La gran MAScarada

Puka Reyesvilla*

Aunque no lo había pensado así, este texto tendrá que comenzar con la cita del escrito en el que Rodrigo Ahumada Durán reseñaba la obra homónima (2001) de Jean Francois Revel, sobre todo para curarme en salud de alguna posible mención a supuesto plagio o cosa por el estilo que pudiera surgir.

Pues bien, aquél anotaba: “…no obstante los crímenes cometidos contra millones de inocentes, en nombre de la igualdad fraterna y la dialéctica de la depuración humana, Revel constata la dramática supervivencia de lo que él llama la utopía socialista. Es cierto que la memoria tanto individual como colectiva tiende a ser frágil. Aún así, no deja de ser paradojal en una sociedad de la información que lo que ayer se miraba con horror, hoy se tienda a justificar. Incluso se ha llegado a sostener que los socialismos reales se habrían apartado de las tesis esenciales de Karl Marx. Esto explicaría su rotundo fracaso, a la vez que los atentados sistemáticos contra los derechos humanos. Revel llama a esto, con agudeza, la gran mascarada, o la supervivencia de la utopía socialista…”.



Pero dado que ya lo hice, me toca marcar distancia del tufillo ultraliberal que se desprende de tales líneas. Bien sabe el lector que el suscrito se adscribe a un pensamiento antes conocido como socialdemócrata —yo lo sigo haciendo así— y que hoy adopta denominaciones ambiguas; “socialismo inteligente (SI)”, podría aproximarse al concepto previo… lo de inteligente deviene de su entronque con la economía global, la democracia y los derechos humanos. El modelo de Lula es un buen ejemplo de ello.

Salvado este obstáculo —sólo en ello se ha ido la mitad del espacio— la variante que acuñamos ahora, la gran MAScarada, se cae de tan obvia y, sin mayor justificación, la rondaremos:

Como “o firman, o suelto a los doberman” podría traducirse la conminatoria del Presidente a los prefectos para que éstos viabilicen el proyecto de Constitución masista. La jauría, entretanto, alistándose para cercar ciudades e instituciones democráticas. Entiéndase bien; más allá de la realización o no de cercos físicos, el cerco de la desinformación ejercido desde el Gobierno actúa día a día sobre la mente del ciudadano hasta reducirlo a un ser acrítico.

¿Dónde se metieron las ONG de género que no salieron a hacer causa común con la señora Sosa? Si no entendí mal su testimonio, más allá de que sus captores fueran militares u oficialistas, lo que más resalta es que tales tipejos hicieron fiesta de su condición de machos.

Tampoco puede pasar inadvertido que, a días de la expulsión de la DEA y la NAS del Chapare, se registren dos operativos que involucran a familiares de la masista Margarita Terán y a un dirigente del MAS. Es de suponer que dichos operativos se los hizo sobre la base de información de ambas oficinas; entonces, ¿por qué no se los hizo con anterioridad?

Ingenuamente pensaba que después de Arce Gómez y el “testamento bajo el brazo”, no viviría para escuchar algo parecido; pero el ministro de la cocaína palidece ante las expresiones del capitán dado de baja.

*Puka Reyesvilla
es docente universitario.