La farra populista y la resaca del día después

Ovidio Roca

Declaración obvia en lenguaje políticamente incorrecto: “Para salir de situaciones difíciles debemos estar dispuestos a realizar grandes esfuerzos y sacrificios”. SNCHY.

Mientras estamos de farra no podemos percibir los graves problemas de la economía cotidiana. Todo parece bien; la coca-cocaína genera dólares para los contrabandistas que abastecen con todo lo necesario a los mercados de consumo, así que no hay desabastecimiento ni presión por divisas ante el Banco Central.



Por principio, el MÁS deja fluir esta economía informal y también la ilegal, por lo que nadie toca ni molesta a los cocaleros, excepto a los de Yungas. Las empresas estatales deficitarias se financian con deuda que alguien tendrá que pagar. Las FFAA controlan las fronteras pero solo para frenar el contrabando de importación a los no afiliados. Nadie pone freno a las cooperativas mineras que explotan oro en el Amazonas asociados con empresarios chinos. El sistema de extorción al que están sometidos los empresarios legales por los organismos gubernamentales de impuestos, autorización de exportaciones y el INRA, es permanente y desincentiva la inversión.

Como consecuencia del estatismo, la regulación y los altos impuestos la gente tiende a evadir el control estatal y mantenerse como informal. Este sector de baja calificación y mayoritario poblacionalmente, es muy activo y dedica mucho esfuerzo para ganarse la vida en al comercio al detalle, el contrabando, las artesanías y la prestación de todo tipo servicios.

Desde el 2008 se mantiene fija la tasa de cambio del dólar, lo que abarata las importaciones y encarece las exportaciones, por lo que estas últimas no pueden ser competitivas. Se tiene crecientes déficits fiscales y comerciales que actualmente están en torno al 7-8% del PIB, lo que produce una rápida caída de las reservas internacionales, mientras sigue creciendo la deuda interna y externa. Muy pronto, cuando se agoten los activos en dólares se generará una grave inflación y todo esto se complica aún más cuando se acaba el gas que dejaron los anteriores gobiernos y también la racha de buenos precios internacionales para las materias primas.

 

Esta es una situación que será insostenible en los próximos años y que exigirá acabar con la farra populista, arreglar los destrozos institucionales y del aparato productivo y pagar las cuentas; pero sin gas, sin reservas y con vecinos que complicaran la exportación de cocaína y el ingreso de dólares, lo que será muy difícil de manejar.

Lo previsible es que el día después de las elecciones, el próximo gobierno tendrá que enfrentar el desastre económico y con una población que vive de la informalidad, del empleo público, de los bonos y subsidios y que no aceptará medidas de ajuste con lo que empezarán los bloqueos y quemas, como aquellas famosas del Evo Chapareño.

Es común en Latinoamérica que los populistas destruyan y se roben el país y que luego otros tengan que arreglar el desastre. Y esto tendrán que hacerlo en contra de la opinión de los subsidiados y prebendados que no quieren afrontar la realidad de que los presupuestos no se balancean con bloqueos, con consignas, ni con piedras, sino con amargas medidas de austeridad y planes concretos para aumentar los ingresos. De inicio para balancear un presupuesto deficitario se requiere de austeridad y trabajo; una significativa reducción del gasto público y aumento de los ingresos y eso es trabajo y producción. Cuando una persona está gravemente enferma puede aceptar una intervención quirúrgica u optar por un mate con miel, y de acuerdo a lo que decida tiene la probabilidad de sanar o la seguridad de morir; la opción es clara.

Si queremos salir adelante, es necesario cambiar el discurso y la práctica populista, el Estado tiene que promover a los emprendedores, tiene que darles seguridad jurídica y dejar de aplastarlos con tantos impuestos dejándolos desarrollar su capacidad de innovación.Las medidas urgentes que piden los productores  para salir adelante son: Una profunda reforma tributaria que incentive al emprendedor, una modernización de la legislación laboral, disminución de la burocracia y del gasto público en los tres niveles de gobierno e incorporar la economía nacional al mundo.

 Y ahora quien podrá defendernos!!. El Chavo no puede, pues está actuando sin su gorra, en su nuevo papel de presidente en México aunque ahora con poco éxito.Fuente: ovidioroca.wordpress.com