Agradezco a Oscar por su coraje y valentía, por ser ese compañero de lucha, aquel mojón autonómico que plantamos en Palacio Quemado para denunciar la corrupción. Que sepa el centralismo que jamás podrá arrancarnos el alma cruceña. ¡Vamos Oscar! ¡Vamos Shirley! ¡Vamos Bolivia!
Fuente: Rubén Costas Aguilera