Mentiras del INE

Humberto Vacaflor Ganam

El ministro de Economía, Luis Arce Catacora, ha cometido un grave error: creyó sus propias mentiras al decir que se puede hacer mercado mensual para una familia con 100 bolivianos.

En su primera gestión de ministro, antes de someterse a un muy costoso tratamiento en una exclusiva clínica de Sao Paulo, había ordenado al INE la aplicación de un nuevo sistema de medición de la variación de los precios al consumidor. Los engranajes fueron ajustados para que no registraran variaciones.



En los últimos meses el perno fue más ajustado todavía y las cifras de inflación eran negativas, quizá porque alguien en el INE pensó que eso se esperaba de un militante, sobre todo si se vive una campaña electoral.

Pero el ministro asegura que no hubo un aumento de los precios, sino todo lo contrario y que ahora la gente gasta menos que hace trece años. O ha perdido la razón o, como se sospecha, se cree ahora las mentiras que él mismo ordenó que se fabricaran. Es la última escala de la degradación cuando alguien se cree sus propias mentiras, dice un tango de Gardel.

Quizá algo de la memoria del ministro se quedó en Sao Paulo, porque ahora muestra que cree, de pie puntillas, que la inflación es la que mide y difunde el INE con el sistema diseñado para ocultar el aumento de precios.

Algo parecido ocurrió en Argentina. El INDEC de ese país se había acostumbrado a decir que la pobreza extrema fue reducida hasta apenas 3% por los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner. Pero cuando ese gobierno fue derrotado se descubrió que la pobreza era de 30%.

Todos los indicadores habían sido manipulados en Argentina, como ocurre en Bolivia. El rasgo se reproduce en todos los países donde se aplicó lo que vino a llamarse “socialismo del siglo XXI”.

Y se da en todos los casos.

YPFB dice que la producción de gas ha aumentado pero ocurre que la producción apenas alcanza para atender la demanda interna y los muy reducidos volúmenes de exportación.

Se habla de “un océano de gas” descubierto a 8.000 metros de profundidad pero ocurre que el pozo Boyuy X-2 es seco.

Cuando pase la campaña habrá pasado el delirio del gobierno. Y quizá entonces el ministro de Economía admita al hablar de precios estaba todavía bajo los efectos de algún somnífero.

Fuente: Vacaflor.obolog.com