Después de la foto…

Entre paréntesis….

              Cayetano Llobet T.

Por ahora y sólo por ahora, concluido el “Diálogo” que nunca empezó,  parecen estar claras algunas cosas:



Primera: somos un país en observación y bajo tutela extranjera. Lo dramáticamente chistoso es la disputa sobre quién es el titular de la tutela. Es el antes y el después de la reunión de Unasur en Santiago. Hasta allí, sin la menor de las dudas, Chávez y sólo Chávez había tomado el mando de los posibles acontecimientos bolivianos, con apoyo ecuatoriano y manifiesta complacencia de Evo.

En Santiago cambian las cosas. Lula replantea el problema: apoyo total a Evo, protección de la unidad territorial de Bolivia  (por aquello de posibles separatismos), negativa tajante y vehemente a los impulsos militares del “Mussolini tropical”, e imposición a Evo de la obligación de dialogar, es decir, de buscar salidas pacíficas.

Segunda: cumplimiento estricto de Evo y llamados a reuniones individuales a los prefectos, manteniendo la iniciativa. Evo sabe que es mejor tratarlos por separado  -él es más fuerte políticamente y con más experiencia que sus adversarios-, y ellos, a la defensiva. Tienen que admitir la cordialidad del Presidente y hasta alguno sugiere que es un buen tipo. Obviamente, rendición de cuentas de Evo a Lula  -nuevo titular de la tutela, con el apoyo chileno- y certificación internacional de que él está cumpliendo su parte.

Tercera: cierre de la etapa de la pose  -¡para eso era la foto!- y apertura de los dos caminos que siempre le han funcionado al gobierno. Por una parte la amenaza de movilización de su gente y, por otra, la convocatoria al Congreso. Son los dos escenarios en los que se mueve maravillosamente: la generación de miedo y el establecimiento de complicidades… ¿Acaso Podemos le puede fallar?

Cuarta: afirmación incontestable de un cinismo autoritario con extraordinario  -y a veces torpe- despliegue publicitario. Es evidente que entre los comunicadores palaciegos hay más de un buen lector de la historia del fascismo. Impotencia casi absoluta de recurrir a instancias jurídico-institucionales imparciales y manejo gubernamental arbitrario de disposiciones o invento de instrumentos. Y como la inclinación autoritaria del país y de su sociedad son históricas y evidentes, hasta cuenta con el apoyo sacerdotal  -jesuita, nada menos- a sus tesis represivas: la teoría de Xavier Albó –la zanahoria y el palo- es la traducción, citada por él mismo, de “por las buenas o por las malas”  de Evo Morales… ¿disciplina militar ignaciana?

Quinta: sería absurdo negar el resquebrajamiento del Conalde. Lo que fue su expresión más importante, Santa Cruz, tuvo que ceder el mando de facto al comandante tarijeño, Mario Cossío. Pando, brutalmente anulado, Beni sin iniciativa, Cochabamba ratificada en el bando gubernamental y Chuquisaca  con su Prefecta  -respetable mujer-  aislada en su demanda de capitalidad y con su Comité Interinstitucional en vísperas de hacerse añicos.

Sexta: La más que probable y fácil aprobación de la ley de convocatoria a referéndum y, seguramente, los anuncios de resistencia a su realización. Lo que los hechos nos dicen, hasta ahora, es que ninguno de los anuncios de resistencia, ni siquiera los acordados en sus momentos de mayor fuerza han sido cumplidos por los protagonistas regionales. Es poco probable que se cumplan en condiciones de derrota, ¡porque de derrota se ha tratado!

Séptima y última: traslado la conocida frase mexicana: “el que dice que sabe lo que pasa en Bolivia, es que está muy mal informado”.