Evo Morales acaba con Bolivia y Chávez crea “tradición autoritaria”

Escritor Mario Vargas Llosa:

Escritor Mario Vargas Llosa

El escritor peruano Mario Vargas Llosa cree que el presidente de Bolivia, Evo Morales, está “acabando con su país”, aunque considera que es peor el caso del gobernante de Venezuela, Hugo Chávez, porque -dijo- “está llevando a Venezuela a una tradición autoritaria y caudillista”.
En una rueda de prensa celebrada en Barcelona, el escritor aseguró que las políticas que llevan a cabo Chávez y Morales son concretas, “pero tienen una lectura que las convierte en fantasía”.
Vargas Llosa pronunciará hoy la conferencia “Sueño y realidad de América Latina”, lección inaugural del curso 2008-2009 de Humanidades de la Fundación la Caixa.
Según Vargas Llosa, Latinoamérica continúa exportando ciertos mitos a las sociedades occidentales, que los materializan “en forma de sueños y utopías, siendo clarísimo en el campo político, como lo demuestra la revolución cubana”.
Incidiendo en los casos de Venezuela y Bolivia, el escritor desmintió que Morales sea un indígena, como ha sido presentado en Europa, y subrayó que se trata de “un criollo latinoamericano típico, un mestizo hispanohablante, que está acabando con Bolivia, creando problemas monstruosos con la cuestión racial que antes no existían al nivel de ahora”.
“El caso de Chávez -prosiguió- es más grave, porque en Venezuela, mal que mal, había ya una tradición de cuarenta años de vida democrática, aunque con una corrupción enorme, es verdad. Pero la solución no es volver a la dictadura”.
En su conferencia “Sueño y realidad de América Latina”, que sintetizó durante su encuentro con los periodistas, recreará la historia de este territorio, sociedad y cultura a través de las mitologías indígenas y la cultura de origen europeo.
El novelista cree que existen dos caras de América, la real que es “objetiva, concreta y también muy dolorosa”, y “la fastuosa, brillantísima, llena de imaginación y fantástica”.
Este hecho se produce desde el mismo momento de la conquista de estas nuevas tierras por parte de los europeos en los siglos XV y XVI y, en este sentido, recomendó la lectura de las primeras crónicas que se escribieron.
“Es muy fascinante -dijo- ver los escritos de esos hombres rudos y con muy poca cultura, que dejan testimonio de la impresión que les causa ese mundo nuevo, aludiendo a los mitos y leyendas que traen consigo, como la de la fuente de la eterna juventud, que buscan en esos nuevos parajes”.
Ya en nuestros días, afirmó, escritores como Alejo Carpentier, Malcom Lowry, Joseph Conrad o el mismo Gabriel García Márquez han adaptado su visión de América Latina a los mitos que ella misma generaba.
Sin embargo, a juicio de Vargas Llosa, “la realidad es que ninguna historia es surrealista, porque la historia es objetiva y los hechos sólo son poéticos cuando una visión los transforma en poesía”.
Consultado sobre la situación de crisis económica mundial, iniciada en los Estados Unidos, este liberal a ultranza reconoció que se encuentra “desgarrado” entre sus principios y la realidad.
Y añadió que “un liberal jamás debería aceptar que los pobres contribuyentes salvaran a las empresas codiciosas que han acabado en la ruina”.
Sin embargo, para Vargas Llosa, el problema ahora es que “estas instituciones no quiebran solas y parece indispensable el intervencionismo para salvar a los náufragos. A los liberales esta crisis también debe llevarnos a revisar la idea de que a menor Estado, mejor funcionamiento de la sociedad”.
Con respecto a esta cuestión, el escritor peruano-español cree que es una “insensatez” alegrarse por lo que está ocurriendo y por suponer que esto acabará con el capitalismo. “Nos arruinará a todos”, dice.
Y volvió a defender el llamado Manifiesto para la Unidad de la Lengua Castellana, que él suscribió, porque cree “en todo lo que dice de principio a fin. Su idea es justa y válida y merece ser apoyada”.