Al menos 2 “momentos clave” explican la “fidelidad” de Evo al heredero de Chávez


El primer momento está relacionado con la llegada de Morales al poder y sus primeros años. El segundo, con el respaldo que brindó el Comandante al Jefe de Estado en 2008, durante la polarización que vivió el país.

Al menos 2 “momentos clave” explican la “fidelidad” de Evo al heredero de Chávez




Hay al menos dos “momentos clave” que retratan el apoyo del extinto Hugo Chávez al presidente Evo Morales y que explican la “fidelidad” del Jefe de Estado respecto al régimen de Nicolás Maduro. Aquellos son, según analistas y políticos: el respaldo de recursos, durante las primeras gestiones de Morales, y el apoyo político que le brindó Chávez en 2008, durante la polarización política que vivió el país. 

El primer momento está relacionado con la llegada de Morales al poder, en 2006, y sus primeros años. De forma concreta -sostienen quienes investigaron el tema- el respaldo de Chávez se evidencia a través de la incidencia en el “soporte estratégico y de inteligencia” y en el programa Bolivia Cambia, Evo Cumple, que durante su primera etapa fue financiado principalmente con recursos  de donaciones del Gobierno venezolano (hasta 2010, de ahí en adelante se financió con dinero del Estado).

Al respecto, el senador y candidato Óscar Ortiz, quien estudió el caso, afirma: “Al principio, en la primera gestión, incluso había actos en los cuales el Presidente entregaba las obras con el embajador de Venezuela al lado; y en el primer periodo, incluso, los cheques que se entregaban a los alcaldes eran de la embajada de Venezuela”.

La cifra que se calcula que se aportó desde Caracas para ese programa supera los 200 millones de dólares, según reportes de prensa. “Eso obviamente tenía una intencionalidad política, era un momento en el que todavía no habían crecido tanto los ingresos extraordinarios que provocaron después el alza de precios de las exportaciones de gas”, afirmó Ortiz, quien agregó que el programa del objetivo “era generar una imagen de que alguien está entregando permanentemente obras”.

José Rafael Vilar, autor de Auge y caída del socialismo del siglo XXI, explica que además de financiar el programa Evo Cumple, “Chávez fue fundamental en el soporte estratégico y de inteligencia del gobierno de Morales Ayma (junto con la presencia cubana, vinculada originalmente gracias a los petrodólares de Venezuela)”.

Vilar resume todo en la siguiente idea: “independiente de las reales afinidades, en 2006 era absolutamente estratégico para Venezuela contar con un aliado más; recordemos que Correa y Ortega triunfaron en 2007”.

El otro momento clave del respaldo de Chávez a Morales se “afinca” en 2008. Chávez, en septiembre de ese año, realizó el respaldo público más fehaciente que pudo recibir el Gobierno durante aquel periodo conflictivo.

Cuando la polarización en Bolivia estaba en una aguda escalada, Chávez expresó en septiembre de ese año que si derrocaban o mataban a Morales, le estarían dando venia “para apoyar cualquier movimiento armado en Bolivia”.

“Si la oligarquía y los pitiyanquis, financiados por el imperio, derrocaran algún gobierno nuestro, tendríamos luz verde para iniciar operaciones de cualquier tipo para restituir el poder popular”, agregó Chávez aquella vez. 

Cuando Morales expulsó -el 10 de septiembre de 2008- al embajador de Estados Unidos, tras acusarlo de encabezar una conspiración, Chávez expulsó al embajador norteamericano en Venezuela en solidaridad con Bolivia.

En el masismo afirman que entre los gobiernos de Bolivia y Venezuela hay una afinidad ideológica de izquierda, y que ello explica el estrecho lazo.  David Ramos, diputado y exjefe de bancada del MAS, sostuvo que “el apoyo recíproco en algunas políticas de Estado, por supuesto, tiene que ver con una afinidad”.  No obstante, el legislador subrayó que ese respaldo está enmarcado “con lo que significa ejercitar la soberanía, la autodeterminación y la dignidad, sin injerencia de ninguna índole en el contexto internacional”.

Chávez falleció el 5 de marzo de 2013 y de ahí en más pasaron a tener mayor notoriedad las iniciativas del Gobierno hacia el chavismo. En ese marco se identifican dos momentos: uno, de acciones de homenaje (entre 2013 y 2017); y el otro, de respaldo internacional al régimen de Maduro, heredero de Chávez (de 2017 en adelante).

En el primer momento sobresalen acciones como la inauguración de una estatua de Chávez en Riberalta, Beni (noviembre de 2013), la dedicatoria de Morales de su triunfo electoral a Chávez   en octubre de 2014; y el nombramiento de centros educativos con el denominativo del comandante (en Sacaba y Monteagudo, en 2017).

El segundo momento está relacionado con las acciones que desplegó el Gobierno en favor del régimen madurista. A principios de abril de 2017, tras asumir la presidencia del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), Diego Pary, entonces embajador de Bolivia ante ese organismo, suspendió una reunión extraordinaria prevista para evaluar la crisis  en Venezuela.

La decisión sorprendió a varias delegaciones. No obstante, la mayoría acordó proseguir con el tema y se aplicó un artículo del reglamento que faculta al embajador más antiguo cubrir la ausencia del presidente o el vicepresidente.

En enero, la OEA aprobó una resolución para declarar ilegítimo el segundo mandato de Maduro. Bolivia votó en contra.

A principios del mes en curso, el Grupo Internacional de Contacto (GIC) pidió que se convoquen a elecciones “libres, transparentes y creíbles” en Venezuela. No obstante, la representación de Bolivia, que asistió al encuentro, no suscribió el pronunciamiento.

Vilar concluye con una reflexión sobre el respaldo de Morales a Maduro, poniendo énfasis en que “esa fidelidad” le juega en contra hoy a Bolivia: “Al margen de mi decidido rechazo al madurismo, creo meritoria para el presidente boliviano la fidelidad de Morales con la continuidad de su mentor (en realidad: es la identificación con su mentor que le permitió gobernar en sus años más conflictivos y con el supuesto “legado” de Chávez). Otra cosa muy diferente es que esa fidelidad con el ‘legado’ de Chávez ha aislado aceleradamente a Bolivia”.

Una reciente  visita de Morales a Maduro.
 Foto: @evoespueblo

Punto de vista

David Ramos, Exjefe de bancada del MAS

“Hay una afinidad ideológica”

Entre Venezuela y  Bolivia hay una afinidad ideológica política de izquierda; y es un proceso revolucionario, que es el contrapeso a la política capitalista que fracasó.

La generación de Chávez, Rafael Correa, Daniel Ortega, Cristina Fernández, Fernando Lugo  y por supuesto Evo Morales tuvo la capacidad de hacer retroceder el ALCA. ¿Hoy quién se acuerda del ALCA? Ni siquiera Estados Unidos.

Entonces, no es simplemente el apoyo por apoyo, sino es por una afinidad ideológica política y hoy lo que estamos viendo es de que los países que apoyan a Venezuela siguen sumando. Son más de 50. Ahí está China, Rusia y el Vaticano.

Entonces no podemos decir que Venezuela está sola. Venezuela está con todo el apoyo de la comunidad internacional y por ello queremos decir que lo que haya existido, apoyo recíproco en algunas políticas de estado por supuesto pues tienen que ver con una afinidad relacionado con lo que significa de ejercitar la soberanía, la autodeterminación y la dignidad sin ninguna injerencia de ninguna índole en el contexto internacional. Esa es la lucha de los pueblos, que tiene afinidad con Bolivia, Venezuela y los países que luchan.

Página Siete  / La Paz