea Legislativa) son unos “verdaderos engendros especialmente por su desmesurado tamaño”, escribió Carlos Mesa en su blog en julio pasado. “La Paz -una vez más- tiene que pagar el incalculable precio de lo que es una combinación de imposición y megalomanía que infiere una herida de muerte a nuestro centro histórico, probablemente sin antecedentes en América”, agregó el hoy candidato  por el FRI.

La residencia de San Jorge, la suite presidencial, el palacete de Sucre, hangares VIP y casas están a disposición de Evo.

Inmediatamente Álvaro García Linera replicó: “los que critican la construcción de la Casa del Pueblo tienen una estética estrecha… La estética republicana a la que se aferra tanto Carlos Mesa fue construida sobre los espacios indígenas y sobre la expulsión y la destrucción de esos espacios y la estética indígena”, afirmó.

Las críticas pasaron, el edificio está y Evo sí descansa  allí, contra viento y marea.

Palacete,   hangares VIP y otras casas

La residencia de San Jorge y la suite presidencial no son los únicos lugares de descanso del presidente Evo Morales. 

En 2015, el Presidente declaró –mediante decreto supremo- como segunda residencia presidencial el palacete de La Florida en la ciudad de Sucre, el que  fue declarado la “Casa Presidencial de la Revolución Democrática y Cultural”. Sin embargo, no hay información sobre si alguna vez lo usó.

El palacete está situado a cinco kilómetros de la ciudad de  Sucre. Es un edificio de dos plantas y 74 habitaciones  y fue construido por encargo del presidente Aniceto Arce (1888-1892). Hoy es un atractivo turístico.

El Gobierno también construyó salas presidenciales VIP  en los aeropuertos de Tarija, El Alto, Santa Cruz y Cochabamba. En 2013  Morales dio inicio a la construcción de la terminal presidencial de El Alto, que cuenta con una sala de reuniones para el gabinete alterna a la de Palacio, áreas de seguridad, sala de prensa y un dormitorio presidencial.

El hangar y terminal presidencial de la Brigada Aérea de El Alto fueron construidos en una superficie de 6.259 metros con una inversión de 10,5 millones de bolivianos, según publicó Página Siete en mayo de este año. 

Hay instalaciones similares en las terminales aéreas de Oruro, Santa Cruz, Cochabambamba, Chapare, Sucre, Tarija y Oruro.

Al margen de estas obras públicas, el presidente Evo Morales es propietario  de al menos dos casas en Cochabamba. Tiene una vivienda con un cato de coca en Chapare y un chalet en la ciudad de Cochabamba.

En abril, el diario Opinión publicó que la casa del Presidente en Cochabamba está en el barrio Villa Victoria, y que en pocos años llegó el progreso a la zona. Las calles fueron asfaltadas y se encarecieron los terrenos.

Página Siete / Alcides Flores  /Periodista