El temible clan

Las tres hermanitas Terán Gonzáles (Margarita, Juana y Elba) son definitivamente unas muchachas a las cuales uno la pensaría más de dos veces antes de invitarlas a su fiesta de cumpleaños.

De Margarita se ha dicho mucho y de lo más variado. Se la describe como una joven, agraciada y veleidosa cholita que en el exuberante trópico cochabambino hizo calentar la cabeza a más de un humilde cocalero, pero que ella tenía ojos solo para el Evo. Visión histórica le llaman.

Por ese su apego incondicional al máximo dirigente cocalero, junto a Celima Torrico, ex cantante conocida en la bohemia chapareña y actual ministra de Justicia y, a Silvia Lazarte, presidenta de la Asamblea Constituyente, formaron el núcleo primigenio del «instrumento político» y que hasta ahora tiene influencia en el primer mandatario, pese a su proverbial machismo y a despecho de los «intelectuales» que se arrimaron a última hora cuando ya estaba todo cocinado



Sin embargo hay capítulos en la vida de Margarita Terán que resultan truculentos.

En octubre del 2000, la región del Chapare vivía una etapa de gran convulsión y el bloqueo del camino en la carretera Santa Cruz-Cochabamba se prolongaba por más de un mes. Es en esas circunstancias que se produce la desaparición del teniente de Ejército, David Andrade y de su esposa Graciela Alfaro.

Las versiones de la desaparición de ambos y de otros tres suboficiales fueron de lo más variadas y los cuerpos fueron encontrados recién a los dos meses con muestras de haber sido todos ellos bárbara y cruelmente torturados. Todos los dedos apuntaron al en ese entonces diputado Evo Morales y su grupo de directos seguidores, entre ellos Margarita Terán. Sin embargo, la ley del silencio se impuso en el Chapare y el proceso no avanzó.

No fue hasta julio de 2003, que Nancy Fernández, también cocalera, se animó a hacer un relato de las atroces muertes de los esposos y los otros tres militares. Relató que Margarita Terán se ensañó particularmente con la esposa del teniente que la había llamado «chola».

Contó también que Evo Morales, cual Pilatos se lavó las manos y había instruido a los cocaleros que hicieran lo que quieran con los secuestrados.

No viene al caso detallar otras circunstancias relatadas por la testigo por cuanto se corre el riesgo de incursionar en lo morboso. No obstante baste decir que la muerte de las cinco personas se produjo en medio de atroces torturas y vejámenes particularmente para la esposa del teniente Andrade.

Este proceso fue sepultado al calor de los violentos procesos políticos iniciados el año 2003 y hoy por hoy, es claro que muy pocos, o nadie, tendrían la peregrina idea de reactivarlo.

Las hermanas Juana y Elba, al parecer actúan en el Chapare con el mismo talante que su hermana Margarita y muchos comentan en voz baja su actitud prepotente al amparo de la influencia que tiene su pariente con el presidente Morales.

Se dice que controlan toda una red que les permite producir grandes cantidades de cocaína (los 147 kilos de clorhidrato que se les encontró no es precisamente moco de pavo) y, además, controlan el tráfico de la hoja de coca a vista y paciencia de las autoridades policiales, permanentemente amedrentados por la influyente hermana.

La protección oficial a las hermanas Terán se ejecuta en forma discreta pero efectiva, con llamadas de algunas ministras, ministros y viceministros a los fiscales y jueces. La presión esta dando resultado, por cuanto las hermanitas y el esposo de una de ellas, atrapados con el cargamento de droga en su casa, delito infraganti, fueron trasladados a la penitenciaria de su pueblo, donde gozan de toda la consideración acompañada de una raquítica vigilancia policial. Las ironías de la vida, pues, otros por el «delito» de disentir con la política del gobierno, son secuestrados y confinados en lugares distantes de su residencia.

No hay que perder de vista este caso, ya se comenta que los policías responsables de la operación «pato nocturno» serán relevados de una forma discreta por haber actuado contra quienes no debían y por haber filtrado la información a la prensa, aunque también corren versiones de que el clan Terán fue denunciado por algún dirigente masista, que no mantiene al presente, buenas relaciones con la implacable Margarita.