El nuevo delfín del régimen masista

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En los últimos meses, Fidel Surco, dirigente de una más que cuestionable “federación de colonizadores” ha adquirido un notorio poder en las esferas de gobierno a despecho de otros personajillos que tenían idénticas expectativas.

Es que Surco jugó sus cartas con mucha habilidad y eso no se puede negar. En primer lugar no se mostró solo como dirigente sindical sino que también es capaz de asumir acciones de mayor envergadura, la lucha armada entre ellas, lo que acabó conmoviendo hasta las lágrimas a los más pertinaces seguidores de la política del gatillo (entre otros,don Alvarito)



De estos hay muchos en el MAS aunque es evidente que a estas alturas del partido prefieren que sean otros los que den el pecho y jalen el gatillo. Se aburguesaron y ahora prefieren la discusión teórica a la práctica revolucionaria. Es conocido por todos que las balas no son buenas para la salud.

La pantomima armada por Surco en la zona de Rurrenabaque, con profusión de fusiles, dinamitas y gritos revolucionarios, terminó por conmover a personas como Antonio Peredo, su berrinchuda esposa y otros que recuerdan con indisimulada nostalgia los años 60 y 70 en los que dicen hubo una sañuda represión pero de la que, a juzgar por las apariencias, ellos y otros salieron muy bien librados.

Fidel Surco, sorteando las virulentas miradas de reojo que le lanza su alter ego, Isaac Avalos y las suspicacias que ha levantado en  los alteños Roberto de la Cruz y Edgar Patana, es hoy el niño mimado de amplios círculos de gobierno.

Este  emergente "enfant terrible", de corta trayectoria y del cual nadie sabe de que vive,  pues no trabaja, se pasea en lujosas vagonetas y tiene familia que sabe comer, es muy hábil en sobrevivencia en estos tiempos de crisis.

Y su ambición no tiene límites y algunos de sus seguidores le han hecho creer al arribista Surco que se vaya preparando como posible sucesor o pieza de recambio de Evo Morales.

Zoe