Termómetro político

El Nuevo Día

Cuando el Estado de Derecho se tambalea, también se tambalea la democracia. Lo próximo es la dictadura. Hay que recordar que la dictadura no es una lucha entre el dictador y sus opositores.
I. La semana pasada



Cinco hechos marcan políticamente la semana pasada.

1. Crisis en la Alcaldía de Santa Cruz

Estamos viendo una grave crisis política en la Alcaldía cruceña a raíz del derrumbe de las casas populares. Esta crisis grafica lo que muchos ya anunciaban o suponían desde hace tiempo: el fin de una época en esta Alcaldía. Termina el tiempo de los partidos tradicionales. Y parece lógico pensar que en las siguientes elecciones municipales, la lucha política en la Alcaldía de Santa Cruz se definirá sólo entre autonomistas y masistas.

2. El caso Leopoldo Fernández, cuando el Estado de Derecho se tambalea.

Esta semana vimos una sentencia más, favorable al ex prefecto detenido. Sin embargo, también vimos que esa decisión judicial favorable a Fernández fue desacatada por el Gobierno central y por sus operadores judiciales. Esto es muy grave para el Estado de Derecho. No se trata de Leopoldo y sus derechos, ni se trata del caso Pando, y ni siquiera, de la lucha política entre autonomistas y masistas. Se trata de los ciudadanos. Cualquier ciudadano en cualquier sociedad, está en una indefensión muy grave a partir del momento en que el poder político no se somete a la ley y a las decisiones judiciales.

Cuando el Estado de Derecho se tambalea, también se tambalea la democracia y cuando esto ocurre, lo próximo es la dictadura. Hay que recordar, para que no lo olviden quienes no lo han vivido, que la dictadura no es una lucha entre el dictador y sus opositores. La dictadura es una lucha entre el dictador y los ciudadanos, sean estos del signo político que quieran ser.

3. Se acabó el ATPDEA

Como ya se sabía, el ATPDEA llegó a su fin. Bolivia ya no puede exportar a EEUU con beneficios arancelarios. Llueve sobre mojado, porque la crisis económica es una realidad en el país y uno de sus componentes más dramáticos es la falta de empleo. Pero además, el fin de esas exportaciones a EEUU golpeará a un sector económico que es clave del desarrollo en cualquier economía: la industria. La apuesta de todos los gobiernos populistas en Latinoamérica son los recursos naturales. Y aunque estos gobiernos hacen mucho discurso sobre la necesidad de industrializar la economía, la verdad es que viven gracias a los precios altos de los recursos naturales. Por ejemplo, los precios de los minerales, los precios del gas o los precios del petróleo. El actual gobierno boliviano, así como el de Hugo Chávez, representan esa tradición: precios altos más populismo nacionalista. Y el sector más golpeado en este tipo de modelo populista suele ser la industria privada. Ahora le ha tocado el golpe a la industria exportadora hacia EEUU. Ayer fueron las exportaciones de la agroindustria. En el populismo latinoamericano no hay campo para la industria privada.

El problema para estos modelos populistas que viven del precio de los recursos naturales, viene cuando se cae el tal precio. La crisis económica mundial llegará a Bolivia de muchos modos, pero esa crisis llegará al gobierno boliviano y al venezolano, vía precios de sus recursos naturales.

4. Se va la DEA

Se va la DEA y hay dos sectores muy contentos: los antiimperialistas y los que se dedicaban al negocio que la DEA combatía.

5. ¿Desorientación autonomista?

Los autonomistas esta semana han guardado silencio y cuando han hablado es para expresar dudas casi existenciales. Las persecuciones políticas y judiciales contra ellos y el nuevo autonomismo del MAS los tiene acorralados. Un dato importante para orientarlos: los autonomistas no tienen más remedio que ser autonomistas. Y cuando uno asume lo que es, las cosas mejoran.

II. La semana que viene

La semana que viene traerá un dato muy importante para la política mundial: EEUU tendrá nuevo presidente.

En el lado interno, los autonomistas tendrán que comenzar a tomar posiciones sobre la nueva constitución. También en el lado interno, veremos si el Gobierno profundiza su política de persecución contra los autonomistas (veremos por ejemplo, en qué anda la persecución contra Marinkovic) o veremos si el Gobierno afloja la represión. Por ejemplo, si suspende el Estado de sitio en Pando.

Por supuesto, también, será una semana para que el Gobierno trate de consolidar su nuevo mensaje: “me he convertido al autonomismo”.

La temperatura política

En una escala del 1 al 10, donde 1 significa mucha estabilidad y 10 mucha inestabilidad, ¿cuánto le pone UD a la situación actual de Bolivia? La situación permanece en un 6. Hay estabilidad y salvo la crisis económica, que será cosa del medio plazo, no se visualizan factores de inestabilidad política en el país.