Como el cangrejo

El Mundo

Muchas fortunas de hombres acaudalados, aquí en Santa Cruz o en Nueva York, pueden perderse debido a un mal negocio, un mal cálculo o simplemente el infortunio, todo perdido y con ello las posibilidades de recuperarse, en pocos días pierden todo lo que les costó generaciones ganar.

Hace poco en la capital financiera mundial vimos como se desplomaron economías de naciones poderosas que en el fondo no son más que la multiplicación de fortunas pequeñas de miles de patrimonios de los inversores, o de los especuladores que no solo perdieron lo suyo sino que quedaron debiendo, una forma sutil de invitarlos al suicidio; de la misma forma las experiencias de las financieras que ofreciendo altos intereses terminan asaltando a miles de pobres, cosa que también se repite con mayor creatividad en los bancos, la economía de naciones como la baja de los precios de los minerales, de los hidrocarburos, la pérdida de los mercados para los productos agropecuarios que son productos de los cálculos de gobiernos demagogos que destruyen sin pretender (o pretendiéndolo) las posibilidades de progreso y desarrollo en los países creyendo que la forma de justicia social es acabar con los ricos y transformarlos en pobres, cuando la receta ideal es hacer ricos a todos o por lo menos integrarlos a las posibilidades de acceder a puertas que permiten la estimulación de trabajo y de esfuerzo para tener sociedades no como esclavos del consumo sino como beneficiarios de nuevas posibilidades.



Lo que sucede en economía también sucede en la política, hasta diciembre del 2005 con todos esos los errores y desaciertos del neoliberalismo, habíamos logrado caminar en valores nuevos como la democracia, la institucionalidad, la regulación de la economía, que no era perfecta pero se había transformado en mucho, no se podía negar que la existencia del Tribunal Constitucional nos daba garantías de ser ciudadanos, que la creación del defensor del Pueblo (Ana María Romero) había significado trabajar sin resentimiento ni lamentos para acabar con la discriminación de la Bolivia oculta, el mejor ejemplo es que un indígena cocalero llegó a ser Presidente de la República.

Pero desde que llegó este personaje honrado por los ciudadanos como el embajador de sus esperanzas de caminar a prisa hacia las metas del progreso y la justicia social terminaron con un tremendo fiasco, acabó de un plumazo con la institucionalidad, politizó entes como la CNE, finiquitó al tribunal constitucional, prostituyó a su servicio a la justicia y el ministerio público que equivocado creyó que las atribuciones de Presidente le permitía tomar por sus manos a la justicia haciendo interpretaciones erróneas de las concepciones filosóficas y doctrinales de este arte, del equilibrio entre el estado y el hombre y entre este y sus congéneres, acabó con la posibilidad de futuro de los que se forman académicamente cuando los cargos públicos hoy son disputados por simples militantes sin saber ni conocer el tema, como la experiencias que vemos en empresas estratégicas, se anularon mediante decreto los colegios de abogados (tampoco servían de mucho) pero eran instrumentos gremiales, de sus afiliados en legitimo derecho, la prensa que ni en épocas de dictadura fue perseguida, acosada, denunciada, hoy es un oficio peligroso por acciones directas de militantes de los movimientos sociales que actúan interpretando a su manera los discursos que salen de palacio.

Todo esto sucedió en menos de tres años, un experto en economía y política internacional señalaba que para que Bolivia retorne al status quo de enero del 2006, tendrán que pasar, con suerte -y cumpliendo recomendaciones de un menú perfecto- por lo menos 9 años en el mejor de los casos; es como si el rico que perdió todo en la caída de Wall Street no tiene posibilidades de recuperar lo perdido a no ser que alguien de buena voluntad se arriesgue a un fracaso, y en política esta posibilidad no existe. Definitivamente caminamos como el cangrejo… solo para atrás, ya lo dijo el Presidente que la posibilidad de que las bicicletas sustituyan los vehículos es una realidad que viviremos en poco tiempo.