392.000 nuevos pobres en el gobierno de Evo

La FAO dice que el encarecimiento es la causa principal de la inflación.En Bolivia afectó el creciente gasto público, los fenómenos naturales, las remesas y la expansión del narcotráfico.La gente pobre debe destinar el 80 por ciento de sus ingresos a la compra de alimentos.La PrensaEL ALZA DE PRECIOS DE ALIMENTOS GENERA 392.000 NUEVOS POBRESPaseo: una ama de casa sólo atina observar con preocupación el alto precio de los huevos en el mercado de Villa FátimaEl Ejecutivo reconoció que el país es vulnerable, pero que ahora se apoya a la producción de alimentos.El encarecimiento de los alimentos aumentó el número de pobres en Bolivia en 392.000 personas desde el 2006, al elevarse la tasa de necesitados de 61 por ciento a 65 por ciento.Eso significa de 5.978.000 a 6.370.000 personas. La población total del país es de 9,8 millones de habitantes al 2007.Así lo revela un diagnóstico del Grupo de Apoyo al Desarrollo Rural (G-DRUP), integrado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y otros organismos internacionales.En América Latina, el número de habitantes asciende a 489 millones y la pobreza por el alza de alimentos podría pasar del 38 por ciento al 46 por ciento.De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística (INE), en agosto la inflación alcanzó una tasa acumulada de 10,06 por ciento. Los productos que más se encarecieron fueron el pollo en 11,5 por ciento y la carne de res con hueso 3,46 por ciento.Según el Banco Central de Bolivia (BCB), en un año, hasta marzo al alza de precios de alimentos subió en 24,7 por ciento. El pan se elevó de 40 a 50 centavos y el aceite de 8,90 a Bs 14.La FAO y el Programa Mundial de Alimentos explican que entre mediados de 2007 y los primeros meses de 2008 los mayores incrementos en los precios se dieron en frutas, verduras, carne de res, pollo, arroz, aceite y maní, productos esenciales en la dieta para el aporte de nutrientes.El representante asistente de la FAO en Bolivia, Gonzalo Flores, dijo que el alza de los alimentos modificó el comportamiento de las familias que tuvieron que reducir y disminuir la ingesta diaria.En los hogares como estrategia de supervivencia ya no cenan, sustituyeron a la carne por el pollo y cuando este producto aumenta su costo compran carne de llama, y como última alternativa, las verduras. En otros hogares se optó por dar una mayor ración al varón jefe de la casa, disminuyendo la de los hijos.A su vez tuvieron que sacrificar la asistencia al colegio de los menores, postergar la atención médica y curaciones básicas con el dentista, oculista, etc., por hacer alcanzar sus ingresos a la compra de alimentos.Según Flores, con el alza de precios los más afectados son los pobres (65 por ciento de la población al 2007) porque un 70 por ciento de sus ingresos los dirigen a la comida y el resto al transporte y pago de servicios (electricidad y agua).Sin embargo, con una inflación acumulada del 10 por ciento, ahora debe destinar hacia alimentos el 80 por ciento de su salario y postergar necesidades.De acuerdo con el INE, el ingreso promedio de un empleado el 2007 era de 2.056 bolivianos y de un obrero 870 bolivianos. El salario mínimo vital este año fue fijado en 578 bolivianos.Para la FAO, el alza de precios agravó la situación alimentaria del país. Flores recordó que hasta hace dos años Bolivia era considerado un país con déficit alimentario y de bajos ingresos que necesitaba de la asistencia externa, pero la situación cambió gracias a los recursos provenientes de sus exportaciones de gas natural y de soya. De esa manera pasó a tener una calificación de nación de ingresos medios y sin problemas de alimentación básica.Sin embargo, dijo que esta clasificación no refleja la realidad porque los ingresos del gas y de la soya llegan al Estado y no a las personas para que se compren insumos para su sobrevivencia. Si se elimina de la calificación los ingresos, el país tiene los siguientes problemas:Primero, no produce suficientes alimentos para satisfacer a su población en comparación a Colombia, Chile o Brasil.Segundo, sus habitantes más pobres no tienen el ingreso suficiente para comprar una canasta básica de alimentos.Flores aseveró que estos problemas se manifiestan en los altos índices de desnutrición crónica que afectan al país.De acuerdo con la FAO, entre 24 y 32 niños de cada 100 sufren de este mal, lo cual se manifiesta en baja talla y peso. En Chile este mal fue erradicado.Las causas del alza de precios a nivel externo tienen que ver con una mayor demanda de China e India, la producción de biocombustibles, reducción de la oferta de granos en Australia y Canadá, el alza de los precios del petróleo que elevó costos de transporte y de los fertilizantes. Otro factor, dijo, es la caída del dólar, lo cual obligó a los capitalistas a invertir en alimentos.En Bolivia afectó el creciente gasto público, los fenómenos naturales, las remesas y la expansión del narcotráfico.Insumos carosFlores agregó que junto con los productos, los insumos también se ajustaron. En mayo, la tonelada de semilla de papa costaba 450 dólares y en agosto 947 dólares. La del maíz subió de 500 a 859 dólares y la de haba de 900 a 1.300 dólares.Los fertilizantes también subieron de precio; el fosfato diamónico, de 26 a 61 dólares la bolsa de 50 kilos y la urea, de 24 a 36 dólares.Gobierno admite problemasEl Poder Ejecutivo admitió que en el país existen problemas de inseguridad alimentaria.Según el Ministerio de Desarrollo Rural, Agropecuario y Medio Ambiente, el 50,1 por ciento de los municipios son altamente vulnerables a la inseguridad alimentaria.Además, el consumo se concentra en pocos productos. En las ciudades intermedias del área rural, por ejemplo, el consumo de trigo y derivados representa el 16 por ciento del total; la papa y los tubérculos, el 14 por ciento; arroz, 4,9 por ciento, y las carnes, 6,4 por ciento. Mientras que el consumo de leche, huevos y derivados sólo alcanza al 0,74 por ciento y 1,9 por ciento, respectivamente.Los datos de disponibilidad promedio de alimentos (mide la oferta existente) muestran un descenso de 1.130 kilogramos por persona en 1999 a 1.115 kilogramos la gestión 2005.El Ministerio de Desarrollo Rural informa que la orientación de las políticas estatales desde 1985 al fomento de las actividades agroindustriales dirigidas a la exportación son una de las causas para que el país tenga vulnerabilidad en este rubro.»Se incentivó la producción de cultivos como la soya, y no se pensó en las necesidades alimentarias de la población».Como consecuencia, esa cartera de Estado afirma que Bolivia dejó de ser un país autosuficiente en la producción de trigo y se convirtió en importador, al igual que de otros productos como lácteos, azúcar, legumbres y fruta.Para afrontar el problema y el alza de los precios de los alimentos, el Gobierno creó la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa).La compañía estatal tiene el objetivo de impulsar los cultivos de trigo, arroz, maíz, hortalizas y abastecer el mercado.Emapa inició la comercialización de arrozEn su primer año de intervención en el apoyo a la producción de pequeños y medianos agricultores, la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa) logró recolectar 27 toneladas de arroz y de 3.482 toneladas de trigo.En el primer caso, la compañía ya comenzó su comercialización en sus tiendas de La Paz, Santa Cruz, Cochabamba, Sucre, Potosí, Beni y Oruro a un precio de 24 bolivianos la arroba.La venta de este producto será continua, toda vez que la empresa estatal cuenta con el stock necesario para cubrir la demanda.En el caso del trigo, sólo en la campaña verano 2007-2008 se logró producir 3.482 toneladas en la zona occidental. Para la campaña de invierno en Santa Cruz se espera obtener una producción de 8.640 toneladas.La cantidad aún es insuficiente para atender la demanda interna de 471.721 toneladas.Para la campaña 2006-2007, de acuerdo con el Ministerio de Desarrollo Rural, Agropecuario y Medio Ambiente, el déficit en la provisión de este grano alcanzó 314.568 toneladas, que se debe importar o recurrir a donaciones.En el país sólo se producen 147.606 toneladas y la demanda interna es de 471.721 toneladas.Emapa trabaja directamente con los productores de trigo de Chuquisaca, Tarija, Potosí, Cochabamba (norte y centro); además de Cinti (norte y sur) y Gran Chaco (centro) y norte de Potosí andino, valle alto y cono sur. Se los apoya con insumos (semilla, fertilizantes y defensivos agrícolas).La prioridad de la empresa es potenciar a los pequeños y medianos agricultores del país con la entrega de insumos agropecuarios, la transformación básica de la producción, la comercialización y la prestación de servicios (asistencia técnica, alquiler de maquinaria, almacenamiento).Con esto busca avanzar hacia la seguridad y soberanía alimentaria con productos básicos y convertir al Estado en el principal agente de la cadena productiva, recuperando su protagonismo en la producción y transformación.De manera paralela, Emapa compra su cosecha a los productores que así lo deseen.La empresa también apoya con créditos a cero tasa de interés para la compra de insumos a los que deseen producir alimentos.Para el asesor de la Cámara Agropecuaria del Oriente, Luis Baldomar, pese a estos esfuerzos el país no esta lejos de sufrir el desabastecimiento de alimentos debido a la falta de seguridad jurídica sobre la propiedad de la tierra y la poca capacidad del Gobierno de abastecer con diésel al agro.Eso tras la aprobación de la nueva Ley de Reconducción Comunitaria de la Reforma Agraria.Organismos sugieren un planEl Grupo de Apoyo al Desarrollo Rural (G-DRUP) integrado por el Fondo para la Agricultura y la alimentación de las Naciones Unidas (FAO) y otros organismos internacionales, sugirió la aplicación de un plan de seguridad alimentaria que apunte a elevar la producción, fomentar la inversión privada y la modernización tecnológica en el agro.Para aumentar la disponibilidad de alimentos, el grupo considera fundamental incentivar inversiones privadas de productores de todo tamaño y el crédito estatal para abastecer el mercado interno, además de liberar impuestos a la importación de semillas y fertilizantes y subvencionar, si es preciso, la producción de alimentos básicos. También se propone superar el rezago tecnológico en el agro a través de esquemas medianos y sostenibles de riego, uso de semillas de calidad, sanidad animal y manejo integrado de plagas.Para reducir las variaciones en la oferta de alimentos es necesario acumular stocks en las zonas más expuestas a fenómenos naturales y establecer sistemas de gestión de riesgos descentralizados, con capacidades de prevenir desastres en el sector agropecuario y mitigar los daños y pérdidas en forma adecuadaAcceso a alimentos inocuosEntregar el desayuno escolar (y sus variantes) en el 100 por ciento de los municipios, con un proceso de compras crecientes de productos nacionales y preferiblemente locales.Tomar medidas inmediatas para que las comunidades rurales y asociaciones de productores puedan ser proveedoras del Estado, aun sin la presentación de facturas.Subsidiar directamente, si es preciso, el consumo de alimentos de sectores altamente vulnerables (subsidios focalizados y condicionados), pero evitar el subsidio generalizado al consumo.Establecer comedores populares para los grupos vulnerables pre-existentes y nuevos: ancianos, niños y jóvenes de la calle, jóvenes embarazadas sin pareja, pobladores sin techo urbanos. Para evitar presiones en los precios se sugiere controlar el gasto público.Más datos sobre la crisis alimentaria en BoliviaEn dos años se aumentó la superficie de cultivos de 2.190.000 hectáreas a 2.520.000 .Los empresarios pasaron de 930.000 a 990.000 hectáreas. En 1985 tenían sólo 185.000 hectáreas.Los campesinos de tierras altas bajaron su cultivos de 1.049.000 hectáreas a 890.000 de 1985 al 2005.Con el nuevo modelo productivo, el 2007 alcanzaron a contra con 1.050.000 hectáreas.Los de tierras bajas subieron sus cultivos de 325.000 hectáreas a 370.000 entre 1985 a 2005.Este grupo acumuló el 2007 480.000 hectáreas para producir alimentos.Según el Programa Mundial de Alimentos, el alza de precios baja la seguridadEntre junio de 2007 y febrero de 2008 se registraron los ajustes más altos.Los fenómenos climáticos hicieron que los precios del arroz suban en 147 por cientoEl precio del aceite se disparó de 987 dólares la tonelada a 1.835 dólares en marzo de 2008La harina de trigo en ese periodo se ajustó de 390 dólares la tonelada a 761 dólares.El PMA compró hasta febrero de 2008 un 32% menos tonelaje con los mismos precios.LOS DATOSLos productos que más subieron desde el 2007 son la harina, aceite y las carnes.Los fenómenos climatológicos redujeron la oferta y afectaron el consumo de hogares.El alza de precios es mundial por mayor demanda y por los biocombustibles.