Cada año Bolivia deja de crecer en 1% debido a los conflictos

La Razón, Economía.

Según un estudio, los más de 12 mil conflictos registrados en los últimos 38 años desaceleraron el ritmo de crecimiento de la economía nacional en un promedio cercano al uno por ciento anual. Esto representa entre el 1 y el 3 por ciento del PIB.



Si entre 1970 y 2006 no habría habido conflictos, el país pudo haber alcanzado, por lo menos, un tercio más de desarrollo que el nivel actual. En otras palabras, sin conflictos, la tasa de crecimiento de la economía boliviana habría sido al menos un punto porcentual más alto cada año a lo largo de dicho periodo.

Ello, sin embargo, como bien se sabe, no sucedió y en cambio se registraron alrededor de 12 mil eventos que derivaron o generaron distintos tipos de conflictos.

Por lo menos así lo registraron en este lapso los medios escritos más importantes del país, y así lo sistematizaron Roberto Laserna, José Luis Evia y Stergios Skaperdas, autores de Conflicto social y crecimiento económico en Bolivia, publicado recientemente por el gobierno y la cooperación Suiza y el Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (CERES).

El estudio, que trabaja sobre la relación entre conflictos sociales y crecimiento económico, pone en entredicho la posición de quienes pretenden justificar como lógica la existencia de los conflictos debido a las condiciones de pobreza del país y hasta de quienes creen que la conflictividad fortalece la democracia.

«Una de las principales conclusiones del estudio es que los conflictos pueden generar a veces beneficios para algunos grupos, pero siempre tienen costos económicos que se diseminan hacia el resto de la sociedad», explica Roberto Laserna.

Los costos a los que se refiere Laserna han sido cuantificados en el estudio como equivalentes, en promedio, al 1 y 3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) anual. «Por lo tanto, puede decirse que los conflictos son reproductores de la pobreza y la desigualdad, e impiden que aprovechemos las oportunidades que logramos con la democracia», sentencia Laserna.

Otra de las conclusiones del estudio tiene que ver con la heterogeneidad de los conflictos.

Bolivia —se explica en el documento— posee altos niveles de conflicto y de diferentes tipos, que pueden considerarse distintos a otros presentes en los demás países de América. Entre ellos, protestas, huelgas, boicots, bloqueo de caminos.

Por otro lado, las organizaciones colectivas que impulsan los conflictos también son particulares: sindicatos, asociaciones cooperativas, asociaciones urbanas, regionales e indígenas. Éstas dos últimas de creciente y reciente importancia.

Finalmente, algo revelador es que la mayor parte de los conflictos no son protagonizados —como se podría pensar— por los grupos más pobres y vulnerables, sino por los sectores medios, como maestros y salubristas.

Glosario

Conflicto • Es una relación contenciosa entre dos o más actores, es decir, donde se utilizan medidas de presión como huelgas, paros, movilizaciones y otros para pretender alcanzar una demanda (UNIR Bolivia).

Los que son más conflictivos

El grupo más conflictivo entre 1970 y 2005, según el estudio Conflicto social y crecimiento económico en Bolivia, de los autores Roberto Laserna, José Luis Evia y Stergios Skaperdas, es el de los sectores medios.

Entre ellos los empleados públicos, que generaron más de 1.600 conflictos (15%); los estudiantes, con más de 1.000 (9,5%); los ciudadanos en general (7,6%); y los maestros urbanos con más de 600 conflictos (5,6%). A ellos les siguen los sectores obreros (lideran el grupo los mineros con más de 500 eventos, equivalente al 4,9% del total) y campesinos, entre éstos los campesinos tradicionales, con más de 500 eventos (5%), y los cocaleros, con 200 conflictos (1,9% del total). A ellos se suman los trabajadores fabriles con más de 400 eventos conflictivos (3,9%).

Destacan más abajo los residentes urbanos, con más de 500 eventos (4,7%); y los empleados y profesores universitarios, con más de 400 casos.

Hubo más manifestaciones

Como se aprecia en el cuadro de arriba, el tipo de conflicto dominante entre 1970 y 2005, según el libro Conflicto social y crecimiento económico en Bolivia, es el de marchas y manifestaciones. Le siguen las huelgas, tanto de tiempo fijo como indefinidas y de hambre (no se detalla en la investigación la cantidad de eventos).

También destacan, entre otras, las tomas o motines, los bloqueos —rurales y urbanos—, los paros cívicos y las huelgas de brazos caídos. Por otro lado, el principal de los «adversarios» durante los distintos hechos conflictivos fue el Estado. Le siguen en importancia las autoridades locales, las empresas del Estado, las alcaldías, la empresa privada, la Policía, los transportistas y los comerciantes, entre otros.

Respecto a las demandas más recurrentes, el pago de salarios es la que más eventos registra (11,5 por ciento); le sigue el aumento de salarios (11,2 por ciento) y el rechazo de autoridades de gobierno o rechazo a sus políticas (con 9,7 por ciento).

COSTOS

Dos tipos • Los diferentes incidentes de conflictos involucran dos tipos de costos económicos: directos e indirectos.

Directos • En el periodo estudiado (1970-2006) el promedio es un poco menos de $us 60 millones anual (1% del PIB).

Indirectos • El costo anual promedio de los gastos indirectos es de más de $us 200 millones (más del 3% del PIB).

Reacciones

Lo peor es perder vidas humanas

GABRIEL DABDOUB

Confederación de Empresarios

Estamos estancados porque creamos pobreza. Es un momento de reflexión que debemos asumir todos los actores, sin distinción alguna. Sin embargo, el perder oportunidades de crecimiento debido a los conflictos no es comparable a perder vidas humanas, como sucede actualmente.

No se incluyó a las mayorías

GUSTAVO TORRICO

Diputado del MAS

Los conflictos existen en Bolivia desde que se creó porque no se incluyó desde entonces a las mayorías. La conflictividad actual se explica porque las mayorías están en el poder y eso crea roces y resistencia. Nuestros conflictos, sin embargo, tienen una particularidad: el que uno de sus actores sean los indígenas.

*Foto Correo del Sur