Obispos advierten peligro de división y racismo en Bolivia

Mensaje. Los religiosos piden cambiar los intereses personales por la paz social

TeDeum. El cívico cruceño Branko Marinkovic, dejó la huelga de hambre por unos minutos para asistir a la misa que ofició el cardenal Julio Terrazas



El Deber, Aideé Rojas C. | [email protected]

En pleno festejo por los 183 años de independencia de la República, la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB) advirtió que en el país hay riesgos de fragmentación, crisis generalizada y fanatismo.

Tras conocer el mensaje de los obispos, cívicos y prefectos de Beni, Pando, Tarija y Santa Cruz responsabilizaron al Gobierno de promover el enfrentamiento entre bolivianos en su intento de aprobar el proyecto de Constitución, elaborado por el MAS y sus aliados en la ciudad de Oruro. Esa misma posición fue fijada por las autoridades nacionales, que acusan a los prefectos y cívicos de promover las refriegas entre grupos, bajo el pretexto de defender el sistema autonómico.

«Alertamos al país que estos ideales se hallan en peligro por la división, intolerancia, descalificación mutua, desconfianza, interés egoísta, racismo, ilegalidad, crisis institucional e imposiciones partidarias, sectoriales e ideológicas», puntualiza el mensaje de la Secretaría General de la CEB.

Desde Santa Cruz y en plena celebración de la misa de acción de gracias, el cardenal Julio Terrazas pidió a las autoridades del país que gobiernen con sabiduría y prudencia, y no a través del chicote, en alusión a la crisis política que enfrenta el país a tres días para la realización del referéndum revocatorio de mandato.

«Bolivia no va ser nunca justa porque va llover alguna recompensa de afuera, Bolivia va ser justa si cada uno de nosotros comienza a compartir la riqueza de la vida», agregó el religioso durante su mensaje que dio en la catedral metropolitana, que reunió a autoridades departamentales, cívicos, municipales, militares y vecinos.

En esa misma línea, el obispos de La Paz, Óscar Aparicio, y el arzobispo de Chuquisaca, monseñor Jesús Pérez, pidieron, por separado, a los bolivianos apostar por la paz, la unidad del país y dejar los apetitos personales para construir una patria más justa y equitativa para todos.

Frente a esas posiciones de los religiosos, el prefecto de Beni, Ernesto Suárez, coincidió con esos criterios en que Bolivia está sumida en la confrontación y responsabilizó al Gobierno de Evo Morales de alentar las peleas y el racismo para atacar a sus adversarios políticos.

Ese criterio fue respaldado por la cívica pandina Ana Melena, que recordó que el Consejo Nacional Democrático (Conalde) planteó al presidente de la República, Evo Morales, iniciar un proceso de diálogo en vez de llegar a un referéndum revocatorio de mandato que sólo ahondará las diferencias.

Reacciones

Gobierno

El Cardenal es muy imaginativo en temas de discursos». Con esas palabras el viceministro de Descentralización, Fabián Yaksic, se refirió al mensaje que emitió el cardenal Julio Terrazas en la celebración de la misa de acción de gracias. Según Yaksic, el religioso no hace una valoración real de los temas nacionales, porque a veces responsabiliza al Poder Ejecutivo de los problemas que enfrenta Bolivia, pero no hace críticas duras cuando los líderes regionales alientan la intolerancia y grupos de choque, como la Unión Juvenil Cruceñista.

Prefectura de Tarija

De acuerdo con el secretario general de la Prefectura de Tarija, Mauricio Lea Plaza, la mayor confrontación que se registra en el país viene del Gobierno, porque intenta por todos los medios atacar a las regiones a través de sus políticas de confiscación de los recursos económicos y por la negativa a aceptar la demanda autonómica. «El Gobierno quiere imponer por todos los medios su proyecto de Constitución, y ese intento lo llevará a que termine en un baño de sangre», dijo la autoridad tarijeña al respaldar la posición de los obispos.

Comité pro Santa Cruz

«La posición de la Iglesia refleja el sentimiento de la gran mayoría de los bolivianos», opinó el segundo vicepresidente del Comité pro Santa Cruz, Roberto Gutiérrez, al refirirse al mensaje que emitieron ayer los obispos del país. Según el cívico, la intolerancia del Gobierno para aceptar las críticas o sugerencias que nacen desde los sectores y regiones que promueven el sistema autonómico, están llegando al límite. «Todo ciudadano que hace críticas o sugerencia, de inmediato es perseguido y atacado por los masistas», manifestó.

Prefectura de Beni

Desde el punto de vista del prefecto beniano, Ernesto Suárez, la negligencia del Estado nacional para atender las demandas de las regiones se está convirtiendo en un espiral de violencia y confrontación. «El Gobierno habla de enemigos y de aniquilar a sus adversarios, pero no escucha a nadie y menos a la Iglesia católica, que es la institución más creíble del país», protestó el prefecto Suárez, que desde el lunes está en huelga de hambre en defensa de los recursos del Impuesto Directo de los Hidrocarburos (IDH).