Termómetro político

El Nuevo Día. 22.09.08

Lo esperable es que estos pactos, den al país un sistema político estable por un tiempo. La fórmula debe ser la siguiente; “el MAS reina en el nivel nacional , pero en el departamental mandan los príncipes regionales”. Si una de las partes desconoce esta fórmula, entonces, la estabilidad se vuelve difícil.

I. La semana pasada



Durante la semana pasada , la política interna paso al plano internacional. Y la calle dio campo a la negociación. Con ese escenario, todos tendrán que resignarse a perder algo, y todos tendrán que conformarse con ganar poco.

Dicen que la comunidad internacional obligó al gobierno a dialogar. En parte de ser cierto. Pero también es verdad que el gobierno gana más, impulsando su proyecto de poder por el camino del pacto que imponiéndolo a palos.

Al MAS le sale muy caro imponer su proyecto a la fuerza. Tanto, que la fuerza es un camino donde realmente arriesga el tal proyecto.

Al MAS le conviene impulsar su proyecto por etapas. Y es lo que hace. Esta etapa se llama reelección y de este lío, el MAS espera sacar la viabilidad de una constitución que, si bien se abre a las autonomías, a la vez asegura la reelección. Y por eso, puede ser que el gobierno se tome en serio el diálogo.

La oposición va al diálogo, porque su fuerza estaba en el momento justo para hacerlo. Después del referendo del 10 de agosto, vino el abismo; o lo que es igual: vino el referendo puro y duro por la nueva constitución. Y eso era la tumba de la autonomía. Por eso, haber logrado que se abra la puerta para que el gobierno negocie sobre autonomía, sin duda, debe contar como avance autonomista.

Por el momento, el diálogo avanza. Por hoy, mucha gente es Santa Cruz cree que el gobierno ganará más que la oposición en la negociación de Cochabamba. Esta gente tiene razón. El gobierno ganará más en Cochabamba porque es mucho más fuerte (en votos, en movilización callejera, en fuerza física, en organización, en plata y en propaganda) que los autonomistas. Es decir, no hay –ni hubo nunca- una razón política para que el gobierno saliera perdiendo en una confrontación con los autonomistas. La estrategia autonomista, (para bien y para mal) , nunca fue derrotar al MAS, siempre fue “avanzar en la autonomía”. Y eso es lo que deben buscar los autonomistas como resultado de esta confrontación.

Lección para los autonomistas: no jueguen a la calle, ahí siempre perderán. EL MAS hace años que entrena en esa cancha, tiene experiencia, método, organización, plata respaldo de la fuerza pública y del sistema judicial. Y por eso, los autonomistas siempre deben jugar en el plano de la política (por ejemplo, del voto) y del debate moral. Es en estos campos donde tienen las de ganar, por los menos en sus territorios.

Pero hay trofeos secundarios en este juego duro. El trofeo secundario para el MAS, después de obtener un pacto que viabilice su constitución y la relación, es la cabeza de Leopoldo Fernández. Y para los autonomistas, el trofeo secundario es recuperar algo de su IDH. Ambas cosas serán mostradas en los públicos internos como éxitos de la contienda.

Lo esperable es que estos pactos, den al país un sistema político estable por un tiempo. La fórmula debe ser al siguiente: “el MAS reina en el nivel nacional, pero en el departamento mandan los príncipes regionales”. Si una de las partes desconoce esta fórmula, entonces, la estabilidad se vuelve difícil. El MAS tendría que mandar su artillería sobre la media luna y meter preso a Sancho, Pedro y Martín. Obviamente eso de encarcelar a los rivales tiene patas cortas. Se vuelve inestable.

Lo que queda pendiente para cerrar un círculo de estabilidad, es complementar el pacto sobre el sistema político, con un pacto sobre el sistema judicial.

Porque el gran dañado de todos estos conflictos fue el sistema judicial. La política se ha “judicializado” a extremos realmente graves. El gobierno ha descubierto un tipo de proceso abreviado. Se trata de una mezcla entre la propaganda y el aparato judicial. La propaganda predice la condena, el aparato judicial la ejecuta.

Para tener cierta estabilidad y darle legitimidad al proceso político, es necesario, además del pacto político en Cochabamba, un segundo pacto sobre el sistema judicial: un pacto de neutralidad. La posibilidad de lograr esto, no es poner fe en que las partes se vuelvan neutrales sobre los jueces y fiscales; la posibilidad es que la presencia internacional, pueda servir de paraguas para comenzar a construir un sistema judicial más o menos independiente.

II. La semana que hoy comienza

Esta semana será clave para ver si el pacto funciona o no. Si no funciona, el gobierno tiene dos caminos: imponer un referendo por su constitución; o meter la artillería. Es decir, que haya caos y violencia en Santa Cruz y luego, bajo el argumento de recuperar el orden, militarizar la ciudad y perseguir judicialmente y penalmente a sus opositores. Ambos caminos –imponer la nueva constitución o militarizar y reprimir- son probables, pero también, muy peligrosos. Lo deseable es que el gobierno vea en el actual escenario de diálogo, la oportunidad de lograr pactos que garanticen estabilidad, por lo menos a medio plazo.

La Temperatura Política.

En una escala del 1al 10, donde 1 es mucha estabilidad política y 10 es mucha inestabilidad, ¿cuánto le pone Ud a la situación Boliviana? La situación está en 8, sabiendo que la estabilidad tiene una oportunidad en Cochabamba.