Un periodista, el tercer preso político del gobierno de Evo

El comentarista de televisión, Jorge Melgar Quete, durante la audiencia de medidas cautelares en el Juzgado Cuarto de Instrucción en lo Penal. La Juez Margot Pérez dispuso su detención preventiva en la cárcel de San Pedro. (Foto ABI)UN PERIODISTA, EL TERCER PRESO CON TINTES POLITICOS DEL MANDATO DE MORALESEl Deber. Jorge Melgar Quette fue enviado a la cárcel de San Pedro. En el mismo lugar también están presos el prefecto de Pando, Leopoldo Fernández, y el autonomista José Vaca.El periodista riberalteño Jorge Melgar Quette, fue enviado hoy a la cárcel de San Pedro por la jueza cuarta de instrucción en lo penal, Margot Pérez. Melgar es acusado de sedición y terrorismo por parte del Gobierno del presidente Evo Morales.“La determinación no me sorprende porque se que soy un preso político”, dijo el periodista de 63 años, que fue capturado en su domicilio por agentes encapuchados el pasado lunes a las 4:00. Con el envió a prisión del periodista ya son tres los presos con tintes políticos bajo el régimen del actual Gobierno.El primero fue el prefecto de Pando Leopoldo Fernández, detenido el pasado 16 de septiembre, en el mismo mes (30 de septiembre), también encapuchados del Ministerio de Gobierno capturan al autonomista José Vaca, en la localidad tarijeña de Villamontes. En los tres casos, no existió la presencia de un Fiscal, violando sus derechos constitucionales, además fueron trasladados a la ciudad de La Paz para posteriormente ser encarcelados.Desde Riberalta, miembros de la familia de Melgar indicaron que apelaran la decisión debido a que consideran injusta la determinación de la juez López. El presidente del Comité Cívico de Beni, Abraham Melgar, hoy visitó a los familiares para brindarle su apoyo. “No quiero que se sientan sólo. La justicia deja al descubierto que está vendida al Gobierno”, manifestó.Por su parte, el ex presidente de los bolivianos Carlos de Mesa Gisbert, declaró en Santa Cruz, que este Gobierno tiene una especia de carta blanca que no ha tenido ninguno de sus antecesores. “Si yo hubiera hecho algo así, ya estuviera crucificado en la plaza Murillo”, comentó.Esmir Cortez – EL DEBER