Forenses de Unasur llegan a Pando a investigar las muertes

El Mundo

AP / La Paz. Forenses y peritos en balística enviados por la Unasur llegaron a Bolivia para investigar una matanza de campesinos ocurrida el mes pasado en una región amazónica fronteriza con Brasil durante protestas opositoras.

El equipo está integrado por una docena de expertos entre ellos peritos chilenos y argentinos que realizarán un trabajo a profundidad sobre las muertes, dijo a la AP el defensor del Pueblo Waldo Albarracín.



El abogado argentino Rodolfo Mattarollo encabeza la comisión que el martes viajó a la ciudad de Cobija, a 610 kilómetros al noroeste de La Paz, para iniciar las pericias.

Mattarollo ya estuvo antes en la zona preparando el terreno para iniciar las investigaciones. Las versiones de los sucesos aún son contradictorias.

El gobierno dijo que se trató de una "masacre" alentada por seguidores del prefecto (gobernador) de Pando cuya capital es Cobija, Leopoldo Fernández, actualmente detenido.

Fernández declaró que hubo un choque entre bandos rivales. Las versiones sobre el número de fallecidos también difieren, el ministro de Gobierno Alfredo Rada aseguró que son 15, trece de ellos campesinos seguidores del presidente Evo Morales.

Albarracín aseguró el martes que por la investigaciones que él realizó en la zona, los fallecidos suman 19, incluyendo un pastor evangélico presuntamente opositor del gobierno, dos funcionarios seguidores de Fernández y un soldado. El resto serían campesinos leales al gobierno.

Albarracín no descartó que los muertos puedan ser más y aseguró que la investigación impulsada por la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) permitirá esclarecer los hechos.

"La idea es que la investigación se realice con objetividad para identificar a los responsables penales de las muertes", dijo.

El pequeño departamento amazónico de Pando fue epicentro de violentas protestas en cuatro regiones autonomistas contrarias al gobierno.

Según la versión oficialista los campesinos fueron emboscados el 11 de septiembre por funcionarios leales a Fernández. El propio Morales dijo que en el asalto participaron "sicarios" brasileños y peruanos.

Versiones de los opositores aseguran que algunos campesinos estaban armados y fueron interceptados para evitar que llegaran a Cobija donde supuestamente pretendían tomar la prefectura opositora.

Las muertes son el saldo trágico de la confrontación política que mantiene enfrentados al gobierno de Morales con prefectos opositores autonomistas en torno a dos proyectos políticos hasta ahora irreconciliables sobre el futuro del país.