Un "queso" verde de $us 18 mil causó crisis en Matarani.
Los comunarios de Matarani, donde el 20 de agosto lincharon a tres jóvenes, están con miedo por el posible vínculo de ese crimen con el narcotráfico. Ahora declaran voluntariamente.
Rescate de los cuerpos de los linchados en agosto.
Los Tiempos, Por: Eliana Ballivián
Luego de la intervención policial en las comunidades de Matarani, por la cual se identificó a los autores del triple linchamiento contra tres supuestos ladrones, los comunarios empezaron a presentarse voluntariamente ante la Policía, sobre todo porque no quieren verse vinculados al "queso verde" (pasta base de cocaína) de 18 mil dólares, cuyo robo habría sido el móvil que originó el linchamiento de los jóvenes y que ahora es la preocupación de los lugareños.
Una fuente muy vinculada a los comunarios que participaron en el linchamiento, ya sea como testigos o como autores, dijo que algunos de ellos han contratado asesoramiento legal para presentarse voluntariamente a declarar, para hacer frente al proceso, ya que entienden que eso los puede favorecer judicialmente.
El 20 de agosto pasado fueron linchados Jorge Flores Velarde (22), Francisco Alanes (16) y Daniel Moisés Quispe (25), de quien se dijo inicialmente que habían robado peroles chicheros de cobre, aunque cada vez cobra más fuerza la versión de que en realidad fue un caso de "volteo" de "queso verde".
El "queso verde" es una carga de pasta base de cocaína, compactada, que presuntamente fabricaban los jóvenes en las comunidades de Matarani, por un encargo especial. La diferencia en la ganancia de la producción con la comercialización habría hecho que las víctimas del linchamiento opten por "voltear" la misma carga que fabricaron, meses antes de que fueran atrapados.
También se supo que los principales acusados detenidos, presuntos autores de la muerte de los tres jóvenes y allegados al principal afectado del robo del "queso verde", Luciano Villarroel Rodríguez, quien está prófugo, pedirán en los próximos días audiencias de libertad provisional, por distintos motivos por los que pretenden defenderse en libertad.
La audiencia para Remigia Rodríguez, madre de Luciano Villarroel, fue fijada para hoy por la tarde, en tanto que para Rafael Iriarte, su cuñado y Fidelia Villarroel, su hermana, se fijó la audiencia para el 31 de octubre.
Algunos comunarios expresaron su preocupación en sentido de que las autoridades ya saben "quién actúa y con qué". Opinan que si la familia Villarroel "está quemándose", también puede "quemar" a los comunarios en el asunto de drogas, ya que parecería que los comunarios los están protegiendo.
La familia Villarroel, según se supo, es propietaria de una flota, varios tractores y camiones y, aparentemente, se dedican a la compra venta de estos vehículos.
El corregidor y el alcalde
El corregidor de Sacabamba (a donde pertenece Matarani), Pedro Pinto, también detenido, acusado de haber instigado a la violencia contra los tres jóvenes, "es todo un personaje en su comunidad", según la fuente extraoficial. Su opinión es importante para la población y el día del linchamiento había retornado a Matarani con ganado que recién había comprado en Toco.
"En realidad, cuando vieron llegar a Pedro Pinto, lo metieron de un empujón para que se involucre y opine, porque en el fondo nadie se animaba a decidir qué harían con los supuestos ladrones. Fue Pedro quien propuso que los llevaran ante las autoridades de Sacabamba, que ese día estaban en una reunión deliberando sobre el POA y además hay un puesto policial", dijo la fuente.
El alcalde de Matarani, Alejandro Molina, se movilizó mucho antes hasta Sacabamba, para ir a buscar al policía del puesto, que no estaba ese momento.
Enteradas de lo que sucedía un kilómetro más allá del cementerio de Sacabamba, donde los supuestos ladrones fueron ultimados, las autoridades que estaban reunidas en Sacabamba se fueron yendo.