Foquismo de baja intensidad

Emilio Martínez Cardona

Mi encuentro más reciente con el Ciudadano X se produjo, por supuesto, a través de Zoom, donde prefirió contactarse por audio, dejando desactivado el video.

“Bolivia vive actualmente el ataque de un foquismo de baja intensidad, teledirigido desde Buenos Aires y La Habana. Las convulsiones con pretexto de la pandemia que vimos surgir en las últimas semanas y que veremos reanudarse cíclicamente más adelante, siguen la estrategia de Guerra Social pergeñada por el Foro de Sao Paulo y desarrollada en el Encuentro de Manta, Ecuador, en el año 2000”, dijo.



“La idea estriba en sustituir las acciones armadas empleadas en los años sesenta y setenta por una violencia larvada o manifiesta, de menor intensidad, ejercida por movilizaciones masivas. Fracasado el foquismo guevarista, surgió el paradigma de la Guerra Social como una versión aggiornada de acción insurreccional, gradual o incremental”.

“Estas manifestaciones son orquestadas para explotar de forma permanente las carencias propias de cada sociedad, provocando el desgaste de instituciones y autoridades, permitiendo a las dirigencias autodenominadas populares establecer una suerte de gobierno paralelo, en conflicto con el oficial”.

“Cuando este último acumula el suficiente descrédito en la confrontación, llega el momento de su desplazamiento para así asumir el poder político: objetivo final de esta Guerra Social. Pueden existir funcionarios del gobierno comprometidos con esta estrategia, que van facilitando su desarrollo”.

“La característica esencial de esta guerra de baja intensidad es la movilización permanente para generar un estado de indisciplina social, que les permita evaluar la capacidad de respuesta de autoridades y organismos legales. De esta forma se podrá decidir la conveniencia de continuar o incrementar la escalada, o de un repliegue táctico en preparación de un nuevo ciclo de conflictos, donde ya se tendrán los puntos débiles detectados”.

“En este juego, la Guerra Social aprovecha todas las libertades que el sistema democrático otorga para llevar sus reclamos hasta los extremos que le permita la falta de claridad legislativa. Si por razones tácticas trasponen esos límites con actos de fuerza o violencia desmedidas, apelan a justificarlos como medidas de reivindicación social”.

“La estrategia incremental tiene múltiples dimensiones: territorial, mediática e institucional”.

“Repasemos un momento la teoría y conectémosla con la práctica de los últimos tiempos: mandos medios ministeriales residuales del régimen de los 14 años… aprestos masistas desde el Senado para el caso de una eventual sucesión constitucional…”.

Las fallas en la conexión nos obligaron a suspender la charla, no sin que antes el Ciudadano X llegara a adelantar otra para la semana próxima. Ya les cuento.

Fuente: Esto También Sucede