Un tribunal de La Paz absolvió a los hermanos Luis Fernando y Ernesto Córdova Santibáñes. Uno de los 2 condenados por el caso dice que vive amenazado hace 10 años y que los autores principales están fuera de la cárcel.
Rufino Rodríguez Coca es uno de los dos sentenciados a 30 años de cárcel por la muerte del empresario Jorge O’Connor D’Arlach Taborga. En estos 10 años de reclusión pasó por diferentes secciones y se supo ganar el respeto de los otros presos, pero afirma que vive amenazado por los “verdaderos monstruos” del atraco que “están libres”.Página Siete lo visitó en una especie de terraza del sector Prefectura del penal paceño; antes estuvo en Álamos y en Los Pinos.El pasado 6 de septiembre, el Tribunal Quinto de Sentencia le dio 30 años de cárcel junto a Franz Michael Rodríguez, ambos fueron acusados de ser los autores materiales, dispararon contra O’Connor en un atraco ocurrido el 27 de enero de 2009. El segundo sentenciado está en la sección más privilegiada, Posta.Desde el momento que fue detenido, Rodríguez denunció que fue amenazado por los otros involucrados para que no hable sobre el caso. En la entrevista, repite una y otra vez que los verdaderos culpables de ese deceso recuperaron su libertad. “Los monstruos del atraco están libres”, aseguró, con un tono molesto.En la acusación penal, el Ministerio Público acusó a los hermanos Luis Fernando y Ernesto Córdova Santibáñez de planificar el atraco contra el empresario, pero a principios de septiembre los jueces decidieron absolverlos de culpa junto a otros cuatro procesados más.Rufino Rodríguez lucía sorprendido, temía hablar de lo sucedido aquel día. Según la investigación de la Fiscalía, él arrebató los 450 mil dólares a O’Connor, dinero que iba a una coima para el entonces presidente de YPFB, Santos Ramírez.
“Me arrepiento de haber participado (del atraco), pero me llamaron, me dijeron: ‘ven a trabajar a La Paz’”, dijo el acusado mientras miraba el piso. “Fueron varias llamadas de diferentes personas”, contó.El sentenciado contó que sus cuatro hijos lo visitan siempre y que antes vivían con él en el penal. “Mientras yo estaba aquí mi esposa estaba en (en el penal de) Obrajes, sólo por ser mi esposa la encerraron, tuve que traer de Cochabamba a mis cuatro hijos y crecieron aquí (en la cárcel) los últimos 10 años”, indicó.Mientras Rodríguez contaba cómo vivía en la cárcel, se acercó Ariel Carlos Montaño Fuentes, otro de los acusados que fue absuelto del proceso, le estrechó la mano y le contó que ya completó los trámites para dejar San Pedro. Era cuestión de horas.Rodríguez y Franz Michael Rodríguez permanecieron 10 años en la cárcel, pero les queda cumplir 20 años más por el delito de asesinato y robo agravado. Rufino Rodríguez señaló que en estos años fue delegado de la sección Los Álamos, luego se fue a Los Pinos, pero dejó ese sector porque Ernesto Córdova llegó después de algunos años, detenido por el delito de proxenetismo, por lo que no quiso tener problemas con él.Hace tres años que está en el sector Prefectura y el espacio donde descansa lo construyó junto a otros privados de libertad, pues hasta esa fecha no tenía una celda para él. Anunció que pedirá que el tribunal haga una auditoría a la sentencia.Página Siete / Pamela Pomacahua / La PazMás sobre el tema: Corrupción Catler-YPFB: Tras 10 años, caso O’connor llega a sentencia con 8 acusados libres