Población y ambientalistas piden análisis a patos muertos

La muerte de más de 20 patos y otras aves en la laguna de Quenamari generó molestia e indignación en la población, concejales y ambientalistas. Exigen que se hagan los análisis necesarios y se tome posesión sobre el espejo de agua y la serranía que están en abandono.

El concejal del MAS, Sergio Rodríguez, señaló que es tuición de la Alcaldía de Cochabamba indagar en las causas de la muerte de estas aves. Además de poner fin a la contaminación del agua y los loteamientos.



“Es como en la laguna Alalay, está en jurisdicción municipal y se deben hacer cargo los técnicos”, indicó Rodríguez.

Por su parte, la concejal Rocío Molina indicó que se vio sorprendida por la noticia de los patos. Además, pedirá que Medio Ambiente intervenga lo antes posible.

Entre las hipótesis que se manejan están la contaminación por aguas servidas de los asentamientos en la serranía Quenamari o también se baraja la posibilidad de un envenenamiento, pues se trata de un hecho fuera de lo normal.

Las causas de la muerte de los patos se podrían definir con un examen toxicológico a los cadáveres a ser realizado por Medio Ambiente.

En la laguna de Quenamari se halló más de una veintena de patos muertos en las orillas del espejo de agua y alrededores. Algunos tenían una data antigua y otros tenían apariencia de morir recientemente.

A mediados de enero, Quenamari era la residencia de un gran número de aves nativas y migratorias. Entre ellas se encontraban flamencos, que ya se fueron.

 

PIDEN SOLUCIONES DE FONDO PARA LAGUNA

El concejal Sergio Rodríguez observa que se debe solucionar los problemas de contaminación y loteamientos en la laguna de Quenamari. Indicó que en una propuesta que presentó al municipio se instaba al uso de tecnología similar a la brasileña en la planta de tratamiento de aguas residuales de Albarrancho.

El objetivo es generar una calidad de agua que permita incluso tener un criadero de peces. En este caso, sería alimentar con agua sin contaminación a la laguna.

La ambientalista Natalia Vega lamenta que el mismo municipio pretendiera urbanizar la laguna con una propuesta de cambio de uso de suelo, cuando debería declararse área protegida.

Fuente: lostiempos.com