La crisis de la minería redujo el monto del jornal en el Cerro Rico

Los cooperativistas temen que crezca el desempleo en la Villa Imperial.

Otra consecuencia de la baja de los precios es la disminución de los volúmenes de mineral explotado.

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La Prensa

La pérdida de valor de los minerales bolivianos en el mercado internacional ya causó en el sector minero cooperativista una disminución en —al menos— un 50 por ciento del jornal de los trabajadores de interior mina.

El auge de precios altos de minerales producidos por Bolivia finalizó bruscamnete el segundo semestre de este año, tras cuatro años de haber empezado por el requerimiento de minerales en nacientes polos industriales localizados fundamentalmente en India y China. La estocada final de esa caída ocurrió este mes con la agudización de la crisis financiera internacional.

Una muestra de la pérdida de valor del costo de los minerales es la disminución de la libra fina de zinc la anterior semana en el mercado de Londres de 1,32 dólares a 0,50 centavos de dólar.

Un recorrido realizado por La Prensa en establecimientos mineros del Cerro Rico permitió establecer que desde este lunes el ingreso de un perforista, quien ganaba hasta el mes pasado entre 200 a 220 bolivianos, bajó a 100 y 130 bolivianos.

El chaskiri (persona quien lleva mineral a los carros), percibía entre 150 y 200 bolivianos, ahora gana entre 60 y 70 bolivianos; y el carrero, de entre 40 y 80 bolivianos a 25 y 40 bolivianos.

Otra consecuencia de la crisis minera es la disminución de socios afiliados a la Federación de Cooperativas Mineras de Potosí (Fedecomin) de 20.000 personas a aproximadamente, 15.000, es decir, sufrió una reducción de cerca del 25 por ciento.

Según Fencomin, en las minas de la Villa Imperial todavía operan 51 cooperativas.

Otros efectos

El ejecutivo de Fedecomin Potosí, Benedicto Llano, dijo a La Prensa que la disminución de afiliados “es un efecto natural de la baja en la producción de las operaciones en el Cerro Rico”.

Según la misma fuente, antes de la crisis se extraían unas 5.000 toneladas de mineral al día, pero “hoy esa explotación bajó a casi la mitad, si es que no es la mitad, por la falta de mercados”.

El dirigente consideró que “el alejamiento” de 5.000 trabajadores de las minas potosinas no “debe tomarse como un despido, sino como una relocalización forzada por los precios bajos y la falta de exportación”.

La falta de ganancias entre los cooperativistas también repercute en otros ámbitos económicos potosinos como la provisión de alimentos, el transporte, el expendio de hojas de coca, el comercio de instrumentos mineros, equipos de seguridad industrial y repuestos vehiculares.

“Una cooperativa con suerte —dijo— sacará unas 2.000 toneladas día. Sin embargo, el trabajo continúa, pero la falta de algunos elementos han provocado que la venta y comercialización de los minerales merme, en desmedro de la economía departamental y nacional”.

Llano pidió al Gobierno una asistencia inmediata a este sector para impedir que se continúen perdiendo fuentes de empleo.

Solicitó además que los planes gubernamentales incluyan estudios especializados para ayudar a que los coorperativistas mineros no sólo inviertan sus ingreso en el pago de sueldos, sino que dispongan de una remanente que les permita invertir en nuevas zonas de explotación.

Recordó que la actual situación es parecida a la crisis vivida por el sector estatal en 1986, que obligó al presidente Víctor Paz Estenssoro a relocalizar a 20.000 mineros de los campamentos del occidente de Bolivia (La Paz, Oruro y Potosí), con una grave “consecuencia para las poblaciones de esos departamentos y la consiguiente emigración de los desplazados a regiones como el Chapare, los Yungas, Beni, Santa Cruz y Tarija”.

El presidente de la Cámara de la Minería de Potosí, José Augusto Ramírez, dijo a La Prensa que el Ejecutivo no debe perder tiempo para socorrer al sector y calificó a la crisis como una de las peores que “sufrieron los trabajadores y operadores mineros”.

Para otro sector de la cadena productiva, la Cámara de la Minería (CAMI), este proceso minero por el que atraviesa la región debía ser atendido oportunamente por el Gobierno para evitar despidos y desequilibrios en la economía.

El jueves de la anterior semana, el Gobierno explicó a la cúpula de la Federación Nacional de Cooperativas Mineras (Fedecomin) las principales bases del plan de asistencia al sector que prevé la canalización de 13 millones de dólares que deberán utilizarse en proyectos de disminucion de los costos de operación.

Además, el Ejecutivo activará la disminución de la regalía pagada por la minería cooperativista de 5 a 1 por ciento y del Impuesto a las Utilidades (IUE) del 37,5 al 25 por ciento.

Hay anuncios de retiro de personal

La jefatura departamental del Trabajo, depediente de la Prefectura de Potosí, informó este lunes que cinco operadoras mineras distribuyeron memorandos de preavisos a sus dependientes.

Unos 50 trabajadores ya recibieron la comunicación para el cese de sus actividades laborales.

La Federación Departamental de Cooperativas Mineras de Potosí (Fedecomin), de esta organización se retiraron en las recientes semanas unos 5.000 cuentapropistas, pero aún permanecen en la organización 15.000 personas.

Según comentó Luis Condori, responsable de la jefatura departamental del Trabajo, el Gobierno puede emitir en los siguientes días un plan estatal, para evitar los despidos masivos en razón de que la documentación fue remitida al Ministerio del sector, para que sea considerada en instancias del poder Ejecutivo.

La anterior semana, la Federación Nacional de Cooperativas Mineras (Fencomin) recibió del Ejecutivo una explicación sobre el proyecto gubernamental, para asistir con recursos a ese sector.

De acuerdo con los reportes de medios de comunicación, en los dos anteriores años el auge de los precios altos de los minerales exportados por Bolivia hubo generado que los cooperativistas mineros adquieran más vehículos, debido a lo cual algunas arterias de la Villa Imperial tenían un tráfico inusual, para esa ciudad.

En enero de este año, el vicepresidente, Álvaro García Linera, pidió a los dirigentes cuentapropistas que tomen previsiones para afrontar los malos tiempos. El boom minero comenzó en Bolivia hace cuatro años con la elevación del costo de productos como el zinc, la plata y otros, que por entonces tenían gran demanda.

Los detalles

La crisis minera también afecta a otros ámbitos económicos como el transporte y el comercio.

Fedecomin dice que en el Cerro Rico todavía operan 51 cooperativas del sector.

Al menos, unas 5.000 personas se hubieron retirado de esa organización este mes.