Por favor, no es apoyo al individuo…

Como siempre, Evo Morales ha presentado una versión falseada del apoyo a Bolivia, expresado por los presidentes de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), tras los hechos de violencia sucedidos en el país.

De acuerdo a la versión del gobierno y los masistas, los mandatarios suramericanos habrían dado un apoyo incondicional a Evo Morales, aspecto que se desvirtúa dando una lectura aún superficial del documento aprobado en ocasión de la reunión celebrada en Santiago de Chile.

Es conocido, además, que en este tipo de encuentros se dan conversaciones y cabildeos en pasillos. En este ambiente, generalmente, se develan las verdaderas intenciones que no figuran, luego, en los documentos oficiales del evento.



Ahora se conoce que la intención de Evo Morales, tras obtener el apoyo de sus colegas, como consecuencia de los hechos de violencia que su mismo gobierno promovió y organizó y que tuvieron su expresión más trágica en la localidad pandina de Porvenir, apuntaba a cerrar el Congreso, convocar a nuevas elecciones parlamentarias y, aprobar de facto acudiendo a los resultados del referéndum revocatorio, la constitución del MAS.

Sin embargo, los mandatarios le explicaron que no se trataba de un apoyo, puro y simple, a Evo Morales como individuo, sino al gobierno democrático. En consecuencia, «no te estamos dando carta blanca y menos avalando intentos autoritarios», le habría dicho un Presidente en tono fraternal.

Es preciso recordar que la totalidad de los organismos de integración regionales, tiene una llamada «cláusula democrática». Esto significa que no se reconocerá ningún gobierno que no surja del voto popular o que, habiendo surgido del voto popular, pretenda aplicar medidas que no condigan o afecten el sistema democrático, que era precisamente lo que quería hacer Evo Morales.

Esta cláusula democrática, fue aplicada precisamente el 22 de abril de 2002, cuando fue derrocado por dos días el presidente venezolano, Hugo Chávez. En esa ocasión se celebraba en San José de Costa Rica, una reunión de presidentes del Grupo de Rio, los que de inmediato indicaron que no reconocerían a gobierno alguno que surja del rompimiento del orden democrático.

Esta resolución fue aprobada pese a que ya por esas épocas Chávez caía gordo a más de un mandatario de la región y tuvo por tanto el carácter de defensa de un principio básico.

En consecuencia, el frustrado intento de Evo Morales en Santiago, solo contó con el apoyo de ¡Cuándo no! del vocinglero mandatario venezolano que en cada reunión se esmera por sacar de quicio a sus colegas, en tanto que Evo le hace competencia vendiendo su imagen de pobre indio discriminado, que cada vez le da menos resultados.