Observadores encauzaron los acuerdos

Proceso. Algunos congresistas revelaron que los veedores internacionales presentaron sugerencias cuando el diálogo amenazaba con naufragar. Hicieron viable el tema de la reelección presidencial

El Deber



Marco Chuquimia. La Paz

Los observadores internacionales demostraron que tienen paciencia de monolito, como lo demostró uno de los diplomáticos que amaneció ayer en el Parlamento junto a dirigentes políticos y periodistas que durante todo el domingo esperaron el fin de las negociaciones para la modificación del proyecto de Constitución, no sólo como veedores sino como actores y protagonistas.

Los delegados de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), la OEA, Naciones Unidas y la Unión Europea lograron mantener el diálogo entre los bloques confrontados.

El diputado Alejandro Colanzi, de UN, reveló que los veedores ‘jugaron un papel más que de observadores, pues estuvieron como facilitadores y en otros casos (a las 4:00 de ayer) actuaron sabiamente (de mediadores)’. A esa hora corrió el rumor de que se había roto el diálogo porque el ministro de Desarrollo Rural y principal operador del MAS, Carlos Romero, salió raudo y evitó a los periodistas de siete medios que acompañaron el proceso.

El problema surgió por la propuesta del oficialismo, referida a la reelección de Evo Morales y el acortamiento de mandato de los legisladores. Los parlamentarios admitieron que la verdadera discusión era este punto y por eso dejaron el problema para lo último, que les tomó casi 20 horas de negociación.

Gracias a esas intervenciones, los legisladores tuvieron tiempo de dormir en las bolsas que llevaron al Congreso. El representante de la OEA, Raúl Lago, dijo que hubo receptividad de ambas partes, situación que permitió acortar muchas diferencias. En momentos en que salía del Congreso, a las 7:20, afirmó que no tenían idea de lo que sucedería y se declaró ‘frustrado’ por la falta de acuerdos.

Los legisladores coincidieron en que de no ser por la presencia de estos delegados internacionales, el diálogo hubiera naufragado incluso en Cochabamba. Precisamente, el acortamiento de mandato y la reelección estuvieron a punto de fundir el diálogo y nuevamente los veedores sugirieron postularse por una sola vez a la extensión del mandato por cinco años.

Carlos Borth / Senador de Podemos

Recordó el proceso de aprobación .El senador Borth recordó que los acuerdos alcanzados en los procesos de diálogo entre el Gobierno y la oposición tuvieron que llegar al Congreso para su última consideración

«Fue casi un año de diálogo»

– ¿Las cámaras dejarán de legislar después del referéndum?

– A ver, se aprueba el referéndum aprobatorio y dirimidor que se realiza en enero, si se aprueba, ese mismo año acudimos a las urnas, mientras este Congreso trabaja y cumple todas sus funciones

– ¿Habrá prioridades?

– No, una sola ley de la nueva Constitución que puede aprobar este Congreso, el Código Electoral y sus adecuaciones, después pueden trabajar en la rutina.

– ¿Se podrá designar nuevos vocales?

– Quizá se pueda hacer; en enero de 2010 se posesionan las nuevas autoridades y empieza el nuevo periodo de adecuación.

– ¿Cuándo comenzará este nuevo diálogo?

– Han sido tres experiencias, la primera en la Asamblea, luego en la Vicepresidencia y que comenzó a mediados de 2007; entonces, fue casi un año de diálogo accidentado que finalmente logramos culminar en el Congreso y ha tenido que venir al Parlamento para que culmine su consideración.

– ¿Esto lo convierte en un Congreso Constituyente?

– No, no se usa esa figura, se está aprobando la ley interpretativa de la Constitución que le reconoce al Congreso la facultad para que, en caso de emergencia nacional, pueda introducir cambios al proyecto de Constitución aprobado por la Asamblea.

– ¿Cuánto se modificó del proyecto del nuevo texto constitucional?

– Unos 120 artículos, que significan un 30 por ciento porque son 412 artículos y 10 transitorios.

– ¿Perdió su esencia la propuesta del texto constitucional presentada por el MAS?

– Yo diría que se ha mejorado; con los refuerzos que incorporamos desde la propia concepción, le dimos mayor consistencia y rigor técnico.

Edmundo Novillo / Presidente de la cámara de diputados

Anuncia la elección de consejeros. El titular de la Cámara Baja señaló que, una vez aprobada la nueva Carta Magna, se comenzará con los procesos regionales como la elección de los asambleístas departamentales

«Cumplimos con los acuerdos»

– ¿El camino de la concertación de las modificaciones al proyecto de nueva Constitución llegó a su fin?

– Esperemos que esta noche (lunes) podamos concluir, aunque sea en la madrugada, de momento se tratará la ley interpretativa que permite hacer los ajustes al proyecto de Constitución Política del Estado (CPE) que la Asamblea Constituyente entregó al Presidente y él (el jefe de Estado) lo derivó al Vicepresidente.

– ¿Negociaron con Podemos, pero tres brigadas no respetan ese acuerdo?

– Es un derecho democrático de los parlamentarios de participar o no en un diálogo, nosotros cumplimos con los acuerdos; entonces se ha conseguido los cambios en base a la conciencia y al patriotismo de los congresistas que participaron de este proceso, UN, MNR y una importante facción de Podemos. Si estos congresistas no quieren apoyar tendrán sus razones, pero no me parece lo más adecuado; creo que fueron los sectores radicales que sólo usaban las banderas de las autonomías para generar inestabilidad los que se apartaron del diálogo.

– ¿Ahora, qué pasará con la elección de prefectos y consejeros departamentales?

– Una vez aprobada la Constitución Política del Estado hay que proceder a implementar los órganos departamentales como la Asamblea y el gobernador. Lo que hay que hacer es dictar normas para que, en función a las leyes, se elijan autoridades.

– ¿Qué pasará con el Congreso y la nueva Constitución Política del Estado?, ¿podrán legislar?

– No, el trabajo no se paraliza, hay un proceso de transición; entonces, es más arduo el trabajo para implementar las normas a la nueva Constitución Política del Estado, sobre todo en el tema del Código Electoral porque cambia la misma denominación del propio Congreso y las instituciones electorales.