El Cardenal reclama detener espiral de odio que afecta al país

Julio Terrazas aseguró que el texto constitucional es perfectible.Yokiro Yasukawa, Representante PNUD : «El cambio tiene que hacerse de forma concertada»La PrensaFoto Cardenal Julio TerrazasSanta Cruz / ANF.- A tiempo de criticar a los violentos de «cualquier color», el cardenal Julio Terrazas dijo este domingo que la vigencia de una nueva Constitución Política del Estado no resolverá todos los problemas de Bolivia, por lo que llamó a construir un proyecto que beneficie a todos, perfectible en el tiempo.Luego de dedicar una oración para los emigrantes bolivianos que residen en el exterior, la máxima autoridad de la Iglesia Católica en el país reflexionó en su homilía sobre la necesidad de frenar la espiral de odio que parece llegar a Bolivia y solicitó a los creyentes ser «centinelas» que frenen estos extremos al «aportar con su fe».»Esa aspiración de tener una nueva Carta Magna en el país no era una panacea por muy linda, hermosa y poética que sea; no es la solución a todos los problemas. Porque si todo eso no llega al corazón, si todo eso no despierta nuevas actitudes, actitudes hacia adelante (…) actitudes que nos hagan avanzar, no retroceder. Eso es lo que se puede esperar de una Carta Magna que a lo mejor dentro de 10 o 15 años va a ser nuevamente corregida. No es un ídolo, una divinidad a la que hay que adorar, es algo que se puede perfeccionar».El mensaje dominical también estuvo dirigido a las personas que sufren por las tormentas y huracanes en varias zonas del mundo, aunque Terrazas también aseguró que nuestro país padece por el efecto de otras tormentas, igual de peligrosas pero de naturaleza humana.»Esas tormentas en la que nos estamos acostumbrando a vivir y que ahoga el grito de superación que deben tener los buenos bolivianos o que impide el crecimiento o que impide también una transformación que dignifique a todos y cada uno. También es una tormenta», aseveró el líder de la Iglesia, quien describió la actual coyuntura política del país «por las confusiones, los signos de muerte, el poco respeto por el otro que llevan a la destrucción».Crisis políticaLa Iglesia Católica se niega a participar como «mediadora» entre las partes en conflicto.Los obispos dicen que sólo llevarán adelante tareas para «facilitar» el acercamiento.Opinan que la nueva Constitución tampoco resolverá los problemas de Bolivia. YOKIRO YASUKAWA, REPRESENTANTE PNUD«EL CAMBIO TIENE QUE HACERSE DE FORMA CONCERTADA»Santa Cruz / El Deber.- Es fundamental la planificación del proceso de diálogo, si no, hay riesgo de un fracaso»Por: Leopoldo Vegas «La única salida a la crisis boliviana es que las partes se sienten a conversar y lleguen a un acuerdo «.Yoriko Yasukawa llegó a Bolivia hace poco más de un mes y en esta entrevista con El Deber plantea que los cambios se tienen que dar de forma concertada con los diversos sectores sociales y políticos. Además cree que el diálogo es la única manera para superar las diferencias entre el Gobierno y los prefectos. La diplomática participó en el proceso de pacificación en El Salvador, Guatemala y Nicaragua. Estuvo en la mediación en el conflicto que surgió en Ecuador en 2001.—Una encuesta presentada por Naciones Unidas señala que el 86 por ciento de los bolivianos pide la solución del conflicto por la vía del diálogo. ¿Ve posible el acercamiento entre el Poder Ejecutivo y los prefectos?—El conflicto que se vive en la actualidad no es sencillo, de ser así, obviamente estaría resuelto. No puedo hablar ni por el Gobierno ni por la oposición. Nuestra tarea, de Naciones Unidas, consiste en mostrar otra visión de la situación porque no somos parte de este conflicto. En nuestro criterio, la única salida es que las partes se sienten a conversar. Los gobernantes, incluso hasta los medios de comunicación, tienen la obligación de crear un clima propicio para el diálogo y dejar de lado la violencia física y de palabras. Por definición, el diálogo es un proceso muy difícil porque nos obliga a escuchar cosas que no queremos y ceder en aspectos que no deseamos, por eso requiere de un esfuerzo muy profundo y no darse por vencido en la primera situación adversa.—En momentos que existen visiones encontradas, ¿qué posiciones se deben ceder para encontrar la concertación?—Creo que en cualquier proceso de diálogo es importante poner los temas en la mesa y ambos lados deben aclarar cuáles son los aspectos mínimos que se deben preservar para hacer viable el proyecto de país. También es importante planificar un proceso de diálogo, en el sentido de pensar cuáles son las reglas de juego que deben acatar las partes y cuáles son las rutas críticas a las que se quiere llegar. Creo que sin planificar ni visualizar el proceso no se lograrán acuerdos a corto plazo y se corre el riesgo de quedar sin recursos en el primer tropiezo.—Hasta el momento, el Gobierno no ha recurrido a la ONU para que actúe como facilitadora del diálogo. ¿Ustedes están dispuestos a participar en este proceso?—Estamos dispuestos a ayudar en lo que podamos, pero hasta ahora no nos han llamado formalmente, pero tenemos las condiciones para propiciar ese clima a fin de que la gente comience a creer en que sí es posible conversar y acercar a las partes.—¿Cuál es su experiencia en este tipo de conflictos?—Naciones Unidas jugó un papel importante en todo el proceso de paz en Centroamérica (en la década de los 80). En Guatemala estuvo en la facilitación de los acuerdos y luego en la verificación del proceso de paz. Creo que hay varias maneras de apoyar, una de ellas es la facilitación del diálogo, pero otra forma consiste en ser la mirada y la voz externa que haga ver que el conflicto no es la opción.En este momento se están escuchando las voces de discordia, de polarización y agresividad, mientras que la gente a través de las encuestas dice lo contrario. Creo que es una obligación ética de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) hacer escuchar ese clamor.—¿Cómo interpreta el resultado de la encuesta, después de que el Presidente recibió el 64,7 por ciento de respaldo en el país?—Ese apoyo no tiene que significar un cambio y una visión unilateral. Creo que la gente dice no importa por cuánto haya ganado el Presidente o los prefectos en el referéndum, lo que queremos es que se pongan de acuerdo. Se requiere un cambio consensuado y con orden.PerfilTrabajó durante 25 años al servicio de la Organización de las Naciones Unidas para la Unicef, organización que trabaja en favor de los derechos de los niños en los cinco continentes.Como representante de ese organismo estuvo tres años en México, tres años y medio en Ecuador, en Guatemala, El Salvador y Nicaragua. Como funcionaria de Naciones Unidas participó en el proceso de pacificación de Centroamérica, que en la década de los 80 estuvo sumergida en guerra civil. Está en Bolivia desde hace un mes. El jueves efectuó su primera visita a Santa Cruz, donde se reunió con el cardenal Julio Terrazas.