El antes y después del coronavirus

Javier Medrano

El 2003, cuando China enfrentó el brote viral del SARS (Síndrome Respiratorio Agudo Severo), la economía mundial perdió cerca de 40 mil millones de dólares. La tasa de mortalidad fue del 9.6%; es decir, 774 víctimas contabilizadas antes de detener y controlar dicho virus. Ahora el panorama es estremecedor: el coronavirus ya superó los mil muertos y se tienen confirmados más de 43 mil infectados en alrededor de 26 países.

En un solo día fallecieron un centenar de personas en China continental, de acuerdo con la Comisión Nacional de Salud de China. Se asumieron medidas sin precedentes como cerrar Wuhan, una ciudad de más de 11 millones de habitantes. Nadie puede entrar o salir. Se trata de la ciudad más grande del centro de China, ubicada en la confluencia de dos de los principales ríos del país, y es también uno de los nudos de transporte más grandes.



Este efecto rompe el tejido social que basa sus redes en la confianza entre individuos, pero también provoca un impacto económico muy negativo.

Por dar algunos ejemplos. El consumo masivo en China cayó en más del 60%. De ver restaurantes, centros comerciales, galerías, paseos peatonales, transporte público abarrotado de gente, hoy las calles están literalmente desiertas. Algo completamente inusual en un país donde del consumo masivo es salvaje.

Más datos críticos. Esta crisis, que lleva apenas un mes desde que se registró la primera muerte, se desató en la temporada más alta del turismo interno y viajes para festejar el Año Nuevo Lunar, que es la mayor movilización de personas en el menor tiempo que se realiza en el planeta.

Si volcamos la mirada hacia otros rubros de la economía mundial, la industria automotriz mundial podría verse afectada de una manera crítica. Los fabricantes de todo el mundo dependen de repuestos chinos, para mantener sus propias cadenas de suministro.

Las plantas automotrices podrían estar entre las primeras en sentir el impacto. Esto se debe al gran tamaño de la industria china de autopartes y al hecho de que no se puede construir un automóvil con solo el 99% de sus piezas. Los expertos temen que las fábricas de todo el mundo puedan detenerse si muchas de las plantas en China permanecen cerradas.

 

China genera la quinta parte de la economía mundial, una desaceleración del crecimiento al 4.5% eliminaría directamente 0.3 puntos porcentuales del pronóstico de crecimiento global que hizo recientemente el FMI, que ya en sí mismo era magro, un crecimiento mínimo del 3.3% para 2020.

El 23 y 24 de febrero se llevará a cabo el Congreso Mundial de Telefonía Móvil en Barcelona, España. Ya se confirmó la ausencia de las marcas más grandes como Sony, LG, Ericsson, entre otras. El riesgo para España es dejar de percibir más de 500 millones de euros y dejar sin efecto más de 14 mil empleos directos. Amazon avisó a sus proveedores que se «preparen para posibles interrupciones en la cadena de suministro debido a los recientes eventos internacionales que se originaron en China.

Junto a las lamentables pérdidas humanas, también habrá cada vez mayores pérdidas económicas a nivel global. La Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos calculó que las enfermedades relacionadas con pandemias en el siglo XXI le costarán a la economía global por lo menos 6 billones de dólares. Y lo peor de todo, es que, además, se prevé una mayor frecuencia de esta clase de pandemias en el mundo.