Hoy abogada del gobierno, ayer de narcos y estafadores

 

La abogada Mary Carrasco, conocida en el foro paceño por su total falta de escrúpulos, definitivamente está en todas. Entiéndase que está en todos los asuntos que tienen algún viso oscuro o que le pueden reportar beneficios extraordinarios.



Junto a su esposo, Waldo Molina Gutierrez, nuestro personaje ha transitado siempre por los caminos más sinuosos y nunca dudó en acudir a los métodos más reprochables para conseguir sus objetivos, casi siempre de dudosa legalidad.

Ahora resulta que es abogada de los familiares de tres normalistas fallecidos durante los luctuosos hechos ocurridos en Pando, hechos que el gobierno ha tratado sistemáticamente de falsear pretendiendo hacerlos ver como una masacre cuando en realidad se trató de un enfrentamiento que el mismo promovió con una ausencia total de respeto por las vidas humanas.

Pero ese no es el tema. La abogada Carrasco, ha reconocido que recibe un sueldo del Ministerio de Gobierno pero niega en forma insistente que esa sea la causa por la que se hizo cargo de la defensa de los familiares de los normalistas. Sin embargo se niega también a informar sobre quienes están pagando su patrocinio.

Quien la conoce podrá dar fe, sin lugar a dudas, que la Mary jamás haría algo gratis o por migajas. La filantropía no es su fuerte y así lo ha demostrado durante toda su trayectoria profesional. Como ejemplo, solo algunos casos:

Debe recordarse que en el año 2003, fue abogada defensora del colombiano Francisco «Pacho» Cortez, trabajo por el que cobró la bicoca de 50 mil dólares, cuyo origen es ciertamente dudoso pero es claro que no provenían de los bolsillos de ese miembro de las FARC que se decía «defensor de los derechos humanos».

Fue también abogada de Jorge Rodríguez Dañin en el juicio que este siguió al expresidente del Servicio Nacional de Caminos, José María Bakovic y que terminó en un irregular y oscuro arreglo que implicó el pago por parte de Bakovic de 197 mil dólares, con recursos provenientes de la empresa recaudadora de peajes CONOSUR SRL.

El 10 de septiembre de 2003, el Fiscal Lucio Catacora Aguilar, denunció a Mary Carrasco y su esposo Waldo Molina por la comisión de los delitos de falsedad material y uso de instrumento falsificado, aduciendo la falsedad de su firma y sello en un documento presentado al Colegio de Arquitectos.

Fue también la abogada de Roberto Landivar, propietario del banco Bidesa y cuya quiebra significó al Estado 60 millones de dólares. Durante todo este proceso utilizó todas las chicanas imaginables y al final, Roberto Landivar, pudo salir libre debido a la extinción del proceso penal.

Queda claro que los asuntos de Mary Carrasco siempre fueron turbios y sus métodos cuestionables. Ahora dice que se hace cargo del patrocinio por ser abogada de la Central Obrera Boliviana en un supuesto juicio de responsabilidades con exmandatarios.

Además, a parte de cobrar del Ministerio de Gobierno, lo hace también del Viceministerio de Tierras, a cuyo titular, Alejandro Almaráz cobra la suma de 30 mil dólares por un proceso en su contra por la falsificación de su libreta de servicio militar.

En suma, Mary Carrasco muerde de todo lado. Para esta profesional es lo mismo defender a estafadores, narcotraficantes (fue abogada de Oso Chavarria), terroristas, a políticos, empresarios, o a «humildes victimas» (caso normalistas), todo depende del suculento monto que ingresa a sus bolsillos. Es una de las abogadas más caras del país, los que contratan sus servicios confían que ganarán la batalla legal, por cualquier método, así lo confirman varios de sus colegas que no se enorgullecen de compartir con ella una misma profesión.