Cubanos resguardaban predios de Palacio de Gobierno

Lo que no se vio ni se dijo en los discursos oficiales en plaza Murillo:

Los mineros tenian propio equipo de seguridad.

Los cocaleros estaban borrachos.



Marchistas usaron calles como baños públicos

Centenares de campesinos y originarios pernoctaron anoche en la Plaza Murillo, guardando vigilia frente al Congreso(Foto ABI).

La Patria

ANF. Ciudadanos cubanos resguardaron este lunes las puertas de ingreso a Palacio de Gobierno durante la marcha de organizaciones campesinas y sociales afines al MAS que arribó al kilómetro cero, encabezada por el presidente Evo Morales y destinada a exigir la aprobación de la Ley de Convocatoria al Referéndum Constitucional.

ANF detectó la presencia de gente cubana que velaba por la seguridad de Palacio Quemado, estaban vestidos con poleras blancas que tenían leyendas que instaban a la aprobación de la propuesta constitucional, y portaban intercomunicadores. Estos ciudadanos extranjeros se encontraban en un sector de la plaza Murillo que fue delegado a la prensa.

El ingreso de la marcha tuvo otra particularidad. Los miembros de la Federación Nacional de Cooperativas Mineras (Fencomin) entraron por el palco oficial instalado en la Plaza Murillo con su propio equipo de seguridad privada, quienes empujaron torpemente a fotógrafos y camarógrafos de distintos medios de comunicación y causaron, por unos instantes, pánico en la gente que espectaba la llegada de los sectores afines al Gobierno.

Los cocaleros y colonizadores de los Yungas paceños ingresaron a Plaza Murillo en notorio estado de ebriedad, insultando a quienes se cruzaban por su paso y amenazando con terminar con la vida de los parlamentarios de la oposición que no aprueben la ley de convocatoria al referéndum constitucional.

Los periodistas tuvieron también varios malos momentos, puesto que tuvieron que esperar por espacio de dos horas a que el vicepresidente Alvaro García Linera, que los citó a las 16:00 horas, se disponga al fin a dar la conferencia de prensa en el que anunció el acuerdo al que llegaron las cuatro fuerzas políticas del congreso, respecto a la futura nueva constitución y la ley de convocatoria.

Los miles de marchistas que arribaron a la Sede de Gobierno tras siete días de caminata desde Caracollo, dejaron las calles adyacentes a la Plaza Murillo como auténticos baños públicos y alrededor de las 18:00 horas, estas arterias colindantes a Plaza Murillo despedían un olor insoportable y mostraban gran cantidad de basura.