Violaba a una niña de 10 años y descubren que estaba embarazada

Hizo una dramática revelación de su sufrimiento. Cuando su madre salía a trabajar, el sujeto aprovechaba para cometer los ultrajes; la menor pedía auxilio a su abuelita, pero no la escuchaba por su sordera



Guider Arancibia Guillén

Una niña de 10 años le contó en su casa a su mamá que sentía dolor en el vientre y las piernas. La madre la llevó a un centro médico de la jurisdicción de La Guardia y grande fue su asombro cuando el médico, después de un análisis de sangre y una revisión, le certificó que estaba embarazada, de 7 meses y medio. La mamá quedó impactada y entre sollozos le preguntó a su niña qué pasó y ella reveló un verdadero drama que venía sufriendo, su padrastro la ultrajaba sexualmente y la amenazaba con someterla a duros castigos si lo delataba.

La denuncia de la madre

La mamá se armó de coraje y se dirigió de inmediato a la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia de La Guardia para formular la denuncia. Agentes policiales, con la participación del fiscal Saúl Rosales, se movilizaron y lograron capturar al padrastro, identificado como Benjamín Castro Égüez, que estaba por fugarse del lugar.

A las investigaciones se unieron representantes de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia. Una de las primeras medidas fue la entrevista sicológica. La niña reveló que desde hace tres años recuerda que se fueron a vivir a un inmueble alquilado por La Guardia.

En esa casa vivía junto a su mamá, su padrastro y su abuelita, por parte de padre.

Reveló que cuando su madre salía a trabajar su padrastro se quedaba y empezaba a tocarle el cuerpo mientras jugaba.

La niña esperaba que después del mediodía llegue su mamá para que la lleve al colegio.

Las sicólogas quedaron sorprendidas cuando la niña empezó a contarles que por la pobreza por las noches ella junto con su mamá y el padrastro dormían en una sola cama. Cuando la madre quedaba dormida o salía al baño, el sujeto aprovechaba para acercarse a ella.

Lo más grave vino después, cuando el hombre la seguía con su mirada a todas partes y cuando su mamá salía al trabajo ya por primera vez, usando violencia, la violó. “Yo gritaba pidiendo auxilio a mi abuelita, que estaba afuera, pero ella no escuchaba porque es sordita”, reveló la víctima.

En manos de la Defensoría

Después del testimonio dramático de la niña, las defensoras optaron, como prioridad, trasladar a la niña a un centro médico para que le realicen controles y se evalúe su situación.

Según policías y funcionarios de la Defensoría de la Niñez y la Fiscalía, la declaración de la víctima estremeció no solo a los investigadores, sino al fiscal Saúl Rosales, a quien le tocó conocer el suceso.

La mamá decidió seguir adelante, pues se gana la vida de comerciante y vende comida. Hasta el momento la niña está bajo la protección de la Defensoría y el fiscal Saúl Rosales requirió medidas de protección familiar.

Aceptó 21 años de cárcel

Tras la detención, el padrastro fue llevado ante el fiscal. Trató de hacer justificaciones, pero al final admitió y optó por callar en sus declaraciones.

Como empleado de una empresa, el hombre fue asistido por un abogado y decidió aceptar su culpa y someterse a un procedimiento abreviado renunciando así a un juicio oral y contradictorio.

En una audiencia, que se desarrolló el fin de semana en un juzgado cautelar de La Guardia, la jueza le impuso 21 años de cárcel. Para el fiscal Saúl Rosales, con el fallo se acabaron las permanentes amenazas a la niña.

Fuente: eldeber.com.bo