El entusiasmo por Evo ya no es el mismo ni entre sus amigos

Al gobierno cubano le preocupa que algún vocinglero llegue para escupirles el asado y echar a perder todas las gestiones que de manera sigilosa y paciente vienen haciendo para recomponer relaciones con Estados Unidos.

image

Evo con el presidente Raúl Castro, en una de las frecuentes visitas que realiza el mandatario boliviano a Cuba



 

El anuncio del viaje a Cuba de una comitiva boliviana encabezada por el presidente Evo Morales, no ha despertado demasiado entusiasmo en esa isla caribeña. Ocurre que Evo, en uno de sus frecuentes arrebatos, anunció que una frondosa comitiva viajaría a Cuba con motivo de recordarse el 50 aniversario del triunfo de la revolución.

Los cubanos si bien han agradecido el gesto solidario no están decididos a incentivar que se concrete el viaje. Tienen varias razones para ello. Las primeras, naturalmente de orden político. Cuba, en este momento, dentro del nuevo rumbo que quiere imprimir a sus acciones el gobierno de Raúl Castro, está muy interesada en un acercamiento con Barak Obama, que asumirá en enero próximo la presidencia de los Estados Unidos.

Dentro de este criterio, lo que menos interesa al gobierno cubano que algún vocinglero llegue para escupirles el asado y echar a perder todas las gestiones que de manera sigilosa y paciente vienen haciendo hasta el momento.

Evo no se caracteriza precisamente por la cautela o la prudencia en sus declaraciones y apreciaciones, al punto que su propio guía y padre putativo, el exuberante Hugo Chávez, en alguna ocasión ya ha intentado marcar distancias. Era cuestión de verle la cara cuando un ditirámbico Evo propuso en Salvador de Bahía que todos los países latinoamericanos retiren sus embajadores de Estados Unidos si es que este país no levanta el bloqueo económico a Cuba.

Raúl Castro lo que menos quiere es que alguien vaya opinar sobre lo que no sabe y mucho menos entiende y los meta en un embrollo. Comprende perfectamente que existen diferencias entre las afirmaciones que se suele lanzar en una asamblea sindical y aquellas que se debe efectuar en el marco de la diplomacia mundial, lo que Evo está muy lejos de poder hacer.

A más de esto, en Cuba ya están, literalmente aburridos de que frecuentemente los visiten militantes del MAS y pidan un tratamiento preferencial a título de visita oficial cuando en realidad lo único que hacen es ir a disfrutar de los mojitos y las playas de Varadero y de paso aprovechar de algunos tratamientos médicos en los  hospitales de la isla. 

Por todo lo dicho, es muy probable que el pretendido viajecito no se realice y que unos cuantos gorrones muy conocidos en el partido gobernante, se queden con los crespos hechos.