Alvarito: El cambio comienza por las pilchas

Desde que al vicepresidente Álvaro García Linera se le ocurrió cambiar de look, el maestro Sillerico, un conocido sastre de la ciudad de La Paz , está que no da abasto. García Linera definitivamente abandono el estilo casual y adoptó otro más fashion. Es difícil verlo sin lucir un elegante y costoso traje aún en los climas más tórridos y ya no afloja para nada la corbata que antes desdeñaba olímpicamente.

Quien no recuerda que se despojó de la corbata minutos después de su investidura como segundo mandatario del país pero ahora las cosas han cambiado y a tono con los nuevos tiempos, da mucho trabajo a unos de los sastres más prestigiosos de La Paz.

Un chismoso, de esos que nunca faltan, comentó que es difícil verlo repetir un traje que, entre paréntesis, tienen un costo mínimo de 500 dólares, pues solo usa casimir inglés. Eso si, se mantiene muy formal y elige siempre un traje clásico de tres botones.



Si de cambio se trata hay que cambiar también de pilcha ¡Faltaba más! Pero también es interesante ver a quien atribuir ese repentino y nada revolucionario cambio cuando debiéramos prepararnos a vivir en el país del poncho y las ojotas.

Todas las miradas se dirigen hacia una rubia, guapa y salerosa española que no lo abandona ni a sol ni sombra y que funge como su asesora en la Vicepresidencia. Con esto queda demostrado un conocido adagio francés. «Cherchez la femme» (busquen a la mujer) dicen los galos cuando se trata de encontrar una explicación a una situación aparentemente inexplicable.