Una investigación narra la matanza de Porvenir

La Razón desplazó un equipo a Pando y Riberalta para reconstruir los hechos sangrientos del 11 de septiembre. En un especial de 16 páginas, los testigos revelan que fue un enfrentamiento desigual.

La Tenencia de tierras movilizó a los campesinos



Testimonios de los protagonistas

El choque planificado, pero desigual, acaba en matanza

Por ahora Porvenir dejó 13 muertos

Tras los hechos de violencia, algunas versiones se han convertido en mitos que no hallan asidero

Infografía

Las filmaciones del Tahuamanu son varias

Las piezas del rompecabezas

Quintana: "“Se habló de revertir tierras campesinas"

Prefectura y tres alcaldías dieron la ayuda logística

La Tenencia de tierras movilizó a los campesinos clip_image001[163]

Rumores sobre la supuesta reversión de las concesiones de tierra otorgadas por el Gobierno a los campesinos de Pando, y la disputa por la tenencia de la tierra entre organizaciones sociales afines al MAS y partidarios del Leopoldo Fernández, movilizaron a los campesinos de esa región el 11 de septiembre.

La logística diseñada y ejecutada por las alcaldías masistas y por la Prefectura propició la avanzada de casi un millar de campesinos y los planes de contención para evitar el arribo de la caravana, respectivamente.

A inicios de septiembre, las comunidades campesinas afiliadas a la Federación Departamental de Campesinos de Pando, liderada por Antonio Moreno, y a la Federación de Campesinos Madre de Dios, cuya ejecutiva es Carmen Parada, fueron convocadas a un ampliado para el 13 de septiembre en el municipio de Filadelfia, desde donde pretendían ingresar a Cobija en una columna de marchistas. El objetivo principal: analizar las consecuencias de la toma del INRA Pando y la distribución de tierras fiscales saneadas por el Gobierno.

“El 1 de septiembre, en la revista Locrito de San Miguel, los dirigentes Rodrigo Medina y Carmen Parada convocaron a una marcha pacífica hacia Cobija, para pedir explicaciones sobre la expulsión del director interino del INRA, Julio Urapotina. Ellos manifestaron su temor de que las mañas prefecturales desconozcan el proceso de compensación territorial y decían que los papeles se habían perdido en la toma de la entidad”, rememoró Enrique Morón, director de radio San Miguel del municipio de Riberalta (Beni), donde viven cientos de campesinos que poseen propiedades comunitarias en Pando.

De acuerdo con Urapotina, la toma del INRA se produjo el 3 de septiembre por parte de cívicos autonomistas y miembros de dos federaciones campesinas afines a Fernández. Precisó que mientras Moreno y Parada representan a organizaciones con trayectoria, en el último tiempo aparecieron otras, lideradas por Erasmo Villarroel y Luis Rojas, además del Movimiento Sin Tierra (MST), que también demandan la dotación y titulación de tierras para sus afiliados.

“En un ampliado que concluyó el 3 de septiembre en Porvenir decidieron la toma del INRA en aplicación del Estatuto Autonómico, el reconocimiento del gobernador y ese gobernador iba a hacer la distribución y titulación de las tierras fiscales identificadas, por lo que decidieron institucionalizar el INRA bajo el paraguas del Estatuto Autonómico”, explicó Urapotina.

Mario Aguilera, presidente del Comité Cívico de Riberalta, denunció que a los campesinos afines al MAS se les ofreció Bs 40, arroz y aceite a cambio de plegarse a la movilización hacia Cobija y aseguró que el objetivo final de la convocatoria era expulsar al Prefecto de Pando.

Mientras esto sucedía en Riberalta, en los municipios pandinos de El Sena, Gonzalo Moreno, Puerto Rico, Filadelfia, Santos Mercado, San Pedro y Villa Nueva, otro grupo de campesinos se organizó para la partida, con apoyo logístico (vehículos de uso oficial y alimentación) proporcionado, en especial, por las alcaldías de Filadelfia, Puerto Rico y Gonzalo Moreno, afines al MAS.

El punto inicial de concentración era Puerto Rico y de allí la caravana se dirigiría a Filadelfia.

Un campesino de ese municipio que se negó a participar de la marcha, relató que “todo se organizó desde el 2 de septiembre y el 10, el Alcalde (Antonio Aguilera) recibió una llamada del Ministro de la Presidencia” en la que le garantizaba el ingreso a Cobija.

El testigo, que ahora está refugiado en Brasilea (Brasil), agregó que “no sé quién dio la plata, sólo sé que las armas llegaron a la Alcaldía de Filadelfia esa noche”.

Del otro lado, el campesino Miguel Dibibai aseguró que “nosotros íbamos voluntariamente, porque vimos la necesidad de titulación de nuestras tierras, a una marcha y ampliado para ver por qué habían cerrado el INRA, que nos afectaba la titulación”. Otros campesinos entrevistados por La Razón coincidieron con él.

El 2 de agosto de este año, el Gobierno declaró al departamento de Pando “Territorio saneado y libre de latifundio”. Según Urapotina, el INRA saneó 6 millones 302 mil 625 hectáreas de tierra. El derecho propietario fue declarado sobre el 68 por ciento de este territorio en favor de pequeños y medianos empresarios, propiedades de derecho colectivo y tierras en concesión.

El resto, es decir cerca de 3 millones de hectáreas, eran tierras en posesión, es decir que nunca se otorgó el derecho propietario sobre ellas. Urapotina aclara por lo tanto que no se trata de reversión, aunque ahora pasaron al fisco. Estas tierras fueron recuperadas de 225 barraqueros, entre los que se encuentran 22 familias que concentraban la tenencia.

De los tres millones de hectáreas de tierras fiscales identificadas, el Gobierno determinó que 1,5 millones no están disponibles, pues corresponden a concesiones forestales, áreas protegidas, y se dotarán a comunidades con tierra insuficiente. Un millón se destinará a nuevas concesiones, a las que podrán acceder los barraqueros (110 de los 225 fueron certificados), y el medio millón que resta irá a los campesinos.

Éste es, precisamente, el tema de discordia que movilizó a los campesinos afines al MAS. El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, quien el 7 de agosto expresó la aspiración del Gobierno de darle muerte política a Fernández, explicó que la convocatoria causó preocupación en el Ejecutivo.

“Había un tema que a nosotros nos preocupaba mucho y era la distorsión respecto a una probable reversión de tierras de campesinos, que era una información que seguramente estaba manejada por la Prefectura”, dijo.

Por su parte, la Prefectura de Pando había determinado que el cavado de dos zanjas, una a la altura de Cachuelita (entre Filadelfia y Porvernir) y otra en Tres Barracas (entre Puerto Rico y Porvenir), impediría el paso de los campesinos, razón por la cual movilizó a personal del Servicio Departamental de Caminos.

La acción se ejecutó la madrugada del 11 de septiembre, misma que horas más tarde derivó en un violento enfrentamiento, en condiciones desiguales, que dejó muertos de ambos bandos, aunque la mayoría fue del lado de los campesinos.

La defensa de Fernández, el abogado Karlo Brito, alegó que la intención del Prefecto suspendido era evitar la violencia y la confrontación y que con tal motivo convocó al ex comandante de la Policía de Pando, coronel Silvio Magarzo, para solicitarle que tome alguna acción al respecto. El martes 7 de octubre, Magarzo confirmó la versión y reveló que había pedido ayuda a las FFAA, pero que éstas no respondieron a su solicitud.

ADMISIÓN • “La Alcaldía (de Filadelfia) pierde cuatro vehículos, dos camionetas, un tractor que el Presidente nos había dado y una vagoneta. Los motorizados trasladaban gente, comunarios, que nos habían solicitado”. Antonio Aguilera, alcalde de Filadelfia, que colaboró en la organización de la movilización.

ARGUMENTO • “Nosotros vinimos por nuestra propia voluntad a ver el tema de lo que habían cerrado el INRA, para que se vuelva a abrir y se sigan tramitando los papeles. Nosotros tenemos nuestro lugar en una comunidad de Villa Victoria”. Elvira de Cárdenas, campesina de la central Fed. Román

POLÍTICA • “Ha habido una actitud estrictamente política. Esto no es homogéneo, porque cada uno ha estado de acuerdo a la tendencia, unos con el Gobierno y otros con los opositores, que han actuado en función de su vinculación política”, Waldo Albarracín, defensor del Pueblo.

RIBERALTA • “En cuanto nos enteramos de lo que sucedió nos preocupamos mucho, porque se trataba de ciudadanos de Riberalta. Se oía que alcaldes habían llevado un grupo de personas hacia Cobija y eso nos comprometía al hablar de alcaldes”. Freddy Mejía, alcalde de Riberalta (Beni).

La organización

Convocatoria • El 5 de septiembre, las federaciones de campesinos afines al MAS convocaron a un ampliado departamental en Filadelfia (Pando), de donde luego partiría una marcha hacia Cobija. La cita estaba prevista para el 13 de septiembre y se calculó que asistirían un millar de afiliados. Objetivo • Los campesinos iban a recuperar el INRA, tomado el 3 de septiembre por los cívicos autonomistas y por campesinos de dos federaciones paralelas, partidarias de Leopoldo Fernández. Los masistas temían la reversión de tierras fiscales que el Gobierno les acababa de dotar. Socialización • La convocatoria se socializó en las comunidades pandinas y en Riberalta (Beni), donde viven campesinos que trabajan en Pando en la zafra y la castaña. Por falta de caminos, gente de Pando también pasó a Riberalta y de allí partió el 9 de septiembre hacia Puerto Rico y Filadelfia. Logística • Las alcaldías afines al MAS dotaron de carros y alimentación a los campesinos. La de Filadelfia facilitó cuatro vehículos: dos camionetas, un tractor y una vagoneta. La de Puerto Rico recibió a la gente movilizada el 10 de septiembre. De allí partieron a Porvenir. Prefectura • La Prefectura de Pando autorizó el cavado de dos zanjas, una entre Filadelfia y Porvenir (Cachuelita) y otra entre Puerto Rico y Porvenir (Tres Barracas), para evitar el paso de la caravana. El miércoles 10 movilizó personal y equipos del Servicio Departamental de Caminos (Sedcam). Cívicos • Dirigentes y miembros del Comité Cívico de Pando coadyuvaron a ejecutar el plan de contención de la Prefectura, organizando grupos de gente que acompañaron a los empleados del Sedcam, para hacer vigilia detrás de la zanja en Tres Barracas. Se sumaron pobladores de Porvenir. Policía • El prefecto suspendido de Pando, Leopoldo Fernández, se reunió con el ex comandante de la Policía de ese departamento coronel Silvio Magarzo para pedirle que contenga el ingreso de los campesinos, en previsión de una confrontación. Magarzo solicitó ayuda de las FFAA, pero éstas no le respondieron.

Testimonios de los protagonistas clip_image001[164]

“Nos metimos bajo el camión”, ELVIRA CÁRDENAS, campesina que vive en Riberalta (Beni).

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• Doña Elvira conversó con este medio la semana pasada

“Fue voluntario, no obligado. Todos fuimos con nuestros propios recursos, no como dicen que nos han pagado, pero sucede que la gente que estaba en Porvenir estaba armada (…). Del camión donde yo estaba, bajaron los rehenes (autonomistas) y ni bien bajó el último empezó la balacera y todos dijeron nos van a matar, y lo único que hicimos fue ponernos la mochila atrás de la espalda y nos metimos bajo el camión. Se escuchaba toda clase de balas y sólo porque Dios quiso no nos pasó nada. Yo solamente pensaba en mi hijo que había dejado solo en la casa (…) Veía que les decían: ‘Campesinos de mierda ¿quieren tierra?, ahí está tu tierra, nosotros somos autonomistas y no vamos a cambiar’. Eso me dolía mucho”.

“No hubo intención de confrontar”, FRANZ FRANCO, autonomista refugiado en Brasilea.

“No somos personas que hemos ido a masacrar a nadie. ¿Será que entre nosotros hay un sicario, como nos califica el Gobierno? Hemos sido, el que habla, torturados desde las ocho de la mañana en Tres Barracas para que no lleguen con su marcha a Cobija. Es verdad que allí se había abierto una zanja para que no pasen. Hemos amanecido desde las dos hasta las siete de la mañana frente a frente, si nuestra intención hubiera sido confrontarlos, lo hubiéramos hechos desde esa hora, pero esperamos a que amanezcan para explicarles por qué no queríamos que avancen. Sabíamos que venían personas armadas a matar. Nos tomaron rehenes, nos secuestraron por cuatro horas y escuchábamos que iban sí o sí a Cobija”.

“No se halló la fosa”, Eloy Aspetti. Fiscal de Distrito de Pando

“Lo que tenemos registrado es un primer caso de dos heridos en Filadelfia, donde dispararon a una camioneta. Los vehículos empleados en el hecho eran de campesinos, de la Alcaldía de Filadelfia y de la Prefectura. (…) Hemos ido al lugar de los hechos y supuestamente había una fosa común, donde estaba la zanja, hice abrir con maquinaria pesada y no se halló nada. Luego pensé que podían estar en la zanja y también hicimos abrir la zanja que cavó la Prefectura, pero tampoco se halló nada. (…) Hay una versión de que existen desaparecidos y nosotros hemos propuesto que se manejen nombres en base a una lista del sindicato de campesinos, saber dónde vivían e ir a verificar qué es de ellos en sus comunidades”.

“Llegaba gente con armas”, ANÓNIMO. Relato recogido de un campesino por radio San Miguel

“Nosotros íbamos con cinco carros y nos detuvieron. La Policía nos dijo que no quería enfrentamientos y estuvimos más de una hora y media; nos dijeron que universitarios de Cobija y las FFAA nos venían a ayudar para llegar a Filadelfia, pero otros decían que lo que estaban haciendo era entretenernos y muchos querían regresar a Puerto Rico porque no nos iban a dejar pasar. Lamentablemente llegaba gente portando armas de un lado para el otro en presencia de nosotros que estábamos arriba de los carros. Una de las policías nos dijo que nos larguemos, pero que los rehenes que habíamos cogido los larguemos para que no nos hagan nada. Los largamos y, ni bien se habían ido, se levantaron contra nosotros”.

El choque planificado, pero desigual, acaba en matanza clip_image001[165]

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Zanja cavada para impedir el paso de los campesinos.

11 de septiembre del 2008, 4.30 de la madrugada. Un grupo de al menos 10 funcionarios del Servicio Departamental de Caminos (Sedcam) de la Prefectura de Pando partió de Filadelfia hacia Cobija a bordo de una camioneta de uso oficial. Estas personas se habían trasladado al lugar para cavar una zanja y así evitar el paso de los campesinos, y cuando emprendían retorno, dos de los ocupantes del vehículo fueron heridos con arma de fuego.

Las acciones de avanzada y contención que los dos sectores en disputa planificaron comenzaron a salirse de control ese momento y derivaron en un violento enfrentamiento y el exterminio de al menos 13 personas, la mayoría de las cuales habría fallecido por una ráfaga de proyectiles disparados desde una volqueta.

La zanja, ubicada a la altura de Cachuelita, y otra, también cavada por la Prefectura de Pando entre Puerto Rico y Porvenir, impidieron temporalmente el tránsito de cerca de mil campesinos, cuyo destino final era Cobija.

“Teníamos información de que (empleados de la Prefectura de Pando) habrían cavado zanjas para obstaculizar la circulación de vehículos que estarían avanzando de Puerto Rico y de Filadelfia”, declaró a la comisión de la Cámara de Diputados que investiga los hechos, el coronel Silvio Magarzo, destituido por el Gobierno del cargo de comandante de la Policía de Pando.

Una vecina del municipio de Porvenir, que pidió el anonimato por temor a represalias, relató que “eran las tres de la madrugada y ellos (los campesinos) balearon al muchacho que estaba haciendo la zanja en Cachuelita; fue el primer herido”. Magarzo precisó que se trató de dos personas, una que recibió un impacto de bala en el codo y otra a la que el proyectil le rozó la cabeza.

De hecho, Eloy Aspetti, el fiscal de distrito de Pando que ejecutó las primeras indagaciones sobre los hechos, reveló que “la Fiscalía de Pando intervino en la apertura de una causa por disparo de arma de fuego a vehículo del Sedcam, en Filadelfia, el 11 de septiembre a las 4.30 de la madrugada”.

Ambos heridos fueron trasladados al Hospital Roberto Galindo de Cobija, cerca de las 5.00 de la madrugada. Para entonces, el grupo de campesinos que se topó con la zanja perforada entre Puerto Rico y Porvenir, aguardaba, desde las 2.00 de la madrugada, a que amanezca.

En su intento de trasladarse a Filadelfia, donde se congregarían para luego iniciar una marcha hacia la capital de Pando, se vieron impedidos de avanzar.

“Partimos en camiones a Puerto Rico y de ahí íbamos a Filadelfia donde iba a ser la última reunión para irnos a Cobija en marcha (…) Llegamos a las dos de la madrugada al bloqueo donde estaba la gente de Cobija en Tres Barracas. Nos recibieron con petardos y gases. Había una máquina pesada del Sedcam, que había cavado la zanja de tres metros de ancho por cinco de profundidad”, contó Miguel Dibibai, un campesino que vive en Riberalta (Beni).

Aunque los avances de la investigación no permitieron establecer aún de dónde procedían los gases lacrimógenos empleados, el 2 de octubre, el prefecto interino de Pando, Rafael Bandeiras, informó del hallazgo de nueve de 25 turriles con agentes químicos que cívicos, funcionarios de la Prefectura y mototaxistas habrían secuestrado el 5 de septiembre de una aeronave del Ejército. No obstante, se presume que los campesinos también portaban gases.

Miguel Dibibai es parte de las tierras comunitarias en Pando, razón por la cual se movilizó desde Riberalta hasta Porvenir, junto con otros campesinos de su central agraria.

Los alcaldes de Gonzalo Moreno, Mariano Aparicio, y de Filadelfia, Antonio Aguilera, facilitaron vehículos oficiales, entre camionetas, volquetas y tractores, para el traslado de éste y otros grupos de campesinos.

Franz Franco, uno de los más de 600 refugiados en Brasilea (Brasil), estuvo en ese lugar junto al personal del Sedcam y a activistas del movimiento proautonomista. “Como cívicos tratamos de evitar que esas personas crucen porque sabíamos cuál era su intención; esa gente no venía a saludarnos, sino a matar y a pedir la renuncia del Prefecto”.

Los campesinos decidieron pasar el resto de la madrugada en el camino. “Nos sentamos en la carretera y esperamos hasta que amaneció; a eso de las 6.30 nos pedían un diálogo y unas seis personas fueron al lugar donde se dividía la carretera y no hubo diálogo; los humillaron”, contó Luz Cristina Cartagena (19), quien viajaba con su madre y su hijo de un año y siete meses, en representación de la Central Agraria Federico Román (Pando).

Imágenes de video filmadas en el lugar y difundidas en las últimas horas muestran a representantes de ambos bandos en una discusión de tono elevado.

Mientras unos les pedían a los campesinos retroceder, con el argumento de que se pretendía evitar un enfrentamiento, éstos últimos insistían en continuar el paso de la caravana. “Váyanse, ustedes son de Riberalta, ¿a qué vienen? Que su gobernador les resuelva sus problemas”, se oye decir a un hombre, en tanto que otro advierte sobre la posible generación de violencia. “Esta zanja es para evitar que pasen, para evitar enfrentamientos”.

De acuerdo con la versión recogida por este medio de parte de los campesinos, los comunarios retrocedieron entre ocho y nueve kilómetros, tramo en el que, según la denuncia de los proautonomistas, se les dotó de armas de fuego al encontrarse en inmediaciones de la propiedad de Miguel (Chiquitín) Becerra, ex alcalde cobijeño y adversario político de Leopoldo Fernández.

“Armaron a la gente, es clarito, ¿a qué hora se produjeron los primeros heridos? a las 4.00 de la madrugada en Cachuelita”, manifestó Franco al respecto.

Fracasado el primer intento de disuasión, el choque fue inevitable. Según Cartagena, los proautonomistas taparon la zanja para ir tras de ellos, momento en que estuvieron “decididos a todo”.

“Me conseguí un palo y me fui con otra de mis primas y ellos venían disparando. Entonces decidimos enfrentarnos y nos fuimos a unos cinco metros, frente a frente. Esa gente también estaba con palos y nos amenazábamos. Cuando uno de mis compañeros se animó, corrió y se prendió a golpes con uno de ellos, nosotros corrimos hacia ellos y ahí fue que hubo el cruce de golpes. Nos sonamos, nos apaleamos, pero nosotros ya no retrocedimos y entonces los hicimos retroceder hasta el lugar donde habían cavado la zanja”, dijo.

Así, el primer enfrentamiento tuvo lugar y los campesinos dieron por vencida esta batalla, pues tomaron al menos ocho rehenes y advirtieron que eran superiores en número. “Un poquito más éramos nosotros”, comentó Dibibai, quien calcula que sus adversarios sumaban unas 300 personas, “así que los dominamos y dispararon para atrás, largaron gases y los perseguimos”.

Los campesinos ataron cintillos de color rojo, amarillo y verde en sus muñecas en previsión de una confrontación. “Nosotros estábamos identificados, teníamos cintillos verdes, rojos y amarillos (…). Se pusieron todos por si hay una pelea para identificar a su compañero. De nosotros era verde, así que al de cintillo rojo no se le puede pegar, y de las otras comunidades era amarillo”, afirmó doña Elvira Cárdenas.

En tanto que Dibibai relató que “nos pusimos (los cintillos) por si había enfrentamiento, para identificarnos entre nosotros y si nos toca correr yo no tenía por qué apegarme (con gente del otro bando), más bien me escapaba de él. De nosotros era verde bajito y de Filadelfia era rojo”.

Los rehenes tomados por los campesinos del lado de los autonomistas sumaban al menos seis.

“Cogimos a seis personas; a un señor de edad que no se le hizo nada, solamente unos manazos, y a los hombres eran golpes de palos que nosotros les dimos, entonces en uno de los bolsillos les pillamos que llevaban dinamita”, recordó Cartagena.

Con 60 años de edad, doña MPS, actualmente refugiada en la ciudad de Brasilea, estuvo entre los secuestrados. “Nosotros inocentes hemos ido a ver si se habían ido (…), de golpe han salido, con gas nos han tirado. Yo no tenía ni palo, pero me he defendido y con tierra les he echado y ahí me han tendido y me han waikeado y me han dicho: ‘Vieja de mierda, comprada del Leo, carajo, ¿me has echado con tierra?, te has hecho comprar mierda’. Yo sonsa, burra, con la polera del Leo me había ido, en ahí peor me han agarrado, de mi cabello me han arrastrado por el camino”.

Doña Elvira estaba en el camión en el que sus compañeros subieron a los rehenes. “Yo les preguntaba ¿de dónde son?, ¿por qué vinieron?, y ellos decían: ‘Somos igual que ustedes a nosotros nos han mandado’. Pero a nosotros nadie nos ha mandado, les dije yo, vinimos por nuestra propia voluntad a ver el tema de lo que habían cerrado el INRA”, dijo.

Añadió que una de las personas retenidas aseguró que “el Prefecto es la cabeza, manda a todos y toditos los de Caminos tienen armas y ustedes van a ir a morir”. Según ella, este hombre se refugió en Brasilea. “En la tele lo he visto se había ido al Brasil”.

Pero este choque no sólo provocó los primeros heridos y la captura de rehenes, sino la muerte del ingeniero Pedro Oshiro. Él, que era funcionario del Sedcam, y el cuñado del alcalde de Porvenir, Evin Ventura, fallecieron durante el enfrentamiento, por el impacto de proyectiles.

Uno de los funcionarios prefecturales que se hallaba en el lugar, que responde a las iniciales de HDS y que se encuentra asilado en Brasilea, explicó que cuando Oshiro fue asesinado, campesinos de Filadelfia habían llegado a esa región a reforzar a los manifestantes que intentaban ingresar a Porvenir.

“Yo lo encontré de ocasión a Oshiro porque estábamos en la zanja haciendo vigilia. Cuando miramos para atrás, llegaban los de Filadelfia. De un lado venían los de Puerto Rico y del otro los de Filadelfia, o sea que nos acorralaron. Yo me dije: ‘Nos jodieron’ y él (Oshiro) corrió pero los otros lo jalaron y lo sacaron del carro y deshicieron su coche a palos y lo pegaron harto. Corrí hacia él, logré darle un puñete a uno de ellos, y emprendimos juntos la carrera con otro amigo hacia mi camioneta, que estaba estacionada a unos 100 metros”.

Su vehículo había sido destruido y para conducirlo tuvo que sentarse sobre los vidrios que cayeron en el asiento. “La encendí y mi amigo logró subir a Oshiro, que estaba cojo por los golpes que había recibido; arranqué y a unos 50 metros había una camioneta de la Prefectura con humo negro y pasamos ese sector donde la visibilidad era escasa y estaba un tractor agrícola que ellos trajeron de la comunidad de Puerto Sucre. Al ver los dos carros juntos no me quedó nada que hacer y me dije es vida o muerte porque comenzaron a meter bala de la camioneta y Oshiro cayó”.

Una de las pobladoras del municipio de Porvenir afirmó que Oshiro “murió de un tiro”, y que un hombre que estaba en su compañía vio esta escena.

La versión sobre el deceso del ingeniero es diferente desde el otro lado. Héctor Cortez, ejecutivo de la Federación de Campesinos de la provincia Vaca Díez (Riberalta, Beni), aseguró que algunos de sus afiliados que estaban en la caravana vieron que “una camioneta (en la que iba Oshiro) pisó a un campesino y la gente golpeó al ingeniero hasta matarlo. El chofer huyó”.

En tanto que doña Elvira Cárdenas afirmó que “los compañeros de Filadelfia llegaron y la camioneta roja quiso escapar y le dio a otra camioneta blanca y lo mató. Era el ingeniero, pero murió porque se chocó, no porque le han disparado. Eso no he visto, me han contado, pero cuando llegamos al lugar, el cuerpo ya estaba tirado en el suelo”.

Para la viuda del difunto, que buscó asilo en Brasil, ésta es una mentira. “Como todo el pueblo de Porvenir sabía, él era una persona que nunca le hizo mal a nadie. Estaba desarmado, no tenía ni un palo en la mano cuando le dispararon. Dicen que mi marido no fue asesinado, que fue atropellado, eso es mentira, mi marido fue asesinado por los masistas, cruelmente asesinado, sin ninguna salida”, reclamó.

En efecto, los autonomistas retrocedieron y con la avanzada del grupo proveniente de Filadelfia, entre los que también se hallaban estudiantes normalistas a los que se les prometió la apertura de un instituto en ese municipio, los campesinos ingresaron hasta la plaza principal de Porvenir.

“Los estudiantes de la normal se metieron porque su director general los obligó diciéndoles: ‘Si ustedes no van al enfrentamiento a apoyar a Filadelfia como Filadelfia nos apoyó al llegar aquí, tienen que dar 100 bolivianos’”, reveló un campesino de ese municipio que se negó a participar de las acciones y que buscó refugio en Brasil tras ser expulsado de su comunidad.

El reloj marcaba cerca de las 11.00 y ante la noticia de la toma de rehenes y de la muerte de Oshiro y del cuñado del Alcalde de Porvenir, cientos de personas, entre habitantes de esa comuna y de Cobija, habían llegado al lugar y se encontraban dispersos por diferentes puntos.

El sitio donde minutos más tarde se produjo el combate es una reducida zona descampada que tiene como marco un enramado de árboles y arbustos de diverso tamaño, mientras que las aguas del río Tahuamanu corren hacia el noreste a una distancia de unos 150 metros.

Un pequeño contingente policial formó una suerte de barricada humana para intentar contener el paso de los campesinos y una vez más hubo un intercambio de agresiones verbales entre las partes en conflicto. Los campesinos insistieron en seguir el viaje y con el mismo ímpetu los proautonomistas se lo impidieron.

“Llegamos a Porvenir y nos salieron los policías. Nos decían que nos iban a dejar pasar, que esperemos un rato. Lo que estaban haciendo en realidad era esperar a dos volquetas que fueron a Cobija a traer armas”, dijo Cristina Cartagena.

Añadió que “una mujer policía, medio colla, nos descubrió que teníamos ahí (rehenes) y la madre de un señor que teníamos le gritaba por su nombre”.

La Policía logró entonces que los rehenes fueran liberados y al ver cómo habían sido golpeados, los ánimos de los autonomistas se caldearon. Pero el detonante fue la llegada de una ambulancia con el cuerpo de Oshiro al centro municipal de salud San Martín de Porres, ubicado a cerca de 50 metros de la zona.

De acuerdo con Enrique Morón, director de radio San Miguel de Riberalta (dependiente del Vicariato de Pando), los policías les dijeron a los campesinos “que venían universitarios a apoyarlos desde Cobija, pero en realidad esta gente (que llegó al lugar) saltó de los vehículos y empezó a disparar”.

Cerca del mediodía, “tras que acabó de bajar el último rehén, empezaron los disparos y la gente no sabía si quedarse o bajarse del camión (…). Luego mi madre saltó y yo salté con mi hijo y otra vez se escucharon las balas, avanzamos por un pasillo y nos refugiamos en una casa sin puerta”, relató Cartagena.

Entre tanto, los autonomistas incendiaron los vehículos que los campesinos usaron para movilizarse. “Los de Filadelfia habían dejado los carros allá y se vinieron a pie. Adelante estaban unos dos tractores que últimamente ha donado el Gobierno, otros vinieron en su carrito y les prendieron fuego”, recordó Dibibai.

Fue precisamente de una de las camionetas de la Alcaldía de Filadelfia que se oyó, al menos por 10 minutos, el estallido de lo que se presume eran proyectiles de arma de fuego que los campesinos trasladaban consigo.

Desde su escondite, a través de una rendija de madera, Cartagena vio que gente caía herida o muerta sobre la cancha San Jorge de Porvenir y que otros buscaban refugio en alguna de las precarias viviendas de la zona.

“Luego miré que se subieron a una volqueta, se amarraban el rostro y se echaron como si estuviera vacía e iban así como francotiradores”, precisó. La versión de esta joven campesina coincide con uno de los elementos nuevos de la investigación que desarrolla el Ministerio Público.

A Elvira Cárdenas también le tocó refugiarse en una vivienda. “Había una casa y nos metimos corriendo y habían hartos compañeros adentro. Las balas no entraban pero golpeaban la pared; yo me puse un banco en la espalda para que no me lleguen”.

Mientras que a la Policía no le quedó más que replegarse. “Empezó el tiroteo y los policías nos dispersamos (…) y allí es donde cae herido uno de nuestros policías y ellos empiezan a protegerse y terminamos replegándonos hacia el puesto policial próximo al lugar del incidente”, afirmó el coronel Silvio Magarzo.

Pero los uniformados no fueron los únicos en huir, los campesinos también lo hicieron. Por las características del lugar las opciones eran dos: el monte y el río Tahuamanu. “Unos escaparon al río, otros al monte, por donde se podía, pero los más afectados fueron los del río. Usaron armas de fuego, metralletas contra ellos”, sostuvo Dibibai.

En ese sector hay tres ingresos cercanos al caudal del Tahuamanu: uno a la altura de un pequeño puesto naval militar, otro a unos 50 metros de distancia de éste (en dirección hacia el municipio de Puerto Rico) y un tercero, más distante, ingresando a una barraca privada.

Un autonomista cobijeño aseguró que la población sólo atinó a defenderse. “Ellos comenzaron a disparar frente a la Policía, en frente del comandante Magarzo. Él fue testigo y nuestra gente le pedía que desarme a los campesinos, pero su capricho era pasar (…). Nuestro pueblo lo único que hizo fue defenderse. En los pueblos amazónicos ¿quién no tiene escopeta?, y la gente lo único que hizo fue defenderse”.

El Alcalde de Porvenir coincidió con esta versión porque considera que la población de su municipio fue atacada. “Vinieron bandidos de varios municipios, incluida gente contratada en Riberalta, y mataron a dos hijos del pueblo de Porvenir. (…) Pónganse en el caso de que en su pueblo le maten dos hijos, el pueblo se rebela y eso fue lo que pasó. La Policía no hizo nada, las FFAA no quisieron hacer nada, y esa gente quería pasar y seguir matando. Entonces los otros sacaron las armas que tienen en casa, todos tienen un armita para cazar”.

Transcurrido más de un mes de aquel suceso, el informe gubernamental sobre los decesos da cuenta de 13 víctimas fatales, una menos que la lista elaborada por la comisión especial de fiscales y policías que todavía indaga los hechos. Sobre los heridos, se reportó un número de 37, entre contusos y por arma de fuego, aunque al Hospital Roberto Galindo de Cobija llegaron cerca de 50, muchos de los cuales fueron estabilizados, de inicio, en el centro de salud de Porvernir.

Por ahora Porvenir dejó 13 muertos clip_image001[166]

A un mes de haberse producido los hechos de violencia en el departamento de Pando, la comisión especial que investiga el caso no ha establecido todavía el número exacto de víctimas fatales. Mientras el Ministerio de Salud publica una nómina de 13 fallecidos en el sitio www.sns.gov.bo, el fiscal Isabelino Gómez, miembro de la comisión especial del Ministerio Público que indaga los sucesos, habla de 14 fallecidos, aunque este trabajo aún está en proceso. “La lista que se tiene en base a la información proporcionada es de 14 personas, pero yo realicé la necropsia de tres simplemente”, señaló el fiscal Gómez. El 15 de septiembre, el ministro de Gobierno, Alfredo Rada, informó que 25 personas fallecieron como resultado del enfrentamiento en Porvernir, el 11 de septiembre, y la toma del aeropuerto de Pando, un día después. Hubo un momento en que las autoridades gubernamentales hablaron de 30 víctimas fatales. “La Fiscalía tiene que hablar con hechos objetivo-materiales y mientras dure el proceso de investigación no se pueden dar datos concretos”, explicó Gómez. En cuanto a los desaparecidos, en Riberalta, de donde salió la caravana de campesinos, Radio San Miguel elaboró una lista de 19 personas que no regresaron a sus hogares, pero al cabo de tres semanas la nómina se redujo a una. Se trataría de Rolando Macuapa, pero su caso no fue reportado en la Policía de ese municipio, según constató La Razón. En Cobija, el fiscal de Distrito, Eloy Aspetti, explicó que la tarea pendiente es “elaborar una lista con las centrales agrarias y verificar estos datos en las comunidades”.

En lo que respecta a los heridos, el Hospital Roberto Galindo de Cobija recibió a más de 50 pacientes, de los cuales un número indeterminado llegó primero al centro de salud de Porvernir.

Nómina 1 • Bernardino Racua. Campesino. Falleció el 11. 2 • Nora Montero de Racua. Campesina. Falleció el 11 3 • Dumay Villanueva. Campesino. Falleció el 11 4 • Agripino Vargas. Campesino. Falleció el 11. 5 • Roberto Rodríguez. Campesino. Falleció el 11. 6 • Hernán Justiniano Campesino. Falleció el 11 7 • Pedro Oshiro Yoshida. Funcionario del Sedcam (Prefectura). Falleció el 11 8 • Alfredo Céspedes. Autonomista. Falleció el 11 9 • Ramiro Tinini. Conscripto. Murió en el Aeropuerto, el 12 10 • Toni Rivero. Pastor, falleció en el Aeropuerto el 12 11 • Jhony Cori Salsuri. Normalista. Falleció el 13 12 • Wilson Castillo. Normalista. Falleció el 13 13• Alfonso Cruz. Normalista. Falleció el 13

Tras los hechos de violencia, algunas versiones se han convertido en mitos que no hallan asidero clip_image001[167]

Una fosa común de cadáveres

Luz Cristina Cartagena, campesina de la central Federico Román, estuvo en los hechos. Declaró que los autonomistas “han matado harta gente, la enterraban en el lado de la pampa donde se supone que habían cavado un pozo donde dicen que enterraban a las personas”.

Aún no se confirma esa historia

El fiscal Isabelino Gómez, miembro de la comisión especial que investiga los hechos, afirmó que no tienen datos sobre la existencia de una fosa común. La versión fue negada también por el fiscal de Pando, Eloy Aspetti, quien dijo que cavaron en dos lugares, sin hallar nada.

Un niño muerto

El 19 de septiembre el ministro de Gobierno, Alfredo Rada, anunció el hallazgo del cuerpo de un niño que habría sido asesinado mientras intentaba huir de los sucesos luctuosos en Porvenir. El menor habría fallecido junto a una persona identificada como Edwin Villavicencio.

No se oficializaron aún esos datos

En la lista presentada por el Ministerio de Salud no está incluido el nombre de Villavicencio y en cuanto a la muerte del niño, ésta tampoco fue confirmada por la comisión investigadora, según declaró a este medio el fiscal Isabelino Gómez, miembro de ese equipo.

Ondas y palos

Según versiones y testimonios de algunos de los campesinos que participaron de los hechos en Porvenir, el jueves 11 de septiembre éstos estaban armados solamente con palos y ondas, los mismos que emplearon en contra de los miembros del bando opuesto.

Una zona sin piedras

La zona donde se registraron los hechos de violencia está conformada solamente por tierra y en el lugar es muy poco probable encontrar piedras, razón por la cual no pudieron haber usado las ondas. Testimonios del otro frente de choque dan cuenta del uso de armas de fuego.

Los desaparecidos

El 14 de septiembre la agencia gubernamental de noticias lanzó la versión de que existían 106 personas desaparecidas. Un día después, el ministro de Gobierno, Alfredo Rada, confirmó esta información en una rueda de prensa.

Nadie los busca

Al momento ninguna de las comisiones que indaga los hechos ha confirmado la versión de los desaparecidos y tampoco los familiares se pronuncian. En el caso de Riberalta, la Policía no recibió ninguna denuncia, pese a que los campesinos aseguran que un hombre está perdido

Infografía

Porvenir se convirtió en el escenario del derramamiento de sangre

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Las filmaciones del Tahuamanu son varias

La comisión especial que investiga los hechos reunió diferentes grabaciones. Un periodista le entregó el video al Gobierno. clip_image001[168]

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El video que difunde el Gobierno sobre la huida de un grupo de campesinos a través del río Tahuamanu, el 11 de septiembre, no es el único. La comisión especial que investiga los hechos sucedidos en Porvenir tiene en su poder diferentes filmaciones.

La información fue proporcionada por uno de los miembros de la comisión integrada por fiscales, policías y peritos en la materia, quien señaló que analizan cada una de las grabaciones.

El entrevistado se negó a adelantar criterios sobre la balacera que se ve en la filmación, no obstante reveló que miembros de la fuerza antiterrorista F-10 se trasladaron a Porvenir y realizaron un rastrillaje bajo la sospecha de que se podrían hallar cuerpos en el caudal del río Tahuamanu.

Una autoridad del Ministerio Público reveló, por su parte, que el lugar desde donde fue filmado el video que emite el Gobierno aún no ha sido identificado.

“En la televisión salió el tiroteo y se ve el pilar de un puente y esto no sucede en el lugar. No sabemos de dónde es que habrían filmado, de dónde es que se habrían tomaron las imágenes”.

Agregó que las indagaciones que se realizaron de inicio fueron muy complejas, porque los campesinos se negaron a dar mayor información ya que estaban atemorizados, en tanto que sucedía lo mismo del lado de los autonomistas de Porvenir y Cobija.

El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, reveló que el video que se emite les fue otorgado por un periodista, pero se negó a identificar al reportero o al medio que realizó la filmación. “Ese es un secreto de Estado”, afirmó con una sonrisa.

Consultado sobre en qué momento se conocerá la forma en que obtuvieron el video, respondió que podrían pasar meses o años. Quintana no considera importante dar estos detalles, pese a la polémica que se generó en torno al audio del video, que corresponde a otra grabación.

“Yo creo que no hay ninguna polémica sobre la originalidad del video y usted (dirigiéndose a la periodista) ha visto que existe un río Tahuamanu y ha visto que existe ese escenario y no como tan cantinflescamente hablan otros señores que tratan de negar esta realidad”.

De acuerdo con el el relato de los campesinos, un grupo de ellos huyó del punto de conflicto a nado, a través del río Tahuamanu, el cual se encuentra a unos 150 metros de la cancha San Jorge del municipio de Porvenir.

“A unos les quedaba escapar al río y a otros al monte, así escapaban”, relató Elvira Cárdenas, afiliada a la central agraria Federico Román (Pando).

“Los compañeros perdieron su ropa y cámaras en el río, cuando cruzaban. Uno llegó en calzoncillos”, dijo Cristina Cartagena.

En un área de aproximadamente 200 metros a lo largo de la ribera del Tahuamanu, en ese sector, hay al menos tres accesos al río. Uno a la altura de un puesto naval militar, otro a unos 20 metros de distancia y un tercero a través de una barraca de propiedad privada, por donde se presume ingresaron los campesinos, según el Ministerio Público.

En esta temporada, el caudal del río Tahuamanu está reducido, pero según constató este medio, es posible nadar en sus aguas, porque a unos seis metros de la orilla, la profundidad es de al menos dos metros.

Fernández hace tres pedidos

El prefecto suspendido de Pando, Leopoldo Fernández, hizo tres pedidos a través de la diputada de Podemos Khatia Romero, quien lo visitó en el penal de San Pedro de La Paz.

Fernández solicitó que la comisión especial de Diputados que investiga los hechos de Pando le tome declaraciones en el penal para dar a conocer su versión de los incidentes. Hasta ahora hablaron los policías.

Solicita, además, que el defensor del Pueblo, Waldo Albarracín, le escuche en persona, porque al momento no pudo comunicarse con él.

Finalmente, Fernández pide que se le permita hablar con los medios de comunicación para dar su versión, porque considera que el Gobierno está llevando adelante una campaña “para condenarlo a través de los medios de comunicación”, según afirmó la diputada de Podemos.

Romero dijo que, en su calidad de vicepresidenta de la Comisión de Derechos Humanos, logró hablar con Fernández, lo que significa que otras personas como el Defensor del Pueblo también podrían lograr su ingreso al penal.

INFORMACIÓn GENERAL SOBRE EL RÍO
Origen • El río Tahuamanu nace en la llanura oriental del Perú y de allí se escurre hacia el oriente. En unión con el Manuripi forman el río Orthon, a la altura del municipio de Puerto Rico en Bolivia. El curso superior del Tahuamanu es tortuoso; se considera navegable desde la localidad de Rutina (Perú) hasta confluir en Puerto Rico, en un largo de sólo 326 km. 
Porvenir • Según constató este medio en una visita al lugar, el ancho del río Tahuamanu en inmediaciones de la zona donde se produjeron los hechos de sangre, es de al menos 24 metros. Los habitantes del lugar suelen pescar en él, razón por la cual se pueden ver embarcaciones encalladas. A seis metros de la orilla la profundidad es de dos metros. 
Accesos • A lo largo de un tramo de 200 metros, existen al menos tres accesos al río Tahuamanu, en el área del choque entre campesinos y autonomistas. Uno de ellos está ubicado a la altura de un puesto naval militar. El segundo se halla aproximadamente 20 metros más atrás y el tercero está dentro de una propiedad privada (una barraca), por donde habrían ingresado los campesinos.

Las piezas del rompecabezas

La seis personas que aparecen en esta página fueron sindicadas de protagonizar los hechos de violencia clip_image001[169]

Leopoldo Fernández:

La acusación • Leopoldo Fernández fue imputado por la Fiscalía General por la supuesta comisión del delito de genocidio en su categoría de masacre sangrienta.

Para el oficialismo, Fernández es el autor intelectual de los hechos de sangre que se suscitaron en Pando, debido a que funcionarios de la Prefectura de esa región cavaron zanjas a fin de impedir el paso de los campesinos hacia Cobija (para lo cual emplearon vehículos del Servicio Departamental de Caminos), y porque participaron de los enfrentamientos del 11 de septiembre, calificado de emboscada por el Gobierno.

su defensa • El abogado de Fernández, Karlo Britto, arguyó que la orden para cavar zanjas buscaba evitar que los vehículos que trasladaban a los campesinos desde Riberalta, Gonzalo Moreno, Puerto Rico y Filadelfia ingresen al municipio de Porvenir, desde Tres Barracas y Cachuelita, porque se temía que se produjera un enfrentamiento. Britto alegó también que Fernández se reunió con la Policía y las FFAA para coordinar acciones que prevengan el derramamiento de sangre, lo que fue corroborado por ex el comandante policial.

Juan Ramón Quintana

La acusación • Autoridades y representantes cívicos de Riberalta (Beni), de donde partió un numeroso grupo de campesinos rumbo a Cobija, acusaron al ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, de organizar la movilización. El presidente cívico de ese municipio, Mario Aguilera, declaró que la planificación de la marcha se realizó en Riberalta y que la acción se desarrolló en Porvenir.

Según un campesino de Filadelfia refugiado en Brasil porque se negó a participar de la caravana, Quintana se comunicó con el alcalde de esa comuna para garantizar el ingreso de la columna.

su defensa • La autoridad gubernamental negó que el Ejecutivo haya tenido algún nivel de participación en la organización de la movilización social, aunque admitió que los niveles de comunicación con los alcaldes afines al MAS en Pando son constantes para evaluar los avances del programa Evo Cumple. Consultado sobre el discurso en el que presagia la “muerte política” de Fernández (7 de agosto de 2008), Quintana aseguró que se trató de una metáfora y que la invocación a los indígenas era a votar por su revocatoria.

Silvio Magarzo, Ex comandante de la Policía

La acusación • La Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB) acusó al ex comandante de la Policía Departamental en Pando, coronel Silvio Magarzo, y a la suboficial Mirtha Sosa, jefa de la unidad policial de Porvenir, de incumplir con sus funciones, y solicitó la apertura de un proceso legal y cárcel para ambos, según reportó la agencia gubernamental ABI.

El coronel Magarzo fue destituido de su cargo el 12 de septiembre por supuesta negligencia durante los hechos de violencia en ese municipio.

su defensa • En sus declaraciones a la Comisión Especial Multipartidaria de la Cámara de Diputados, el coronel Magarzo declaró que los efectivos policiales se replegaron porque se vieron reducidos ante el desborde de la violencia y que los uniformados solamente contaban con agentes químicos (gases) de dispersión. Magarzo también relató que cuando la situación se salió de control, solicitó ayuda a las FFAA, pero no puede dar razón del porqué esa ayuda no le fue concedida. Asimismo, confirmó que Fernández lo citó a una reunión para evitar el enfrentamiento.

Antonio Aguilera, Alcalde de Filadelfia

La acusación • El alcalde de Filadelfia, Antonio Aguilera, admitió haber proporcionado vehículos para el traslado de los campesinos que protagonizaron los hechos violentos de Pando. A finales de septiembre, la autoridad informó que “se perdieron cuatro motorizados de la Alcaldía aquel día, los mismos que fueron solicitados para trasladar a comunarios que lo habían pedido”.

Un campesino de ese municipio, refugiado en Brasilea porque se negó a participar de la movilización, relató que los marchistas recibieron armas de fuego que la comuna les distribuyó.

su defensa • A pesar de varios intentos para obtener la versión de Aguilera respecto a la dotación de armas de fuego, este medio no logró contactar al Alcalde. En reportes de prensa posteriores a los hechos de violencia, Aguilera negó que en los vehículos de la Alcaldía se hubiera transportado algún tipo de explosivo y descartó que la comuna hubiera dotado de armas a los campesinos. Consultado sobre el porqué en los vehículos que ardían se escuchaban estallidos dijo: “No sé, pero de ninguna manera había balas”.

Miguel Becerra

La acusación • Parlamentarios de la oposición, la Prefectura y el Comité Cívico de Pando acusaron a Miguel Becerra, ex alcalde de Cobija, de pagar Bs 100 a cada campesino marchista y de dotarles de armas de fuego, alimento y transporte.

Becerra, rival político de Fernández, es líder de la agrupación ciudadana Movimiento Amazónico de Renovación (MAR) que controla las alcaldías pandinas de Santos Mercado, Nueva Esperanza, El Sena y Puerto Rico. Fue imputado por el Ministerio Público por la supuesta comisión del delito de genocidio, junto con Leopoldo Fernández y el senador disidente de UN, Abraham Cuéllar.

su defensa • Desde que se hizo pública la acusación en su contra, Becerra ha mantenido un perfil bajo, aunque permanece en Cobija. Este medio buscó la versión de la ex autoridad municipal que no recibe llamadas telefónicas.

Becerra fue candidato a prefecto de Pando y resultó derrotado por Leopoldo Fernández aunque con un margen escaso de votos.

Abraham Cuéllar, Senador disidente de UN

La acusación • El senador de la República, Abraham Cuéllar, disidente de Unidad Nacional (UN) y actual aliado del MAS, fue imputado por la Fiscalía General por el delito de genocidio en su forma de una masacre sangrienta.

Según la denuncia de la Prefectura de Pando, Cuéllar organizó la movilización de cerca de un millar de campesinos hacia Cobija, en coordinación con el alcalde Filadelfia, Antonio Aguilera. El parlamentario habría estado en ese municipio en los días precedentes al trágico enfrentamiento.

su defensa • Para Cuéllar, la imputación presentada por la Fiscalía General es una “payasada”, “una patraña del Fiscal”, y “una maniobra de distracción” para encubrir a Fernández.

El senador alega que esos días no se encontraba en el departamento de Pando y que no mantuvo reuniones con los campesinos ni miembros del Gobierno, aunque no precisó sus actividades el 11 de septiembre. Ni Miguel Becerra ni Abraham Cuéllar fueron citados todavía para declarar sobre su supuesta participación en los hechos luctuosos acontecidos en el municipio de Porvenir.

Quintana: "“Se habló de revertir tierras campesinas"

Juan ramón quintana, ministro de la Presidencia, dice que los campesinos se movilizaron porque se especuló sobre la reversión de dotaciones comunitarias. clip_image001[170]

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Acusado por el movimiento cívico y autoridades locales de la Amazonia de ser uno de los cerebros de la movilización de campesinos a Porvenir, Quintana deslinda toda responsabilidad. Según la autoridad, asociar la victoria de Leopoldo Fernández en el revocatorio —de quien anticipó su “muerte política”— con los hechos del 11 de septiembre, es inapropiado.

Autoridades cívicas y alcaldes de la Amazonia denunciaron que usted estuvo en Riberalta y Gonzalo Moreno antes de los enfrentamientos en Pando…

Comprenderá que un ministro no sólo tiene el deber, sino la obligación de estar en cualquier lugar del territorio. Como Ministro de la Presidencia tengo la facultad y el mandato de estar en permanente trabajo con los municipios; debiéramos hacerlo también con prefecturas y sectores sociales. Cualquier visita que haya realizado tiene que ver con la gestión.

Pero ¿estuvo en septiembre en aquella región del país?

No recuerdo. Estuve el 1 de septiembre en el aniversario de El Sena, (…) pero en Gonzalo Moreno, para nada en septiembre.

Cuando habla de trabajar con municipios y sectores sociales, ¿a qué tipo de labor se refiere?

Usted conoce el programa Evo Cumple, que tiene más de 150 proyectos para mejorar la calidad de vida en 322 municipios del país, pero el Gobierno le da énfasis a la región amazónica, que ha sido la más olvidada. Por tanto, tenemos una agenda extensa en la Amazonia. Nuestro trabajo se reduce a escuchar a la gente, asistir a actos cívicos.

¿Estas reuniones incluyen algún tipo de trabajo político?

En realidad todas las reuniones tienen un condimento político.

¿En qué sentido?

El de discutir con las organizaciones sociales y las comunidades el programa del Gobierno, pero también les informamos sobre el desarrollo de las políticas de gobierno y sus resultados.

¿Usted conocía que la caravana de campesinos iba a Filadelfia y luego a Cobija?

Me enteré la segunda semana de septiembre acerca de un ampliado en Cobija, que inicialmente iría a reunir a los campesinos del departamento en Filadelfia (…). ¿Por qué la información acerca de esto?, porque en la convocatoria había un tema que nos preocupaba, y era el de la distorsión respecto a una probable reversión de tierras de campesinos, que era una información que seguramente estaba manejada por la Prefectura de Pando.

¿Reversión de tierras en Pando?, ¿por parte de quién?

Reversión de concesiones forestales o de tierras en favor de los campesinos. No se olvide que los campesinos han recibido (tierras). Pando es un departamento prácticamente saneado, que ha otorgado a cada familia 500 hectáreas. Este es un proceso que ha terminado recién hace unos cuatro meses, y no era posible que se instale una campaña de difamación contra la política que favorece al sector campesino.

O sea ¿la Prefectura habría hablado sobre una reversión de esas concesiones?

Es probable…es probable.

Y luego de que se enteró de esto, ¿hubo algún nivel de coordinación con los campesinos?

No. Recuerdo que dos días antes del 11 tuve un contacto telefónico con el ejecutivo de la Federación (de Campesinos), Antonio Moreno, para prevenirle e informarle que hable con el director del INRA para que se despeje esta campaña perniciosa.

El 11 de septiembre, ¿estuvo usted en La Paz?

Sí, por supuesto.

Un campesino que buscó refugio en Brasil tras ser echado de Filadelfia por negarse a marchar, dijo que usted habló con el Alcalde de esa comuna el 10 de septiembre, para darle garantías para la movilización…

Hablé con el Alcalde de Filadelfia, pero creo que antes del 10 u 11. Tenemos bastantes compromisos con Filadelfia, en parte incumplidos, y él nos reclamaba.

¿Conversaron sobre la movilización de campesinos?

No, sobre la movilización nada.

En su discurso del 7 de agosto en Cobija presagia la muerte política de Leopoldo Fernández, ¿qué quiso decir exactamente?

Esa es una metáfora dirigida a una aspiración política de parte del Gobierno y que básicamente señalaba que el ciclo de un dirigente político como el del señor Leopoldo Fernández prácticamente estaba llegando a su fin. Nosotros creíamos, y las encuestas de algunos medios así lo señalaban, que Fernández iba a ser el revocado, por tanto, el 10 de agosto se iría, terminaba su ciclo (…) y que el 10 lo iríamos a enterrar con los votos de la gente.

Usted pidió a los indígenas contribuir con esto. ¿Cómo?

No. En realidad no necesariamente y no directamente a los indígenas. Le voy a recordar los antecedentes del 7: días antes, el señor Fernández, en sociedad con el Comité Cívico, tomó el aeropuerto, vetó la llegada del presidente Evo Morales, en un acto absolutamente antidemocrático. Fue frustrante para el Prefecto, porque yo llegué el 7 y no necesariamente por el aeropuerto.

¿Ingresó por tierra?

Ingresé de distintas maneras, llegué a la concentración de unas cuatro mil a cinco mil personas, por lo tanto en ese contexto…

Perdón, ¿el Presidente habría llegado como lo hizo usted?

Probablemente no; al Presidente no se lo expone.

De todas maneras, usted es bastante claro en el discurso, y les pide a los indígenas contribuir, ¿de qué manera?

Mire, la invocación al departamento, a todos los ciudadanos es la de contribuir con su voto, a derrumbar un sistema cacical de poder que se había instalado desde hace más de 25 años.

¿El señor Fernández está políticamente derrotado desde la perspectiva del Gobierno?

Personalmente, creo que Fernández está derrotado por el conjunto de delitos que ha cometido.

¿Cree que tiene una chance política nuevamente?

Lo que hemos demostrado al país: la malversación de recursos, el nepotismo, la estructuración de un poder territorial, la mala administración, el tráfico de influencias… Eso ahora es de conocimiento del pueblo pandino, del pueblo boliviano, y creo que hay un sentimiento de indignación.

Las muertes del 11 influyeron en el debilitamiento político de Fernández, los indígenas…

Yo no creo que se trate del prefecto Leopoldo Fernández, creo que se trata de un sistema político estructurado y de una forma de administrar los recursos públicos. Creo que se está acabando ese ciclo histórico del saqueo constante de los recursos naturales, de la apropiación indebida; y lo que debe hacer cualquier Estado democrático es ejercer dominio territorial, tener presencia.

Si Fernández no hubiera conseguido la victoria en el revocatorio, ¿hubiese habido una movilización de campesinos?

Mire, yo no asociaría ni la victoria de Leopoldo Fernández el 10 de agosto, ni la victoria del Gobierno en el departamento para ratificar al presidente Evo Morales, con este hecho. Si uno conoce esta región, encuentra en las expresiones de esta gente una actitud, una ansiedad, una sed de justicia, y nosotros creemos que en Pando, desde el 2006, se estaban produciendo transformaciones políticas fundamentales.

Prefectura y tres alcaldías dieron la ayuda logística

Dotaron de transporte, alimentos, armas, e inclusive dinero a los manifestantes.

Tanto la Prefectura de Pando como tres alcaldías del departamento menos habitado del país contribuyeron en la maquinaria logística de la movilización de campesinos y cívicos y que desencadenó en un choque desigual con saldos fatales.

La Razón pudo establecer ese hecho mediante entrevistas y recolección de testimonios, en los cuales se identifica a las alcaldías de Filadelfia, Puerto Rico y Gonzalo Moreno, como aquellas que dotaron de alimentos, vehículos, recursos humanos, transporte e inclusive dinero a los campesinos que venían desde Riberalta para participar de un supuesto ampliado en Cobija.

Eloy Aspetti, fiscal de Distrito de Pando, dijo que “los vehículos en los que se trasladaron los campesinos desde Puerto Rico a Porvenir pertenecían a la alcaldía de Filadelfia, y había uno blanco que era del alcalde de ese lugar, en el que ardieron municiones y se partió en dos”.

Antonio Aguilera, alcalde de Filadelfia, admitió que “su municipio perdió cuatro motorizados que fueron usados para el traslado de la gente que lo había solicitado” para viajar a Porvenir.

“Los municipios cooperan con ese tipo de cosas, como camiones para el traslado de la gente, son municipios campesinos”, reveló Héctor Cortez, ejecutivo de la federación Sindical Única de Trabajadores Campesinos Regional Vaca Díez, en Beni.

Miguel Dibibai Chuquisa, de Riberalta, participó de la marcha campesina hasta Porvenir, pero una vez que comenzó la balacera en el puente de Cachuelita, escapó al monte donde permaneció oculto por dos horas. “Estuve escondido hasta poder regresar a Puerto Rico, allá la única institución que nos apoyó fue la Alcaldía con alimentación y entonces de ahí iba a haber la movilidad para que nos vengamos (a Riberalta)”.

El alcalde de Gonzalo Moreno, Mariano Aparicio, reconoció también que facilitó un camión a petición de la Federación de Campesinos de las provincias de Madre de Dios y Vaca Díez.

Al contrario de lo que sucede con las autoridades ediles de estos tres municipios, Evin Ventura, alcalde de Porvenir, se encuentra refugiado en Brasilea. Él afirmó lo siguiente: “Yo creo que nosotros somos las víctimas, porque tuvimos que escapar, yo soy el único alcalde perseguido”.

El 14 de septiembre, el inmueble de la Alcaldía de Filadelfia fue quemado, pero la gente de Porvenir se cuestiona: “¿Quién se atrevería a ir a Filadelfia a quemar su Alcaldía, si es un bastión masista?”.

En el otro lado, la participación de la Prefectura, mediante la dotación de vehículos y otro tipo de apoyo, quedó evidente.

“Como institución, sí hemos verificado que los vehículos del Servicio Departamental de Caminos, Sedcam, han servido como un instrumento para el traslado de las personas y armas en los acontecimientos del 11 de septiembre en Porvenir”, afirmó el defensor del Pueblo, Waldo Albarracín.

El testimonio de un campesino que estuvo presente en la marcha da cuenta de que volquetas con el logo del Sedcam transportaban gente armada. Además, logró ver a dos camionetas de la Corte Departamental Electoral de Pando, tema aún investigado por la Fiscalía.