Pateando oxígeno, por suerte, sin poder en las manos

Escuché la propuesta del candidato del partido que salió del Gobierno empujado por las calles, sobre cómo afrontar estos tiempos de crisis. Dice que las empresas deben garantizar el empleo y los salarios, además de que se deben prohibir despidos, como si esos temas se resolvieran por decreto. Sería maravilloso que así sea, pero nada más lejano de la realidad.

Déjeme explicarle un poco, no obstante usted estudió en Inglaterra, más bien pareciera que lo hizo en la Cuba, donde NO existen empresas y reina la escasez.

En realidad los salarios de los trabajadores no los paga el empleador, los paga el CONSUMIDOR, la persona que paga por un bien o servicio, y proporciona al empleador el dinero para poder afrontar una larga lista de pagos, entre ellos impuestos y el salario del trabajador que además tiene adherida una larga cola de cargas laborales, la más larga de Latinoamérica, gracias a la “magnífica” visión de destrucción del empleo que han tenido.



Estamos ahora en una situación de crisis mundial, donde básicamente se ha paralizado la economía. Las empresas están cerradas y los consumidores en sus casas, por tanto no hay dinero para pagar sueldos. Las empresas no tienen una máquina para imprimir dinero, como tampoco tienen la opción de acceder a préstamos del Gobierno Chino.

Cuando sugiere pagar sueldos a como dé lugar, pareciera que le hablara al 5% de las empresas en Bolivia, y se olvida del restante 95% de empresas que son pequeñas y medianas, las mismas que ustedes dejaron agonizando cuando eran Gobierno, les impusieron 4 dobles aguinaldos, cargas laborales impagables, persecuciones impositivas; políticas que derivaron en incremento de la informalidad y deterioro de las condiciones del empleo.

Así como propone que se apoye a la población más desprotegida con bonos, lo cual está muy bien, el actual Gobierno lo está haciendo, por otro lado, de forma incoherente, demanda que las pequeñas y medianas empresas “impriman billetes” para pagar sin vender.

Le recuerdo unos cuantos datos, para que se baje de la nube y aterrice en el país que nos dejaron. Bolivia es el país con la economía más informal de la región, el 80% de la población no accede a un trabajo formal, mucho peor situación que el resto de países que nos rodean, que tienen niveles de informalidad en el empleo menores al 50%. Ni siquiera el famoso PIB los salva, es otro indicador en el que estamos en la cola. Bolivia tiene un PIB por persona de 3,549 dólares, lejos del segundo PIB más bajo, el de Paraguay que es de 5,822 dólares, ni que decir de Chile, más de 4 veces superior al nuestro. Podemos también mencionar las condiciones de la salud, en Bolivia mueren 24 niños al nacer por cada 1000, el doble o más de los niños que mueren en cualquiera de los países limítrofes.

Resumiendo, siguen siendo muy buenos demagogos, pero el país que dejaron, a pesar de los miles de millones que mal gastaron, es un país que sigue encabezando todas las listas de lo malo, y está en la cola de lo bueno.

 Fuente: Facebook Freddy Terrazas Sedlak