Violación sistemática de las garantías constitucionales

Los bolivianos estamos ante un gobierno que procede con ostensible impunidad.

El hábeas corpus es una institución jurídica que garantiza la libertad personal del individuo, a fin de evitar los arrestos y detenciones arbitrarias. Se basa en la obligación de presentar ante el juez, a todo detenido en el plazo de 24 horas, el cual podría ordenar la libertad inmediata del detenido si no encuentra motivo suficiente de arresto.

La finalidad con la que nació el hábeas corpus en Bolivia, se adscribe dentro de los fines que persiguió esta garantía desde sus primeras articulaciones jurídicas, hasta su configuración moderna: dotar a la persona humana de un medio de defensa breve y sumario, destinado a conservar o recuperar su libertad, cuando la misma hubiere sido indebida o arbitrariamente vulnerada, como alternativa a los procedimientos ordinarios caracterizados por la morosidad en su tramite y resolución.



En estos dos párrafos se resume el espíritu y la esencia de esta garantía establecida constitucionalmente, tal vez la más importante destinada a evitar el uso arbitrario y discrecional del poder. Pero está demostrado que el MAS no tiene intención alguna de respetar ningún precepto en el camino de imponer un régimen hegemónico y autoritario.

El habeas corpus, fue aceptado, así sea a regañadientes, por las peores dictaduras y fue el último recurso para salvar vidas en medio de las peores atrocidades, precisamente por su carácter perentorio e incontrastable.

Sin embargo, el ministro de Defensa, Walker San Miguel, quien frecuentemente oficia de Ministro de Justicia, a pesar de tener una formación jurídica y haber llegado a ser presidente del Colegio de Abogados, pretende desconocer este principio supremo con argumentos que hacen sospechar de la forma en que egresó de la carrera de Derecho.

San Miguel debía saber que no se puede alegar que el recurso de habeas corpus presentado en el caso del prefecto Leopoldo Fernández y declarado procedente es “inaplicable” como lo dijo muy suelto de cuerpo en declaraciones a la prensa.

A más de un abogado se le debe haber caído la cara de vergüenza y haber pensado seriamente dedicarse a otra cosa ante el papelón que hizo don Walker, quién llegó incluso a encabezar el organismo colegiado (aunque deben entender que el poder vuelve cínicos a algunos obsecuentes)

Ocurre que si el demandado tuviera la capacidad o atribución de decidir sobre la aplicabilidad o no de un habeas corpus, este recurso no tendría, en absoluto, sentido, porque se trata precisamente de eso: de que la autoridad, aún contra su voluntad ponga a derecho a una persona y no se refiere de modo alguno a la inocencia o culpabilidad del afectado.

San Miguel transitó por las filas del MNR, partido que se ha caracterizado por tener entre su militancia gran cantidad de abogados. Es lamentable que no haya aprovechado esa oportunidad para adquirir mayores conocimientos sobre la ciencia jurídica y tenga que hacer semejantes papelones con afirmaciones que puede rebatir fácilmente cualquier lego.

O también existe la posibilidad de que no se trate de ignorancia, sino de una nueva muestra de lo poco o nada que significa para el gobierno del MAS el respeto a las leyes y de su decisión de imponer, más temprano que tarde, una dictadura secante en la que prevalezca la voluntad de unas cuantas personas sobre cualquier otro tipo de consideración constitucional.

El clima de permanente represión en Pando y la persecución que sufren cientos de ciudadanos en ese departamento y de la cual no están libres los cívicos de Beni, Tarija y Santa Cruz, es solo una muestra de lo que podría venir en el futuro: el imperio del abuso y la prepotencia sobre la ley y los derechos individuales y colectivos.