Podría costarle la pega

El viceministro de Defensa Social, Felipe Cáceres*

Las fábricas que han empezado a cerrarse en el bastión masista de El Alto y otras que seguirán en el resto del país, por el fin del ATPDEA para Bolivia, ha hecho al gobierno aterrizar en la realidad y aunque en una desesperada acción de última hora envió misiones a Washington a “rogar” a los “gringos imperialistas” por la ampliación de esta preferencia, al parecer la suerte esta echada y se avizoran días negros para los exportadores.



Es que la soberbia disfrazada de dignidad, termina siendo una estupidez de alto costo para un país pobre como el nuestro. Al final resulta que ahora el gobierno ha tenido igualmente que bajar la cerviz ante los funcionarios y congresistas del gobierno de Bush y quizá, para nada.

El ministro de Hacienda Luis Arce que preside la delegación, en su propósito de salvar el asunto, no ha tenido empacho en mentir al señalar que la expulsión de Usaid, la Dea y la Nas del Chapare fue obra de los cocaleros y “nada tuvo que ver el gobierno ni el presidente Evo”.Ingenuo el ministro, pues los norteamericanos saben en detalle lo que pasa en Bolivia en materia de cultivos de coca, narcotráfico, injerencia política de Venezuela, Cuba , Irán, etc, y sobre todo conocen desde hace veinte años, a Evo y su accionar. Así que ..¡a contar cuentos a otro! habría dicho doña Condolezza Rice.

El asunto no termina ahí. En su intento de apuntalar las argumentaciones del ministro Arce, el viceministro de Defensa Social, Felipe Cáceres, se despachó con una que nadie esperaba. En tono dramático dijo a los norteamericanos: si Bolivia se queda sin el Atpdea, miles de obreros se volverán narcotraficantes.

Se trata de una confesión sorprendente viniendo de un alto funcionario del gobierno masista.

Cáceres no es político, fue productor cocalero, alcalde de Villa Tunari y gracias al desarrollo alternativo impulsado por la cooperación “yanqui” cuándo el Chapare despegó en su desarrollo económico y turístico, se hizo empresario hotelero.  Es amigo y viejo compañero de Evo en las luchas sindicales, de ahí el cargo que hoy ostenta como Zar Antidrogas, pero los masistas aseguran que su relación con el ministro de Gobierno Alfredo Rada, no es de las mejores.

Frente a los denodados esfuerzos del gobierno por ocultar el crecimiento desmesurado de la producción de coca y de cocaína, coincidente con la llegada a la Presidencia de la República de don Evo Morales, la declaración de Cáceres en Washington es considerada por Rada y otros del entorno palaciego como una "metida de pata" que debe ser sancionada.

Cáceres declaró algo que para los bolivianos no es novedad. La crisis económica ha retornado al país, el cierre del Atpdea agrava la situación de desempleo y si en la década de los ochenta la relocalización minera llevó a miles al Chapare a sembrar coca, hoy con un gobierno prococalero, sin gestión económica y que  por fundamentalismos ideológicos cierra la puerta a inversores extranjeros, la perspectiva de los  desempleados se limita a emigrar o delinquir.

Por la permisividad de la política  cocalera del actual gobierno es posible anticipar que opción elegirán los futuros desocupados y si esta  declaración le cuesta la pega a don Felipe Cáceres, al menos aprenderá que en el "proceso de cambio" que impulsa su partido, no cabe la sinceridad y menos la verdad. (Zoe.)

* foto ABI