No solo hay atascos en el Everest: el monte sagrado de Australia, colapsado por turistas

El sagrado monte Uluru de Australia.

No hay lugar que se esconda del turismo, ni la cima del Everest ni el monolito sagrado de Australia, el Uluru, donde se agolpan miles de excursionistas cada día para escalar hasta su cima.El Uluru, rocoso y rojijo, es el monte sagrado para el pueblo aborigen Arangu y se erige en medio del desierto australiano. Es una inmensa mole de 348 metros de altura y 9 kilómetros de contorno dentro del Parque Nacional Uluru-Kata Tjuta y ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad.

Los custodios tradicionales de Uluru, los Anangu, creen que este paisaje fue creado por sus antepasados en el principio de los tiempos y que ha estado protegiendo estas tierras sagradas desde entonces. En sus rocas, representó sus creencias, y entre los resquicios de estas habitan, al mismo tiempo, decenas de plantas raras y animales.De hecho, el parque Uluru-Kata Tjuta, que abarca unos 1.325 kilómetros cuadrados, es además importante enclave medioambiental donde tienen su hogar 21 especies de mamíferos, 73 reptiles y 178 aves. Pero convertirse actualmente en un destino turístico principal en el país tiene sus consecuencias. Y las oleadas de turistas -con sus deshechos que dejan, incluido restos fecales- han provocado en la zona una crisis de sostenibilidad.Los visitantes se han incrementado a lo largo de las últimas semanas ante el cierre anunciado del camino de ascenso a la cima el próximo 26 de octubre de este mismo año. El último registro, por ejemplo, muestra un incremento del 20% (casi 400.000 viajeros) entre julio de 2018 y junio de 2019.

Turistas subiendo el Uluru. (Reuters)
Turistas subiendo el Uluru. (Reuters)

«Es probable que continúe el incremento de visitantes debido a la temporada vacacional y al aumento de los vuelos (al aeropuerto de Yulara, a menos de 20 kilómetros del monolito)», apuntó hoy a Efe la oficina de prensa del Parque Nacional Uluru-Kata Tjuta.Ante la masiva lamada de turistas y curiosos de explorar el terreno, los alojamientos están casi al completo y los que no han conseguido hueco han optado por montar las tiendas de campaña a lo largo de las carreteras que llevan al lugar e incluso ocupar parte de terrenos privados para pernoctar, según ha señalado la Oficina de turismo Australia en la zona central.

Monte Uluru. (EFE)
Monte Uluru. (EFE)

Esas personas en alojamientos provisonales provocan una acumulación de basuras y deshechos y dejan una huella en el territorio.Las montañas de desperdicios abandonados por los turistas «pueden impactar en el ecosistema mediante la contaminación del agua o el consumo por los animales. También puede dañar la belleza de Uluru y muestra una gran falta de respeto a los dueños tradicionales«, dijo a Efe Marty Middlebrook, de la ONG ecologista Planet Ark.El guardabosques Andrew Thompson, también ha denunciado en declaraciones a la emisora SBS que existen en la zona «montículos de basura» junto a los asentamientos provisionales de cientos de personas «a lo largo de las carreteras» hacia el Uluru, antes conocido como Ayers Rock, de 600 millones de años de antigüedad. Fuente: elconfidencial.com