Sigan cavando



Cuando asumió el poder por primera vez el ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada en 1993, el país estaba bajo amenaza de una crisis energética, debido a la drástica disminución de la producción de hidrocarburos líquidos. Con el gas no había problemas pues lo poco que se explotaba alcanzaba para cubrir el pequeñísimo mercado interno y la exportación a la Argentina, que no llegaba ni a los cinco millones de metros cúbicos diarios. El Gobierno puso en marcha un agresivo programa de exploración pues no solo estaba en riesgo el abastecimiento interno, sino que había que asegurar el contrato con Brasil y para ello era necesario contar con grandes reservas. Entonces surgieron como salvadores los campos petroleros del Chapare, donde fue necesario perforar a más de seis mil metros, todo un récord. En este momento también se habla de haber batido una marca de profundidad, aunque lo del gas está por verse y el contrato con Brasil parece esfumarse.

Fuente: eldia.com.bo