El reencuentro familiar se hizo posible después de casi 40 años

Jorge fue un joven inquieto. A sus 38 años tuvo que dejar el país acosado por persecuciones políticas. Estuvo lejos hasta que un hermano lo ubicó en un asilo en España y le propuso retornar.

Las religiosas del hogar San Ramón lo acogerán

Carmela Delgado | cdelgado@eldeber.com.bo



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Emoción. Un abrazo esperado y disfrutado. Miguel (izq.) y Jorge Ernesto se reencontraron en el aeropuerto

Con el cuerpo muy desgastado y la voz ya apagada y débil por los 82 años que tiene encima llegó a Bolivia Jorge Ernesto Ballón Sanjinés, después de casi 40 años, para reencontrarse con su hermano Miguel. Ambos habían perdido todo contacto, por ello el primer abrazo que se dieron fue estremecedor, pues no lo hacían desde que eran jóvenes.

"Coco", fue la primera palabra que le dijo su hermano al verlo en el aeropuerto de El Alto la madrugada del jueves 16 de octubre. Él no pudo contener los sollozos por la alegría de estar otra vez entre los suyos. La sensación de volver a su tierra pudo más que los contratiempos que sufrió en el viaje, pues siempre se mantuvo lúcido, pese al cansancio que tenía y al aseo que le urgía porque ahora usa pañal desechable.

Salió de Murcia (España) y llegó a las 18:30 del miércoles al aeropuerto Viru Viru. Estaba previsto que pase a La Paz hora y media después, pero sólo pudo salir a la medianoche, por lo que llegó a El Alto a la 1:00 de la madrugada.

Su hermano lo tenía que estar aguardando, pero por una  confusión en el día de llegada tuvo que permanecer en el aeropuerto hasta las 3:00. Sin embargo, la alegría le daba la energía para mantener siempre el buen humor y la cordialidad. Tras el primer saludo que alguien le hacía, estrechaba la mano, más aún si era una dama, porque acostumbra a darles un beso en la mano.

La espera se hacía interminable, pero nunca perdió de vista un maletín que contenía todos los documentos que explicaban las circunstancias de su regreso al país. Allí se indicaba que él se fue hace 52 años. Los últimos 14 estuvo internado en la residencia de la Santísima.

Jorge Ernesto pasó la primera noche en Bolivia con su familia y al día siguiente fue internado en el hogar San Ramón, de La Paz, donde será su residencia, tal como estaba previsto. Volver a su país natal fue motivo para hacer un repaso por su vida, que no fue sencilla, puesto que sus ideales políticos le cobraron una factura muy alta y tuvo que alejarse de su familia y de su tierra porque estuvo varias veces preso y confinado. Fue fundador del Partido Comunista en Bolivia.  “Comandante ‘Coco’ Ballón. Ése era el nombre con el que todos me conocían”, comenta con esfuerzo pero levantando enérgicamente el puño izquierdo.

Su lucidez es evidente cuando comenta sobre ese pasaje de su vida y lo compara con la actualidad. Dice que ahora son pocos los izquierdistas que quedan. “Hay que tener pantalones, ahora hay puros cobardes”, señaló.

Hablar de este tema le fascina. Lo que le causa mucho dolor es recordar todo lo que tuvo que vivir durante años. Cuando se fue al exterior se ganaba la vida enseñando idiomas y dando clases de filosofía comunista. Las organizaciones lo apoyaron un tiempo, luego el panorama político cambió y recuerda que quedó solo, a tal punto que tuvo que vivir un año en la calle. “Pedía limosna y dormía en la calle; sólo los periódicos me calentaban. Comía sobras y cáscaras de fruta”, indicó entre sollozos.

Su vida mejoró cuando una persona lo llevó hasta el hogar Santísima Vera Cruz, en Caravaca, de las Hermanitas de Ancianos Desamparados, donde permaneció durante 14 años, hasta el momento de su repatriación. 

Ahora espera volver a ver a su hijo Ricardo Ballón Chávez, a quien dejó de ver cuando tenía 12 años, pero ahora tiene más de 50 y vive en Estados Unidos. Es abuelo de dos nietos por conocer, el mayor de 15 años.

  La cronología  

– Viajero. Se fue a Francia, donde estuvo mucho tiempo. Sus familiares hasta ahora no encuentran una explicación a su partida, porque él estaba muy mal de salud. Le habían extirpado un riñón y el que le quedaba estaba mal. Incluso un médico le había augurado un año de vida. Entonces vino la guerrilla del Che Guevara. Se fue con pasaporte falso a Chile y luego fue confinado a Checoslovaquia. Después estuvo en Suiza, España, entre otros países.

– 2007. Reanudó los contactos con su hermano. “No lo veía desde que él estaba viviendo en Suiza y yo en Francia. Eso fue en 1971. En ese entonces eramos dos jóvenes”, comenta su hermano Ernesto. Ahora logró que AeroSur lo ayude con el pasaje, con gestiones de Neiza Ramos.

– Familia. Eran nueve hermanos de padre y madre. Jorge Ernesto era el antepenúltimo. También tuvo siete hermanos por parte de padre, pero a su regreso sólo ha encontrado a dos. A la mayor, que tiene 96 años, y a Miguel, que ahora tiene 77, y es el que se encargó de dar con él y lograr que sea repatriado.

– Nacimiento. El 30 de septiembre de 1926, en Oruro. Estudió Derecho y fue muy inquieto en su formación comunista. Participó en congresos de la juventud del Partido Comunista en Praga.

– Ayuda. Miguel Ballón Sanjinés, su hermano, que hoy tiene 77 años, recurrió a la Cruz Roja española para dar con su paradero. Lo hallaron en el hogar Santísima Vera Cruz Caravaca. Las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, en Murcia, lo cuidaban.

– Salud. Jorge Ernesto sólo puede ver con un ojo. Perdió el ojo izquierdo en la niñez, cuando una flecha de paja se le incrustó.

Las religiosas del hogar San Ramón lo acogerán

Familia. Los últimos 14 años estuvo viviendo en un albergue para ancianos. Desde allá vino con un cupo seguro en el centro que atienden las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, en La Paz

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Atención. Un centro para personas de la tercera edad será el hogar de Jorge Ernesto. Su familia quiere estar muy cerca

Jorge Ernesto Ballón Sanjinés tendrá otra familia con las Hermanitas de Ancianos Desamparados. Ellas cuidan en este momento a 280 personas de la tercera edad en el hogar San Ramón de La Paz y le han abierto las puertas para que este hombre llegado de España y se integre al grupo.

La hermana Narcisa le dio amablemente la bienvenida y de inmediato salió la religiosa Rosalinda, que se encarga del pabellón de hombres. La superiora, María del Pilar, también salió a su encuentro, puesto que él venía con muchas recomendaciones de las hermanas  que lo tenían albergado en España.

Después de registrarlo, lo primero que hicieron las religiosas fue someterlo a una revisión médica para contrarrestar malestares que pudieron haber surgido a raíz del prolongado viaje. Después fue llevado a una habitación.

Son 14 hermanas las que se encargan de sacar adelante este hogar, que el próximo 26 de octubre dará inicio a la celebración de su centenario. “Van a ser 100 años que estamos aquí en La Paz. En 1909 vinieron las hermanitas a fundar esta obra”, indicó la superiora.

Tienen poco personal contratado porque no pueden pagar  mucho, dado que viven de la limosna, aunque reconocen que la Prefectura los colabora con becas alimenticias, que sólo cubren la cuarta parte de lo que se gasta en alimentación.

Recientemente, han logrado un ítem del Ministerio de Salud para contar con un médico que atienda a los residentes, y la Alcaldía cubre el gasto de energía eléctrica. Algunas familias colaboran, al igual que las 25 personas que reciben una renta. “Nuestro hogar es muy grande, es como un pueblo, pero como decía nuestra madre fundadora: ‘La providencia y la fe mantienen esta casa en pie’. Llevamos casi 100 años viviendo de ella y confiamos en que no nos fallará”, dijo María del Pilar.

Las necesidades  

Pañales. Gastan 300 pañales desechables al día, porque 100 ancianos los utilizan de forma permanente.

Ayuda. Una campaña busca recolectar pañales, pero hasta ahora no tienen mucha respuesta. La ayuda de personas desprendidas permite mantener a los residentes.

Contacto. Para cualquier consulta o ayuda, se puede llamar a los teléfonos 271-0110 ó 271-0894