Lucrativos contratos por servicios de matonaje

Referencias: Ministerio de Gobierno.

Se paga a pandilleros alteños para que agredan a abogados y periodistas.

image Furibundos miembros de «organizaciones sociales» agreden a periodistas frente al penal de San Pedro, a vista y paciencia de la policía, ocurrió en octubre pasado*



Esta claro que el gobierno no reparará en medios ni recursos para imponer sus designios. Ya lo ha demostrado en más de una ocasión. Es más, el lema del gobierno “socializado” por el propio presidente Evo Morales es “ métanle nomás después los abogados van a legalizar”.

Se debe confesar que ingenuamente creímos que había un límite para aplicar este criterio tan retorcido pero no había sido así y pudimos verificarlo la noche de este jueves en las inmediaciones del penal de San Pedro en la Paz , donde está recluido (secuestrado) el prefecto de Pando, Leopoldo Fernández.

Es sabido por todos y comprobado hasta el hartazgo que el grupo de supuesto familiares de las víctimas de los sucesos de Porvenir no son tales sino personas pagadas por el Ministerio de Gobierno para que hagan una “vigilia” y eviten que se cumplan las disposiciones judiciales.

No hace falta más que darse una vuelta por la plaza Sucre de San Pedro donde se han instalado en carpas entregadas por Defensa Civil, para verificar que estas personas tienen tanta relación de parentesco con los fallecidos como podrían tenerlo con la reina Isabel de Inglaterra.

Pero ese no es el tema. Resulta que una vez que se ha evidenciado que los activistas del MAS como Edgar Mora y Adolfo Cerrudo han sido nítidamente identificados, el ministro de Gobierno, Alfredo Rada, cuya creatividad no tiene límites, ha visto por conveniente contratar a pandilleros alteños para que les hagan la vida a cuadritos a Leopoldo Fernández, a sus abogados y a los periodistas que tuvieran la osadía de aparecerse por el lugar.

Es así que el director de Régimen Interior, Ernesto Loza, recibió la instrucción de contactar con las pandillas “los Terribles” y los “Batos Locos”, cuyas tropelías son ampliamente conocidas en El Alto, y contratar a sus miembros para que se hagan presentes en los inmediaciones del penal de San Pedro a objeto de dar el correspondiente escarmiento a los abogados de Fernández y los representantes de la prensa.

Como retribución los pandilleros reciben la suma de 200 bolivianos cada uno, dineros que  inmediatamente son invertidos en cantinas de la zona a donde acuden estos «valientes» para festejar su hazaña. Obviamente  los  dueños de boliches del tradicional barrio paceño son los únicos que están contentos por las vigilias, no ocurre lo mismo con los funcionarios municipales encargados de la limpieza.

Otro punto para destacar es la ostensible pasividad de la policía ante las agresiones. Alguien comentó que tenían órdenes expresas de no intervenir a menos que exista evidente peligro de muerte de los agredidos. Por otro lado, es sabido que las mujeres de los guardias del penal cosechan en río revuelto, pues  tienen el monopolio de la venta de comidas, alcohol y otras cosas en la otrora apacible plazuela.

* Foto La Prensa