Mesa espera ir más allá de la clase media

Sin “reciclados”. El ex Mandatario sostuvo una entrevista con La Prensa en la que explica cómo piensa enfrentar al presidente Evo Morales y al MAS.

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Carlos mesa, ex presidente



“No se debe reciclar a políticos que no tienen credibilidad”

Por: Boris Miranda Espinoza

“Ya no se puede concebir a la política como antes de 2003, pero tampoco pensar que es de un solo partido”. “Un país con cuatro departamentos autónomos y cinco que no tienen autonomía es un desastre”.

El ex presidente Carlos Mesa Gisbert (2003-2005) tiene previsto formar su partido político para participar en las elecciones presidenciales del 6 de diciembre de 2009, el que se fundará sobre las bases políticas de sectores indígenas, la clase media y los empresarios privados. Mesa, en diálogo con La Prensa, dijo que no prevé reciclar a “viejos políticos” que perdieron credibilidad y apuesta por rescatar a personas que le acompañaron cuando fue Presidente.

—¿Es posible crear una alternativa de oposición con perspectivas de pararse frente al Movimiento Al Socialismo?

—Hay que esperar el resultado del referéndum constitucional (del 25 de enero); los porcentajes del resultado marcarán algunos elementos importantes que influyan sobre lo que en este momento parece inamovible en cuanto al respaldo del presidente Morales. Una nueva oposición tiene que romper la idea de que la polarización es la única manera de resolver el conflicto en Bolivia. Por lo tanto, lo primero que hay que hacer es construir un partido político, una opción a partir de la cual se pueda generar propuestas para el país.

—¿Carlos Mesa construirá ese partido político? ¿Cuándo?

—Estamos en esa idea, espero que podamos hacerlo en los próximos dos meses como mucho para poder plantearle al país una opción organizada como estructura política.

—¿Cuál es la propuesta suya frente al proyecto político del Gobierno del presidente Evo Morales?

—Ya no se puede concebir la política como antes de 2003 y suponer que la política es de un solo partido. Estamos en una etapa preliminar, vamos a hacer conocer al país en un tiempo muy corto una propuesta de principios, de construcción de idea general del país. Hay que plantear la lógica de que apoyamos el cambio, un cambio histórico que marca inclusión explícita del mundo indígena como igual y protagonista. Una página muy importante de autonomías, ya no es el país unitario centralista: es el país unitario descentralizado.

Creemos en los recursos naturales recuperados para el país pero sin demagogia y creemos en un país incorporado al mundo, no en un país que niega una parte del mundo y afirma la otra. Para nosotros, los tratados de libre comercio, las negociaciones de bloque o los procesos de integración son necesarios. Este Gobierno divide al mundo entre buenos y malos y eso me parece un error.

—¿Veremos caras nuevas en ese partido político?

—Hay una necesaria idea de renovación. Si tú no llevas caras genuinamente nuevas, es muy difícil que puedas convencer que estás imbuido de cambio. Sin embargo, si recuperas, por ejemplo, a quienes contribuyeron y fueron parte de mi Gobierno como parte de ese partido político, yo creo que estás haciendo cosas positivas. El punto de debate es que lo que no debes hacer es reciclar a viejos políticos que han perdido credibilidad y han mostrado una serie de defectos que el país no quiere.

—Pero se habla de viejos políticos que podrían estar en la propuesta de Carlos Mesa…

—El hecho de que haya un intento de rearticulación de viejos políticos es parte del juego. Si ellos quieren hacerlo, nadie puede prohibirles. El voto definirá si tienen respaldo o no, el hecho de que haya candidaturas neoliberales es parte del juego, sabrán ellos si quieren reagruparse y plantear una propuesta al país.

—¿Cuál será la propuesta en cuanto a la demanda de las regiones que conforman la “media luna”?

—La región no es equivalente a Santa Cruz. Se ha dicho que yo tengo una relación compleja con Santa Cruz; diría que esa relación es más bien difícil con sectores de poder en Santa Cruz. Con la clase media y los sectores populares no hay una impresión negativa de Carlos Mesa. Las regiones hoy son fundamentales, no se puede pretender hacer política sin regiones. Hay que hacer un partido que recoja la opinión del conjunto de las regiones y trataremos de ir en esa dirección.

—¿Mesa no tiene buena relación con “sectores conservadores” en Santa Cruz?

—No por cierto, yo creo que hoy día no se puede intentar recuperar el viejo modelo previo a octubre de 2003. La idea de una visión conservadora, elitista de círculos de poder cerrados, de círculos políticos y económicos cerrados es inaceptable.

—¿Las autonomías son parte de su proyecto político?

—Cuando hablamos de autonomías hablamos de nueve departamentos. Un país con cuatro departamentos autónomos y cinco no autónomos es un desastre. Tenemos que construir nueve autonomías que incluyan al sur, norte, oriente y occidente.

—Con el frente que pretende conformar ¿podrá llegar a los bastiones del presidente Morales?

—Hay un elemento equívoco: presumir que el único que puede representar al mundo indígena es el presidente Evo Morales. Sin duda tiene allí un respaldo muy importante, pero eso no lo convierte en propietario de esos sectores del país. ¿Qué es lo que se les puede ofrecer a esos sectores indígenas y populares?: una acción de cambio sin confrontación, visión integradora sin negar. Puedes llevar adelante un proceso de desarrollo económico que defienda los recursos naturales sin negar la posibilidad de recibir inversiones con niveles impositivos mucho más altos. El gran problema que van a enfrentar los sectores populares y los indígenas es dónde están los resultados de la inversión social. ¿En bonos? La Renta Dignidad es una idea apropiada por Evo Morales, ése es un invento del ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada. “A Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César”. Yo creo que no hay una política educativa ni de salud estructural. Creo que ésos son los elementos en los que nosotros podemos hacer aportes porque llevamos adelante una gestión responsable de Gobierno, más eficiente que la de Morales en condiciones económicas infinitamente peores que las actuales.

—¿El mestizaje será la bandera de su proyecto político?

—Sin duda, es una bandera que yo defiendo y reivindico. Yo no siento vergüenza del mestizaje. No creo que el mestizaje niegue la existencia de pueblos indígenas, lengua y culturas distintas. Mestizaje es recoger todos esos elementos que podemos definir como interculturalidad, que no se construye sobre la base de la negación. Tienes que aceptar que este país tiene una tradición occidental indígena y, en consecuencia, mestiza. Si hay un ejemplo de esto se llama Barack Obama. Obama no es, como dice Evo, la reivindicación de los esclavos, él es hijo de un hombre libre nacido en Kenia. Por lo tanto, es hijo de hombre libre, de un negro libre y de una mujer blanca. Obama es un mestizo, refleja magníficamente bien el mestizaje en Estados Unidos. Para mí, reivindica la construcción de una sociedad que reconoce las sangres distintas que alimentan a su sociedad.

—¿La clase media es su fuerte?

—No puedes construir una propuesta política exclusivamente sobre la clase media. La clase media hoy es la menos reconocida y considerada en la propuesta política del Presidente. Por lo tanto, reivindico a ese sector, pero no puedo suponer que se puede construir un país sin el mundo indígena, sin los sectores populares de base, y también hay que considerar sectores importantes, como inversionistas y élites.

—¿Se le puede ganar a Evo Morales?

—Siempre se le puede ganar a cualquier candidato en las urnas. Es muy difícil, el Presidente está muy bien “posicionado” hoy. Estamos hablando en noviembre de 2008, tendremos que hablar en diciembre de 2009. Hay más de un año de diferencia y por lo tanto puede cambiar. Va a ser difícil, pero hay que construir un escenario que permita ganarle, siempre y cuando sea un triunfo democrático, no desestabilizador, y siempre y cuando él juegue limpio. Yo fui protagonista del cambio, mi discurso de inauguración de Gobierno (de 2003) fue claramente una propuesta de cambio. Por lo tanto, legítimamente fui parte del cambio, soy parte del cambio y seré parte del cambio.