“Nos caímos juntos y él no pudo salir”, contó la esposa

Lía, que sigue internada, se enteró ayer de la muerte de su marido.

Juntos. Lía Constantino y Mario Bidinost sonríen en una foto familiar.



En la terapia intensiva del hospital Oscar Orías de Libertador General San Martín, donde Lía Constantino está internada desde el martes –cuando la encontraron perdida en medio de la selva–, le anunciaron ayer la peor noticia. Sus hijas, acompañadas por psicólogas del departamento de Salud Mental, le dijeron que Mario Bidinost, su esposo, estaba muerto. Las jóvenes, de 23 y 26 años, a esa altura ya habían superado la crisis de nervios y llanto que las afectó cuando supieron del fallecimiento de su padre. Luego de recibir asistencia en el centro de salud, descansaron en el hotel donde están alojadas para volver cerca de las 17 a acompañar a Lía en el triste momento que les esperaba.

El director del hospital, Roberto Maizel, le dijo a Clarín que la mujer tomó la noticia con mucho dolor, como era de esperar. No obstante, entendió que ella “se estaba imaginando este desenlace” porque como es médica –su especialidad es ginecología– sabía que la situación era complicada y que con el paso de los días se reducían las posibilidades de encontrarlo con vida.

De todas maneras, el estado de salud de Constantino evolucionaba ayer favorablemente, al punto que se evaluaba la posibilidad de trasladarla a una sala común.

El parte médico indicó que estaba consciente y con un buen pronóstico de evolución del cuadro de deshidratación e hipotermia con el que había ingresado al centro de salud luego de estar perdida siete días en la selva del Parque Nacional Calilegua. Los problemas de comunicación, producto de la conmoción por la experiencia vivida, continuaban presentes.

Además aún no estaba en condiciones de enfrentar el estrés que implicaría prestar testimonio ante la Policía, por lo que hasta anoche las psicólogas no autorizaban el trámite. Hoy nuevamente las profesionales iban a evaluar el cuadro porque ahora se sumaba el dolor por la pérdida de su esposo.

De todos modos, según trascendió, Lía llegó a contar algo de la odisea que le tocó vivir. “Nos caímos juntos en un barranco y él no pudo salir”, dijo. Y agregó: “Escribí ‘ayúdennos’ en el parabrisas del coche, que estaba lleno de polvo, y luego intenté regresar al lugar donde estaba mi esposo, pero me perdí”. Gran parte de lo que pasó en la selva sigue siendo un misterio.

Fuente: clarin.com