Indios salvajes

El Mundo

Este término no es mío, le corresponde a la periodista Amalia Pando que prejuzgó que alguien podría referirse con esta expresión a la calificación de los hechos ocurridos en “Achacachi” y de verdad que lo uso con propiedad; si, Indios salvajes podrían ser los responsables de pretender linchar a 11 personas 6 de ellas mayores y tres de ellas de la tercer edad, los condujeron por el pueblo los arrastraron por el suelo despojándoles de su piel, luego los rociaron con gasolina (no existe escasez) para luego prenderles fuego, dos de ellos no resistieron y murieron entre las llamas, en las películas del western norteamericano donde se pretendía mostrar a los indios (pieles rojas) como salvajes en la historia de los EE.UU. no existió hecho de tanta brutalidad y salvajismo de seres humanos contra seres humanos, el salvajismo de la denominada “justicia comunitaria” es crimen y monstruosidad que ya es una norma común y corriente en la época que hoy nos toca vivir, Ayo Ayo, Epizana y hoy Achacachi lo demuestran, es una muestra de que aquel acto de la degollación de los perros donde los “ponchos rojos” amenazaban a los lideres cruceños, sería el futuro.

Sucede que la violencia colectiva no es patrimonio de los denominados “indios salvajes”, sino sucede con los policías de Nueva York, con los hooligans ingleses, los enfrentamientos políticos en África y los de la Unión Juvenil Cruceñista, todos son violentos y llegan a la muerte incluso los de la UJC todavía pero están en competencia; lo que es patrimonio de la justicia comunitaria es el sadismo y el gozo de linchar con crueldad, el olor a quemado de la carne chamuscada, y luego los miles de testigos transforman el rito en fiesta comunitaria donde reinan el alcohol y el acullico (masticar coca como chiclet costumbre que algunos cruceños están adquiriendo), y la fiesta dura hasta que llega la policía a buscar respetuosamente la recuperación de los cuerpos y cuidado que pretendan acercarse los periodistas estos ya están en la lista para ser los próximos.



En Santa Cruz sucedieron muchos actos de linchamiento en Yapacani y San Matías, en ambos casos los responsables son personas llegadas del occidente o como diría la periodista oficialista son “indios salvajes” y ellos están institucionalizando como parte de su costumbre, de su cultura la justicia comunitaria, esa que pretenden usarla contra el secuestrado Prefecto Pandino que se encuentra de rehén en el panóptico de la ciudad de La Paz.

Indios Salvajes son los que a ojo y chisme de cualquier multitud de borrachos entre hombres y mujeres participan en el rito de matar y gozar con ello, luego que se enteran que ellos son Policías es tarde, que resultaron inocentes ya es tarde, y el gobierno muy bien gracias estamos cambiando porque el gobierno cumple con darles inmunidad y protección a estos criminales que se autodenominan verdugos de la justicia comunitaria, se imaginan si encuentran en Achacachi a Branco armado en compañía de violentos lanzando bombas, todos incluso policías y militares los lincharían, pero no sucede lo mismo con Fidel Surco del Conalcam que con armas y dinamitas pasea por tierras del Beni y muy bien nadie dice nada, ni las FF.AA. ni la Policía Nacional, qué podemos esperar del ejercito que no es capaz de comprarle un par de tapas de ollas a su banda musical en vez de exponerlos con esos platillos rotos, para ellos lo sucedido ayer en Achacachi es producto de su auto protección para evitar hechos delictivos.

En estas épocas donde las asimetrías son tan disparejas y la brutalidad salvaje es pagada con la impunidad, que podemos quejarnos, que el que se roba el aporte de los trabajadores solo este detenido algunas horas y prestando declaraciones a la media noche gracias a la colaboración de un Juez, raro ¿no?, si los jueces incluso a sus audiencias no asisten, todo esto en la época de los Indios Salvajes, término que como le mencioné al principio, no es mío es de la bella dama que cada noche nos asusta en el canal 7 y lo del susto son sus revelaciones.